Sobre terrenos ganados al mar, junto a la Gran Plaza del Malecón en la ciudad de Veracruz, se erige la Torre Pemex, un imponente edificio de 13 pisos y 54 metros de altura. 

Esta construcción, que en la década de los sesenta se consideró una referencia de la cultura moderna y que albergó las oficinas del Banco de México, para después ser la sede de Petróleos Mexicanos, hoy se encuentra en deterioro y en el olvido.

A inicios de este sexenio, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, dijo que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se trasladaría a Veracruz, precisamente a las oficinas de la Torre Pemex, como parte del proyecto de descentralización de las dependencias. A la fecha, esa iniciativa quedó en el discurso. 

De acuerdo con lo anunciado por AMLO en su campaña del 2018, la descentralización de las secretarías fue el compromiso número 54 de los 100 que hizo. Con esto el presidente buscaba enviar a las distintas dependencias federales a los sitios que, a su consideración, eran importantes que estuvieran.

A cuatro años de esta promesa, López Obrador reconoció en distintas conferencias que estos proyectos siguen inconclusos. En el caso de la Torre Pemex, el director de la Conagua, Germán Arturo Martínez Santoyo, declaró en pasadas entrevistas que la mudanza iniciaría en 2021 y concluiría en el segundo semestre del 2022.

No obstante, apenas hace un mes y medio un grupo de trabajadores de la Conagua llegó a ocupar las instalaciones, según información del área de prensa de las oficinas locales.

E-Consulta Veracruz buscó entrevista con personal de la Conagua, para que aclarará el porcentaje de trabajadores que se ha mudado a las oficinas frente al Golfo de México, pero no hubo respuesta hasta la publicación de esta publicación.

En el deterioro estructura y fachada

Este edificio es uno de los atractivos que se encuentran en la Plaza del Malecón, su estructura moderna contrasta con las demás construcciones con características colonias y porfirianas que hay en el Centro Histórico de Veracruz.

Su construcción inició en 1950 y terminó dos años después, bajo la dirección del arquitecto Carlos Lazo Barreiro, quien fue el encargado de hacer distintos edificios que hoy son sede de dependencias gubernamentales, durante la presidencia de Miguel Alemán Valdés (1946-1952). 

La Torre Pemex tiene un aproximado de 70 años de uso y en aquella época fue considerada el edificio más grande del Golfo de México, con un concepto de urbanismo y paisajismo.

“Este edifico, Miguel Alemán lo hizo para que los que entraran al puerto se llevaran una imagen moderna del país, algo innovador”, agrega Lina Arceo, ingeniero estructurista y expresidenta del Colegio de Ingenieros Civiles de Veracruz.

Aunque a simple vista pareciera que el paso del tiempo y el salitre no ocasionaron daño al lugar, al acercarse se puede una fachada deteriorada, la fuente que rodea el inmueble y que permanece sin agua es ocupada por parejas de estudiantes que pasan sus tardes sentadas en el muro o sus escaleras.

Hay grietas en los muros de la parte que da hacia el mar, sus escaleras de emergencia y gran parte de su estructura metálica se encuentra corroída por el óxido y en agosto algunos trabajadores del lugar manifestaron sus quejas debido a que elevador dejó de funcionar.

Mediante redes sociales difundieron fotos del interior de la torre, afirmaron que el sitio se encontraba en malas condiciones.

Lina Arceo, lamenta que esta construcción esté en el olvidado, señala que el último mantenimiento que hubo en el lugar fue hace 30 años.

“Actualmente tiene mucho deterioro, tanto interior como exterior en la estructura. Hace como 30 años se le adicionaron unas escales para emergencia, porque no las tenía y esas están totalmente deterioradas, es un peligro”, dice Lina Arceo.

Esculturas y mural en deterioro

Lina Arceo señala que el edificio, no solo cuenta con gran importancia por las características de su construcción, sino por las obras de artes que hay en las inmediaciones y dentro del lugar.

Antes de que fuera cerrado al público, contaba con un museo dentro del sitio, también un mural en el primer piso titulado “Águila en Vuelo” del artista Jorge González Camarena, con 250 metros cuadrados, que actualmente permanece sin ser visitado por personas externas al edificio.

Mientras que las esculturas que se encuentran a fuera del sitio y que fueron esculpidas por Francisco Zúñiga, uno de los artistas mexicanos más influyentes del siglo pasado, también están en deterioro.
Por ejemplo, la “La Riqueza del Mar” que está rodeada por una fuente con agua estancada y que representa a dos pescadores, el pueblo veracruzano y mexicano, los cuales atrapan en sus redes a una mujer de grandes proporciones que simboliza los recursos que se obtienen del mar, tiene grietas y parte de su estructura está en pedazos.

Al igual que “La Cosecha”, esta obra de arte se encuentra en uno de los relieves izquierdos, representa al pueblo veracruzano, también sufre los mismos daños.

“Este es un edificio muy significativo que lo han dejado en el olvido, las obras de arte privilegian al edificio y el lugar, por lo que no debería estar tan descuidado”, concluye Lina Arceo.

La especialista añade que estos vestigios de la historia moderna de Veracruz deberían de recuperarse, aunque la estructura de la edificación se encuentra bien hecha, si persiste el desinterés del mantenimiento de la fachada y demás zonas, podría tener daños irremediables.

ys