Xalapa, Ver.- Cuando Luz cambia de salón, lo hace de la mano de sus compañeras, quienes la cuidan para que no se tope con su presunto agresor, el maestro Francisco Javier N, a quien denunció por agredirla sexualmente dentro de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana (UV), en Xalapa.

El caso de Luz es parte de la lista de 83 quejas que fueron interpuestas ante la Unidad de Género de la Universidad Veracruzana (UV) por actos de violencia de machista registrados entre septiembre de 2021 y marzo de 2023.

Tras la queja de Luz, una alumna más se animó a iniciar el proceso de queja formal por violencia de género en contra del mismo docente, Francisco Javier N, y se visibilizaron los procesos de la Unidad de Género de la UV para atender casos en los que las víctimas continúan conviviendo en pasillos y otras áreas con sus agresores. 

Cuando Luz denunció al Francisco Javier N el pasado 14 de marzo ante la Unidad de Género de la UV, la universidad le brindó medidas cautelares: darla de baja de las materias que tomaba con el profesor, quien continúa dando clases pese a que existe un proceso en su contra dentro de la casa de estudios.

“Una de las medidas cautelares que implementó la Universidad Veracruzana es darme de baja de las materias que estaba tomando con él actualmente y cambiarme a otras materias, de igual manera, varias de mis compañeras me apoyan acompañándome en el cambio de salón, en acompañarme, en que no me cruce con él en los pasillos”, narra Luz.

El profesor Francisco Javier N fue expuesto públicamente en el tendedero del acoso que estudiantes colgaron en la Facultad de Arquitectura UV el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Al menos 15 señalamientos por hostigamiento, agresiones sexuales y comentarios discriminatorios cayeron sobre el docente. 

¿QUÉ DICE EL ÁREA DE GÉNERO DE LA UV?

De acuerdo con la titular de la Unidad de Género de la UV, Anabel Ojeda, las investigaciones de las denuncias en contra de los profesores se realizan conforme con sus derechos, ya que, al tratarse de presuntos agresores, se deben preservar sus derechos laborales.

En los casos de los maestros que son denunciados y que continúan dando clases, comentó que esto pasa debido a que la Constitución los protege con la presunción de inocencia. De no respetarse los procesos, estos podrían buscar ampararse y pedir su reinstalación.

“Yo quisiera que si una chica me dice ‘él me violentó’, poderlo sancionar al otro día, pero los procesos no nos lo permiten y si lo hiciéramos así entonces ellos tienen todo el derecho de ir a una instancia externa, de un juez y ampararse y entonces, efectivamente, el despido sería injustificado, porque no se hizo el proceso y los reinstalaría. Entonces no podríamos hacer nada porque no se le puede juzgar dos veces a una persona por la misma cosa”, indicó.

La Universidad Veracruzana modificará este 2023 el protocolo de atención a víctimas de violencia de género. Según Anabel Ojeda, las autoridades buscarán sanciones justas para los agresores, así como procesos más amigables para las personas que denuncian.

“El protocolo es susceptible a cambios cada dos años y este año le toca cambios, estamos proponiendo otras maneras, está también en el plan de trabajo rectoral generar procesos como más amables, más sencillos, con menos vericuetos para todo el mundo, pero sobre todo para las víctimas, tenemos propuestas nuevas”, mencionó.

De acuerdo con Anabel Ojeda, de septiembre de 2021 a marzo del 2023 se registraron 83 quejas por acoso, hostigamiento sexual y otros tipos de violencia de género, así como otros cuatro casos por discriminación. De estas 83 quejas, solo dos estudiantes fueron expulsados y cinco profesores fueron rescindidos.

Los casos fueron desglosados de la siguiente manera: 27 por acoso sexual, 15 por hostigamiento, 41 por otro tipo de violencia de género no especificada y cuatro por discriminación.

En el caso de Luz, estudiante de Arquitectura, este 24 de marzo acudió a firmar el acta de denuncia. Este documento, de acuerdo con el protocolo de la UV, será enviado junto con las pruebas que presentó la alumna a las oficinas de relaciones laborales junto con la versión que haya presentado el profesor.

En esa instancia de la UV se analizará y basado en los estatutos de la propia universidad, en un máximo de 30 días se determinará la sanción que recibirá el profesor en caso de que el área encargada lo considere responsable de la agresión sexual señalada.

“Estamos haciendo todo lo posible con una perspectiva de género estricta, pero los tendederos no los podemos atender y está fuera de las manos de la UV, eso lo dice en la Constitución, la queja tiene que ser formal porque en la Constitución dice que todo mundo tiene derecho a saber quién los acusa y de que se le acusa y en el tendedero es anónimo”, añadió Anabel Ojeda.