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Demolición del Pirata Fuente: Último golpe a la pasión por los Tiburones Rojos

  • Carlos Navarrete
Ni mantarrayas ni bucaneros: aficionados piden que el nuevo equipo lleve el nombre Veracruz y juegue de rojo y azul

Veracruz, Veracruz.- "Nuestra finalidad es celebrar al equipo que, aunque no está, para nosotros sigue existiendo”, dice Miguel Gómez, quien forma parte de la barra Imperio Rojiazul.

El aficionado de los Tiburones Rojos viste una playera una de los escualos; a su espalda, quedan las ruinas del estadio Luis Pirata Fuente.

Los aficionados de los Tiburones Rojos del Veracruz esperan el próximo 9 de abril para celebrar el 80 aniversario del club, extinto y desafiliado de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), a las afueras del estadio Luis Pirata Fuente, en Boca del Río.

 

El inmueble, alguna vez casa de los escualos, es remodelado por el gobierno del Estado de Cuitláhuac García, que busca regresarle el futbol a Veracruz con un equipo que puede ser nombrado de cualquier manera, pero menos con el mote de Tiburones Rojos, nombre que sus aficionados llevan tatuado en el corazón.

Los aficionados del club escualo se reúnen a un costado de la barda del Coloso del Fraccionamiento Virginia, en donde hace poco menos de un año, el 4 de abril de 2022, pintaron el escudo del equipo previo a su 79 aniversario.

Sus empleos y actividades los limitan, sin embargo, una vez más se dieron cita en el estadio Luis Pirata Fuente, como en aquellos tiempos en que fueron barristas, para hablar de sus pasiones: el futbol y los extintos Tiburones Rojos.

Aunque son conscientes de que la franquicia está desaparecida, los barristas de Imperio Rojiazul sueñan con que, un día no tan lejos, los tambores y las matracas suenen nuevamente en el estadio, bautizado en honor a Luis de la Fuente y Hoyos “El Pirata”, histórico del futbol mexicano.

Miguel Gómez, Roberto Ceballos y Jesús Domínguez aseguran que nadie del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez consultó a los aficionados de los Tiburones Rojos sobre el proyecto que busca traer de vuelta el futbol profesional a Veracruz.

“El gobierno y los empresarios que traen el proyecto no nos están tomando en cuenta a la afición ni a los verdaderos aficionados, la gente está inconforme con los nombres que proponen, son nombres de burla. Nosotros estamos a disposición para dialogar, dar ideas”, señala Miguel.

VERACRUZ Y LOS MISMOS COLORES

Miguel Gómez tiene dos puntos claros respecto al proyecto que busca devolverle el futbol al estado: el nuevo equipo debe llevar los colores rojo y azul, por sentido de pertenencia, y el nombre Veracruz, como identidad. Si no es así, los barristas no quieren nada.

“Si el equipo que llega viste los colores rojo y azul y su escudo no trae algún mote u otra cosa, lo seguiremos llamando para nosotros Tiburones Rojos de Veracruz, aunque en el papel no lo traiga.

Que se llame Veracruz FC, Futbol Club Veracruz, alguna variante de los nombres pasados que se usaron, Veracruz AC, Veracruz Fútbol. Deportivo Veracruz creo que lo tiene patentado Kuri (Fidel), pero pueden usar un genérico, pero siempre y cuando se llame Veracruz y sin mote”, dice el aficionado.

A sabiendas de que los nombres tiburones, rojos y escualos están vetados por la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) y la FIFA, ni delfines, ni mantarrayas, mucho menos bucaneros, son opciones para los aficionados del club.

EN LAS BUENAS Y LAS MALAS

Para Roberto Ceballos, integrante de la barra Imperio Rojiazul desde 2016, es importante que el nuevo club, que haría su debut en la Liga de Expansión, rescate la esencia de lo que algún día fueron los Tiburones Rojos del Veracruz, porque el compromiso de la afición será acompañar al equipo, en las buenas y en las malas.

“Nosotros estamos ansiosos de que regresen los Tiburones Rojos, es nuestra pasión, nuestra felicidad y nosotros lo apoyaremos siempre. La idea es que llegue a Liga de Expansión y aquí vamos a estar presentes, desde abajo, como siempre, en las buenas y en las malas, pero que no se pierda la identidad, la esencia, los colores”, expresa.

Jesús Domínguez, de 40 años y barrista desde 2016, recuerda la primera vez que pisó el Luis Pirata Fuente. Fue en 1989, en los tiempos de Jorge Comas y Omar Palma, dos de los más grandes ídolos de la afición jarocha. A mediados de los 90’s vio jugar a Antonio Carlos Santos y, más tarde, a la “legión colombiana”, con René Higuita al frente.

El seguidor escualo apoyará a los jugadores alentándolos para dar lo mejor sobre el césped, sólo si el equipo regresa bajo las recomendaciones de la afición. 

“Nosotros somos originales, yo creo que somos el único equipo original en toda la liga, aunque a muchos les duela, para mí el tiburón es un equipo original y los colores no se deben perder, que son el azul marino y el rojo. Lo principal es que se conserve el nombre de Veracruz”, comenta.

EL PROYECTO DE CUITLÁHUAC

El gobernador Cuitláhuac García Jiménez informó el pasado 13 de febrero que, a causa de un veto de la FMF y la FIFA, el equipo de futbol profesional que llegue a Veracruz ya no podrá llevar los motes de tiburones, escualos ni rojos.

De acuerdo con el mandatario estatal morenista, el nuevo equipo tiene prohibido llamarse Tiburones Rojos del Veracruz, sin embargo, aclaró que, a petición de su gobierno, la nueva franquicia debe llevar la denominación Veracruz.

"Pues el nombre que aquí hemos pedido es que lleve Veracruz, al parecer lo aceptaron y también la Federación Mexicana y que nada más cuidemos que no lleve tiburones, escualos ni rojos", declaró en ese momento.

Sin dar mayores detalles, el mandatario estatal confirmó que ya hay empresarios interesados en invertir para que un nuevo equipo pueda jugar en el estadio Luis Pirata Fuente.

REMODELACIÓN DEL PIRATA FUENTE

El Gobierno del Estado de Veracruz invirtió 400 millones de pesos para la primera etapa de rehabilitación y reconstrucción del estadio Luis Pirata Fuente. Los trabajos comenzaron en diciembre de 2022 y se prevé que concluyan en octubre de 2023, según Cuitláhuac García.

Según el gobernador, el inmueble tendrá butacas más amplias y con mayor comodidad, lo que reducirá el aforo del estadio. Además, habrá 10 mil lugares menos, es decir, que una vez que quede listo, el estadio recibirá únicamente a 27 mil 500 aficionados.

“Le vamos a meter mano, que no sea el cemento que estaba en las gradas, esto ya se va a cambiar, serán otras condiciones y eso reduce un poquito el número, pero es más confortable, pensamos que estemos como en unos 10 mil asientos menos del original, para darle cabida a dos cosas, mejores asientos, que eso ayuda a hacerlos numerados, orden, una presentación que ya exigen los estadios de primer nivel”, manifestó.

El estadio  tendrá una segunda etapa de rehabilitación. Ante los ojos de Miguel, Roberto, Jesús sólo quedan las ruinas de un estadio que vio jugar a Luis de la Fuente, Jorge Comas, René Higuita, Luis “El Matador” Hernández y Cuauhtémoc Blanco.