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Vargas: pueblo de Veracruz sin agua que proveerá de cerveza a otros países
A casi 30 kilómetros de la ciudad de Veracruz, rodeada de vías del tren y ríos casi secos, se encuentra Vargas, localidad escogida por la cervecera internacional Constellation Brands, para hacer una de sus fábricas.
En la población de dos mil 647 habitantes, la incertidumbre es latente por el consumo de agua que requerirá la empresa y por la promesa de empleos que dará a sus habitantes.
A pesar de que no realizaron una consulta popular -como lo dicta la Semarnat- sobre la construcción de la fábrica, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el 22 de abril, con bombo y platillo, su llegada.
Hace no más de un mes los pobladores estuvieron sin agua casi 20 días y los ríos y lagunas de la zona se encuentran contaminados y desaparecen diariamente.
Sin embargo, a unos metros de la entrada a Vargas, se observa un largo camino de concreto hidráulico que, según uno de los trabajadores del lugar, será la entrada a la cervecera.
Ese camino, que lleva a unas largas rejas metálicas, se encuentra en un terreno de 300 hectáreas, donde ya habrían construido tres pozos grandes, como los que no hay en el pueblo, que surtirán de agua a la empresa que exporta cerveza, vinos y licores a Estados Unidos, Nueva Zelanda, Italia y Canadá.
De acuerdo con el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, esta empresa creará 2 mil empleos directos y 10 mil indirectos, con la inversión de mil 300 millones de dólares.
Para llegar a Vargas se puede tomar transporte público en la avenida Salvador Díaz Mirón de la ciudad de Veracruz por 18 pesos, en auto personal o pagando más de 200 pesos en taxi.
Es más de una hora lo que se recorre para llegar al pueblo, donde la mayoría de la población se transporta en mototaxi, un transporte público que puede sacarte de Vargas si le pagas 10 pesos.
Enfundado en palmeras y pequeños árboles, Vargas se convertirá en la cuna de una de las cerveceras más grandes a nivel internacional, Constellation Brands.
En meses anteriores, la noticia comenzó a esparcirse por Vargas y con ello que, la empresa brindará más de dos mil empleos a los habitantes.
"Muchos están de acuerdo porque va a generar empleos, pero otros dicen que solo nos van a quitar el agua", expuso Mariana Hernández, mientras aliña pollos en su pequeño puesto.
Alfonso Cortez Lara, profesor investigador titular en el departamento de Estudios Urbanos y Medio Ambiente del Colegio de la Frontera Norte (Colef) sede Mexicali, señaló en entrevista con E-Consulta Veracruz, que la empresa cervecera trabaja mediante robots y que sería poca la mano de obra humana que requiere.
Al igual que los ingenieros que provienen de otros países, por lo que duda que sea del total beneficio de los veracruzanos, tampoco ocupan la malta y la cebada, pues no se produce en Veracruz.
Cortez Lara explicó que Constellation Brands trabaja de forma robotizada, es decir, máquinas sustituyen las acciones que hacen o podrían hacer las personas contratadas; que en Veracruz serían 2 mil plazas.
Ante esto, José, un antiguo vendedor de nieves en Vargas, reconoció que la compra de tierras se hizo con hacendados del pueblo, por lo que duda mucho que los beneficiados sean “los de abajo”.
“Si hubieran sido campesinos, les hubieran pagado bien poquito, estas hectáreas las pagaron en cuatro millones cada una”, apuntó.
El hombre teme que la empresa los deje sin agua como ocurrió con Comercializadora e Industrializadora Agropecuaria (CIASA), conocida como el rastro de Vargas, una fábrica del lugar que dejó casi seco el río Paso Derecho.
Paso Derecho era uno de los más visitados por los vecinos de Vargas, San Julián, Loma Iguana y Victorio Delfino, cuando la empresa llegó al sitio y comenzó a enviar sus desechos y restos.
Constellation Brands pinta parecido. Según la alcaldesa de Veracruz, Patricia Lobeira Rodríguez, la empresa cuenta con un plan de mejora e inversión, pero Cortez Lara pone en duda el discurso de autoridades.
