Un mecánico de motocicletas fue asesinado a la entrada de su taller, ubicado en la calle de El Ejido, a unas cuantas cuadras del palacio municipal. Esta es la cuarta muerte violenta que se registra en la zona cañera del llano en los últimos tres días.

El mecánico, identificado como Octaviano Martínez, se encontraba laborando en su taller cuando al lugar se acercaron sujetos a bordo de una motocicleta, uno de los cuales sacó un arma de fuego y le disparó, por lo que el trabajador quedó tendido en el piso, en la entrada del negocio.

Pobladores alertaron de lo ocurrido a las autoridades, a las que reportaron haber escuchado varios disparos, por lo que al lugar llegaron elementos de la policía municipal, quienes se percataron que el infortunado ya no presentaba signos vitales.

Por lo anterior, procedieron a acordonar la zona mientras daban parte a la Fiscalía Regional, cuyo personal llegó al sitio para abrir la carpeta de investigación correspondiente por este homicidio, mientras peritos en criminalística procedían a la inspección ocular.

El cuerpo del mecánico fue trasladado al anfiteatro, en donde el médico legista tendrá que practicarle la necropsia de ley, para que posteriormente pueda ser entregado a sus familiares. Cabe mencionar que este asesinato es el cuarto que ocurre en los últimos tres días. 

El pasado 24 de noviembre, una obrera del ingenio San José de Abajo, en el municipio de Cuitláhuac, fue asesinada cerca de su lugar de trabajo, cuando transitaba a bordo de su motocicleta. La mujer fue identificada como Luciana Santiago, conocida como “La Güera”. 

La fémina circulaba por un camino de terracería cuando fue interceptada por sujetos desconocidos que le dispararon en repetidas ocasiones, por lo que quedó tendida en el lugar y al acudir las autoridades vieron que ya no signos de vida, por lo que se procedió con las diligencias por este homicidio.

Asimismo, el 27 de noviembre, dos hombres fueron encontrados encajuelados también en la congregación de San José de Abajo, en Cuitláhuac. Uno de ellos fue identificado como Alejandro “N”, taxista de Córdoba, en tanto que el otro era Joaquín Bernabé, habitante de la comunidad de La Patrona, un ciudadano de Amatlán de los Reyes.

En este doble homicidio, trabajadores del ingenio se percataron de que había un taxi con número económico de Córdoba en aparente estado de abandono, cerca del corralón de la empresa, con las luces encendidas y la cajuela semiabierta. Al acudir, las autoridades policiacas encontraron a los dos varones sin vida y maniatados.

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