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En ola de calor, Don Ignacio y su familia llevan 3 días sin luz en Veracruz

  • Iraís García
Entrar a su casa es como estar dentro de un baño sauna, incluso se siente la radiación del calor desde la lámina.

Veracruz, Ver,. Entrar a casa de Don Ignacio, en la colonia Flores Magón, se siente opresivo. El aire se percibe caliente, es como estar dentro de un baño sauna, incluso se siente la radiación del calor desde la lámina.

Él es uno de los vecinos que lleva tres días sin energía eléctrica en la Colonia Flores Magón.  vive con su esposa y sus tres nietas, la mayor de 9 años; ella y las niñas duermen en una cama matrimonial que está metida en un rincón del cuadro que forma la casa; él duerme en el suelo.

Con dos ventiladores, era como lograban dormir un poco más cómodos, a pesar de las altas temperaturas; sin embargo desde que se fue la luz, la situación fue insostenible, por lo que su esposa y las niñas, se mudaron por un par de días a casa de su consuegra.

Él decidió quedarse, pero no puede dormir dentro de la casa; es un infierno, así que con el cartón que recoge todos los días para vender, forma una cama en el pasillo de la privada donde se ubica su casa; encima coloca unas sábanas, y se echa a dormir, en una batalla permanente con los mosquitos, pero al menos, con un poco menos de calor.

“Yo creo que me quedo dormido, le gana uno el cansancio, pero en seguida que me levanto a la hora que sea en la madrugada termino empapado y me seco”, expresó.

Él compra víveres cada 15 días; suele comprar bisteces de res, pollo y bisteces de pescado para las niñas - pues es su comida favorita - acababa de surtir cuando se fue la luz. Todo se echó a perder, y ahora no sabe cómo le hará para llegar a la otra quincena.

“Al menos mis niñas también les gusta el huevito y eso les hemos estado dando de comer, porque todo lo demás se nos echó a perder”, dice mientras muestra su refrigerador vacío. Dentro hay solo una solitaria salchicha que quedó del desayuno - que había comprado ese mismo día por la mañana - pero que siente durará un poco  más sin echarse a perder dentro del refrigerador.

La playera de Don Ignacio es de algodón y ahora la trae pegada al cuerpo, está totalmente mojada de sudor. Su piel brilla, no para de sudar, que ahora es doloroso.

“Mira, tengo la espalda llena de salpullido, mi piel ya no soporta estar sudando todo el tiempo”, dice mientras se levanta la playera y muestra las manchas rojas formadas por diminutos granitos rojizos.

Él fue el primero que decidió manifestarse en la colonia Flores Magón, puso una cartulina en la esquina el día que se fue la luz. Al segundo día, otros vecinos ya se le habían unido, ahora, mantienen cerrada la calle hasta que la Comisión Federal de Electricidad, resuelva la situación.