Veracruz, Veracruz.- A casi tres semanas del desalojo que se realizó en terrenos del fraccionamiento Lagos de Puente Moreno, ubicado en el municipio de Medellín de Bravo, los supuestos invasores volvieron al sitio y levantaron más casas.

En un recorrido que e-consulta Veracruz realizó en la zona, se constató que hay más de una veintena de casas que volvieron a ser colocadas en pie, sin embargo, muchas de ellas aún no están habitables, ya que están hechas solo con marcos de madera, aparentemente solo para delimitar el terreno que les corresponde.

En otras sí hay personas dentro; la división de las habitaciones está hecha con lonas, cortinas o sábanas, mientras que los techos son de lámina. En una de las viviendas se observa estacionado un taxi de modelo reciente.

Justo frente al terreno en donde se ubican estas casas, en uno de los edificios construidos por Urbanizadora Medellín, fue colocada una lona en donde se lee el siguiente texto: 

“¡Atento aviso a la comunidad! Las áreas que están siendo invadidas dentro de este fraccionamiento son propiedad privada de la empresas constructora. Ya se ha iniciado la denuncia legal contra quienes están invadiendo. Carpeta de investigación DXVII/F5/722/2023. Si participas estarás quebrantando la ley. No te expongas con promesas falsas que te harán perder dinero”.

La madrugada del pasado 20 de marzo, se realizó un desalojo de este predio. Llegaron elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Veracruz a esta zona con maquinaria pesada, como retroexcavadoras, que utilizaron para demoler las casas de madera que estaban construidas en ese sitio.

A pesar de que la Urbanizadora Medellín insiste en que los terrenos son de su propiedad, las personas que ahí instalaron las viviendas aseguran que son  terrenos ejidales. Argumentan formar parte de la asociación civil Tierra y Libertad, que realiza los trámites para adquirir los terrenos a los ejidatarios.

También denunciaron en aquella ocasión que no recibieron una notificación o aviso previo de que serían desalojados y que se destruyeron casi 60 casas. Días después del desalojo y pese a la insistencia de la Urbanizadora Medellín de que se retiraran del sitio, volvieron a llegar y a construyeron viviendas que marcan los espacios que, según ellos, le corresponde a cada quien.  Hoy, tres semanas después del primer desalojo, de nuevo el terreno está lleno de pequeñas casas de madera.