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Es un trabajo honrado: Librado, albañil, celebra Día de la Santa Cruz

  • Carlos Navarrete
Libradro tiene más de 10 años de experiencia en la albañilería; con este oficio, mantiene a su familia en el puerto de Veracruz

Veracruz, Veracruz.- A Librado Gómez Rodríguez le hubiera gustado estudiar Arquitectura o Ingeniería, sin embargo, el destino, la necesidad y las circunstancias económicas de su familia lo obligaron a aprender la albañilería, un oficio que desde hace 10 diez años desempeña con mucho orgullo, esfuerzo y dedicación.

“Mi familia está contenta porque es un trabajo honrado y hay muchas personas que prefieren andar robando, no sé, en malos pasos, para ganarse unos pesos, pero no es dinero limpio”, dice.

Con más de una década de experiencia como albañil, este hombre de 34 años de edad conoce a la perfección el riesgo que implica desempeñar un trabajo pesado como el suyo.

Ya sea arriba de los andamios o cargando una cubeta con mezcla, el riesgo de sufrir un accidente, incluso con consecuencias fatales, es inminente y eso Librado lo sabe a la perfección, por lo que reconoce con honestidad que para sus hijos desea un futuro distinto.

“Cuando yo empecé a trabajar me dediqué nada más a esto, a mis hijos ya voy a tratar de darles un nivel de educación, pero a final de cuentas ellos van a decidir lo que vayan a querer ser o estudiar”, comenta.

Fue por invitación de sus amigos que comenzó a trabajar en el ramo de la construcción. Inició como chalán, es decir, un ayudante, y ascendió a oficial, aunque no descarta llegar a convertirse en “maestro albañil”, contratista o encargado de obra. Eso el tiempo lo dirá, afirma.

“Más que nada, fue por necesidad y por el gusto, me gustó el oficio porque si a uno no le gusta el oficio o el trabajo que uno tenga no puede uno salir adelante. Familiares nada más tengo un tío que es albañil, de mis amigos pues la mayoría son albañiles y ahí fue que me empezó a gustar el trabajo”, narra.

Nacido en el estado de Oaxaca y radicado en el puerto de Veracruz desde hace varios años, Librado reconoce que fue por necesidad que aprendió el oficio de la albañilería. Las condiciones económicas de su familia no le permitieron estudiar más allá de la telesecundaria.

“Pues desgraciadamente mis papás no tenían la posibilidad para darme más estudios y al no tener otra alternativa, pues fue que tuve que buscar una fuente de trabajo para sobrevivir”, relata.

En este 3 de mayo, Día de la Santa Cruz, Librado llegó temprano a la obra en construcción, preparó mezcla y amoldó algunas varillas para armar los castillos que servirán como sostén del nuevo edificio.

El encargado de la obra le prometió a Librado y a sus camaradas albañiles llevarles una comida, botana y bebidas para festejar el día.