“Hay que poner particular atención al tema de la contaminación, porque yo sé que en esa zona del país hay ese tipo de problemas: contaminación de fuentes de agua”, señaló.
Mientras la noticia de la nueva empresa recorre el pueblo, el río Paso Derecho baja de nivel y se pinta de color marrón día con día.
Margarita, junto con sus cuatro hijos, acostumbraba a lavar ahí junto con su familia, cuando el río era cristalino y apenas se miraba un metro de playa.
Actualmente, la playa duplica la extensión del río, sus hijas nadan en el lugar, pero el agua no le llega a la cintura: “está medio sucio, pero por la costumbre nos gusta venir”.
La mujer que descansa en una toalla narró que es difícil ver perder el río, pero desde que llegaron las fábricas, se acabó y ensuciaron el agua.
Pedro Lara, vecino del pueblo San Juan, confirmó los hechos: “El rastro infectó el río de aquí, nunca se hizo una planta de tratamiento, por lo que pedimos compromiso ambiental (a Constallation) y limpieza.”
Si bien, algunos vecinos muestran su negativa, Lara aseguró que, hasta ahora, nadie en Vargas ha protestado por el rastro. “Y no sé si hagan algo ahorita que están vendiendo sus tierras a gran precio”.
Son varios los habitantes de Vargas los que dijeron no querer a la empresa: “Nos van a dejar sin agua”, “no nos avisaron”.
No obstante, algunos sí fueron avisados. Una vecina que prefirió guardar su nombre expuso que, mientras decían que la cervecera se construiría al sur de Veracruz, en Vargas el DIF Municipal los censaba puerta por puerta.
“A mí no me tocó que censaran, pero los del DIF pasaron casa por casa y vinieron a darles refrigeradores, estufas y todo. Luego de eso, vino el presidente y por eso nadie dijo nada”, apuntó.
Más de una persona en Vargas dijo acudir gustosa al encuentro con el presidente, “le llevamos un dibujo de él y lo firmó, dice que va a dar empleos”.
Ahí el presidente dijo que la empresa ya no se instalaría en otro estado, que sería una de las mejores empresas para la zona. Los habitantes de Vargas atinaron a decir: “pues quién sabe”.
Un futuro incierto que afectará a varias localidades
En un inicio, la empresa Constellation Brands construiría su planta en la ciudad de Mexicali, en Baja California. Tras el rechazo de los habitantes, debido a una escasez de agua en la región, movió su sede al estado de Veracruz, donde se anunció una inversión de mil 300 millones de dólares.
Cortez Lara, quién fue uno de los ambientalistas e investigadores que apoyó a remover a la cervecera de la ciudad de Mexicali, indicó que la empresa incurrió en diversas comisiones ilegales para que se le otorgara el permiso de construcción en aquella ciudad.
“Ellos llegaron por abajo del agua y empezaron a negociar con el sector empresarial y con el gobierno, casi se les regaló la tierra, se las vendieron a precios bajos, iban a construir un acueducto de 47 kilómetros. Todo eso ya se había hecho antes de que la gente lo supiera”, comentó Cortez Lara.
Más tarde el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que durante la entrega de la concesión a la empresa hubo corrupción, esto durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
"Claro que sí (hubo corrupción), influyentísimo. Nada más es cuestión de pensar: ¿Cómo dar un permiso para construir una planta cervecera que consume agua en donde hay escasez de agua?", declaró en su conferencia de prensa.
López Obrador, señaló que el estado de Veracruz fue elegido debido a la abundante agua que posee, por lo que la cervecera se localizaría en la localidad de Vargas.
Pese a este discurso, el ambientalista y presidente de la Asociación Veracruzana para la Concientización Ambiental, A.C. José González Martínez, señaló que la realidad que se vive en el estado es completamente diferente a como la pintan.
