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De litigar a terminar en una fosa: La historia de 3 abogados de la UV
La tarde del 01 de febrero de 2016, dos historias se entrelazaron en la entrada de la Policía Federal, en el municipio de Veracruz. Ese lugar, por cinco años, fue la última pista de al menos seis personas. Todas terminarían siendo asesinadas y enterradas en una fosa marcada con el número cinco, en el cementerio clandestino de Arbolillo.
Esas dos historias tuvieron un origen: la detención de Josele Márquez Balderas, alias “El Chichis”, presunto líder de los Zetas en la región de Córdoba. Ese primero de febrero -revelaron fuentes policiales- él y un grupo de motociclistas salieron de Córdoba al municipio de Tlacotalpan, donde se celebraría al día siguiente la fiesta de La Candelaria.
La caravana avanzó unos 70 kilómetros hasta Cotaxtla, donde “El Chichis” fue interceptado por elementos de la Policía Federal y de la Fuerza Civil, en un retén que montaron sobre el tramo carretero La Tinaja–Paso del Toro. Junto a Josele Márquez detuvieron a otros dos hombres.
El entonces fiscal general del estado, Luis Ángel Bravo Contreras, contó a la revista Proceso que a “El Chichis” se le relacionaba con seis homicidios dolosos cometidos en la región de Las Altas Montañas. Y, dijo, él y los demás detenidos serían enviados a las instalaciones de la Policía Federal, ubicadas en la entrada del puerto de Veracruz.
Hasta ese lugar se trasladaron los padres de “El Chichis” para saber los detalles de su situación legal, Hesiquio Márquez Vázquez (61 años) y Reyna Balderas Rayón (60 años). A ellos los habría acompañado Noé Gerardo García, de 30 años.
Ese mismo día, tres abogados -egresados de la Universidad Veracruzana (UV)- también fueron contactados para litigar el caso: Israel Ricardo García Sánchez (38 años), Jovanni Gerardo Sol Guevara (29 años) y Sayra Anahí Aguilar Arce (31 años). Ninguno imaginó que esa diligencia los conduciría a la muerte.
Salieron a trabajar y ya no regresaron
Era la una de la tarde del 01 de febrero, refirió en entrevista Martha Elsa Sol Guevara. Su hijo, Jovanni, recibió una llamada y él le dijo que debía salir de urgencia. Dejó fojas de oficios sobre su escritorio y se montó un pantalón de mezclilla color azul, una camisa a cuadros blanca con roja y sus zapatos negros.
Jovanni contactó a la abogada Sayra Anahí Aguilar y le dijo que había surgido un caso y le pidió que lo acompañara. Salieron a las tres de la tarde a bordo de un vehículo Ford Ka color arena y se reunieron con un tercer abogado, Israel Ricardo García, quien llegó a la Policía Federal en una camioneta blanca Ford expedition con placas del Estado de México.
Los tres litigantes, por separado, avisaron a sus familias que habían llegado con bien y que regresarían más tarde. Ricardo llamó a su esposa; Jovanni a su madre; y Sayra se reportó con su padre, Víctor Manuel Aguilar. Le dijo que no conocía el caso, pero que la habían invitado como acompañante.
La estancia de los abogados en el edificio federal fue confirmada por las propias autoridades, pues dos de ellos firmaron la hoja de registro. La camioneta blanca quedó abandonada en el estacionamiento de ese recinto, mientras que el vehículo Ford Ka desapareció.
A ese lugar también llegaron los padres de “El Chichis”, Hesiquio Márquez y Reyna Balderas, junto con Noé Gerardo García, todos con domicilio en Córdoba. Se ignora la familia del detenido y los abogados cruzaron palabra, no obstante, hoy se sabe que todos fueron privados de la libertad y trasladados a unos 65 kilómetros de distancia, a la comunidad de Arbolillo, en el municipio de Alvarado.
Los familiares de los abogados Jovanni Sol y Sayra Aguilar emprendieron una búsqueda a lo largo del corredor Orizaba-Córdoba. Desde un inicio, acusaron que fueron revictimizadas por autoridades estatales, debido a la profesión que ejercían sus hijos.
“En la Fiscalía, en lugar de buscar a mi hijo me dicen que revise si tiene millones de pesos en el banco, terrenos o casas lujosas. Se empeñan en relacionarlo con “El Chichis”, pero ya revisé y les digo que solo dejó 7 mil pesos en su cuenta. Y si no me creen que vayan a mi casa, verán que somos pobres”, contó la madre de Jovanni Sol en una entrevista del 01 de mayo de 2016.
El trato, no obstante, fue distinto en la Policía Federal, reconoció. “A lo que hayan venido sus hijos, a quien defendieran, ellos venían a trabajar. Nosotros juramos defender a todo el que necesite de nuestros servicios, sea bueno o malo”, le dijeron a Martha Elsa Sol.
De la búsqueda de Sayra Anahí Aguilar se hizo cargo su padre, Víctor Manuel, quien participó en diversas marchas en la región de Orizaba para reunir pistas que ofrecía a las autoridades.
El caso de los señores Hesiquio Márquez y Reyna Balderas fue reservado durante años. Fue su hijo, Josele Márquez, “El Chichis”, quien promovió un recurso desde el penal federal de Villa Aldama para obtener la declaración especial de ausencia de su padre por desaparición.
Así se marcharon cinco años. En marzo de 2021, el padre de Sayra Anahy Aguilar fue contactado por sus compañeros del colectivo, quienes le informaron que habían encontrado restos y pertenencias de su hija en una de las fosas en la comunidad de Arbolillo.
El cementerio clandestino de Arbolillo fue encontrado por personal de la Secretaría de Marina el 18 de marzo de 2017, donde en una primera búsqueda hallaron 44 cadáveres, entre ellos los de tres marinos que fueron privados de la libertad el 31 de enero de ese año en el fraccionamiento Buena Vista, del puerto de Veracruz.
El lugar tuvo una búsqueda durante meses, misma que fue criticada por el colectivo Solecito, quienes solicitaron a autoridades reabrir el predio y así encontraron más fosas, entre ellos una que marcaron con el número cinco, allí desenterraron en ocho días de trabajo, bajo el sol, los cadáveres de siete personas, entre ellos los seis desaparecidos del dos de febrero de 2016.
“Encontraron las botas de mi hija, su pantalón y su blusa; también estaba ahí su credencial del INE y su cédula profesional”, explicó a E-Consulta Víctor Manuel Aguilar.
Entre los siete cuerpos desenterrados, también está el de una mujer identificada como Yesica Guadalupe Cano Sánchez, quien, de acuerdo con información oficial, desapareció en la misma fecha a los 33 años de edad. Era originaria de Córdoba.
Este miércoles 23 de marzo, finalmente fueron entregados los restos de los tres abogados: Sayra, Jovanni e Israel, originarios de Río Blanco y Orizaba, Veracruz. El padre de Sayra confesó que guarda sentimientos encontrados.
“Hay alegría porque podré darle cristiana sepultura, ya en mi corazón hay paz y tranquilidad, pero ya no podré encontrarla con vida. Que dios les dé a los responsables el castigo que merecen, porque aquí en la tierra la justicia dudo que llegue. Que haya justicia divina”, pidió Víctor Manuel Aguilar.
En colaboración con: Yesenia Santos, Obed Navarro y Jorge Galicia
FP