“Veracruz vive uno de los peores estreses hídricos (demanda de agua) de la historia, falta voltear a ver cinco kilómetros al norte de Vargas encontramos el poblado de San Julián, el cual debido al mal manejo que se hizo de cambio de suelo y al no mantenimiento de humedales, una de las lagunas más importantes de Veracruz está a punto de desaparecer”, aseguró González Martínez.
De acuerdo con el ambientalista, este proyecto podría afectar no solamente a la localidad de Vargas sino a las aledañas a la zona.
Ya que en esas localidades existe el manto acuífero Costera Veracruz 3004 Perote-Zalayeta, que abarca municipios como Huatusco, Úrsulo Galván, La Antigua, Veracruz, Boca del Río, Paso del Toro y Paso de Ovejas y que fue declarado como vetado para cualquier tipo de extracción en 1970, esto debido a la explotación por la industria ganadera que hubo.
A esto se le sumó la falta de una política hídrica, lo que causó que muchas lagunas, ríos y diferentes mantos acuíferos estén con un cauce bajo o a punto de desaparecer.
“He platicado con gente de la localidad rural, algunos de ellos reclaman que cómo es posible que la Comisión Nacional del Agua otorgue permisos para hacer cerveza, cuando ellos en ciertas temporadas del año no tienen ni para dar de comer a su ganado”, dijo.
Además de que los pozos artesianos que realizan para la producción agrícola tienen poca agua, por lo que sí se va a extraer del mismo acuífero de donde ellos la extraen, dejarían a un lado la cuestión agrícola para darle mayor importancia a la industrial.
Los habitantes de Vargas, también se encuentran en ese dilema, Roberto, que hace siete meses llegó a vivir a la localidad junto con su esposa, narró que su familia política no se encuentra muy de acuerdo con este proyecto.
“Muchos habitantes ocupan el agua para su ganado, ellos la toman del río, hay otros que cuentan con pozos, pero si llega la empresa es probable que se acabe esta agua y los más afectados serán los campesinos”, indicó.
Alfonso Cortez Lara, afirmó que la cervecería ocuparía 20 millones de metros cúbicos de agua anuales.
Esto equivale al agua necesaria para abastecer a 200 mil habitantes al año, lo que representa a dos terceras partes de la población estimada de la capital del estado Xalapa.
La alcaldesa del municipio de Veracruz, Patricia Lobeira Rodríguez, aseguró que la empresa cuenta con un modelo de recuperación de agua, con el que regresarán dos litros por cada uno que utilicen.
“No, el tema del agua ya se está viendo, ya está resuelto, ya que ellos compraron concesiones que ya existían, no compraron ninguna extra, aparte ellos tienen un sistema interesante, porque de cada litro de agua que ellos utilizan regresan dos, como parte de su responsabilidad social”, dijo la alcaldesa.
Aunque Lobeira no mencionó cuál es el procedimiento o cómo se realizaría, aseguró que los poblados aledaños no sufrirán de esta escasez.
José González indicó que es preocupante que con la crisis de agua que se está viviendo en algunas zonas del estado, se instale una cervecera que llevará su producto a otros países y dejará a localidades sin agua.
Según los pobladores, ellos se enteraron de la construcción de esta empresa por rumores y mediante las noticias, así que, en ningún momento, fueron consultados si querían o no este proyecto.
El ambientalista señaló que esta es una grave omisión por parte de las autoridades, debido a que están violando una de las fases que solicita el estudio del impacto ambiental que requieren para comenzar con el proyecto.
“Si esta aprobación no se dio o se hizo bajo el agua los propios habitantes de la zona rural, no solamente Vargas, si no aledañas pueden ejercer una acción colectiva para que se les niegue la instalación de ese lugar”, dijo José González.
Pese a que el panorama que pinta el Gobierno Federal y Estatal, al igual que los ejecutivos de esta empresa, augura una gran derrama económica y de empleos, el ambientalista José González señaló que esto servirá de poco si el costo que se debe de pagar es la falta de agua para los habitantes.
“Tenemos miedo de quedarnos sin agua, como en otros lugares”, dijeron.
FP