Veladoras encendidas, plantas medicinales y diversos rituales son los escenarios característicos del primer viernes de marzo, en el cual, según creencias, es una fecha especial en la que las energías fluyen de mejor forma, favoreciendo la realización de las conocidas limpias e incluso de misas negras, mismas que se empiezan a celebrar de forma especial a partir de las primeras horas del viernes.

La misa negra es conocida por algunos como una misa para dejar ir las malas energías, aunque también es conocida por ser una celebración en la que se realizan ofrendas y sacrificios para el señor de las tinieblas.

Es por eso que, con días de anticipación, los creyentes de estos ritos acuden con lista en mano a lugares donde venden productos esotéricos, en busca de encontrar los elementos que les ayuden a conseguir su objetivo, ya sea para un bien o para un mal.

Tan solo, dentro de los pasillos del mercado Jáuregui, puedes encontrar fácilmente más de 20 puestos dedicados a tratamientos naturistas y venta de productos esotéricos y, al menos 18 de ellos, son parte de una familia que lleva más de 40 años en el negocio de la venta de este tipo de productos, cuenta Patricia Anguiano, locataria del lugar.

Para este primer viernes de marzo, aclara que es muy común que soliciten limpias, la forma más común para atraer la buena suerte y el buen augurio.

Patricia cuenta que este día está ligado directamente con el comienzo de la cuaresma y de renovarte como persona (por eso la popularidad de las limpias en estas fechas). Pero así como servicios buenos, también ofrece otros tipos, como la lectura de cartas o de manos, mismos que desarrolla tras el telón de una cortina blanca que tiene en el local para las personas interesadas, brindándoles privacidad y la concentración de energías en el lugar.

Incluso, ella misma comenta que se hacen todo tipo de servicios o amuletos, ya sean para cosas buenas o malas, solamente con que el cliente llegué explicándole de la manera más explícita, para comprender bien sobre qué desarrollará el trabajo.

“Si tú quieres algo para lo malo, yo te lo vendo… porque si me dicen ‘yo quiero ponerle en la torre a alguien’ perfecto, yo les pregunto, qué quieres, porque siempre pregunto eso, ya que a como hay cosas buenas, hay malas”, comenta Patricia.

Rebuscando dentro los productos más visibles, llaman la atención las figuras de cerámica -los santos- que son, según la locataria, de los más vendidos y los más caros; el precio varía según el tamaño de estas figuras.

En el local se encuentran desde figuras católicas, como los tradicionales san Judas Tadeo, algunos Cristos o la propia Virgen de Guadalupe; pero también hay figuras de la Santa Muerte o Jesús Malverde -ambos son adorados, pero la iglesia no los tiene canonizados-; y según Patty, a todos los santos se le tiene devoción por la buena suerte que traen: en el caso de san Judas Tadeo, para el dinero; en el caso de Jesús Malverde, para los negocios. Y la Santa Muerte, para muchos tiene el mismo significado que las principales figuras católicas.

Para la locataria, vender santos de la devoción de las personas no representa ningún mal para ella, y por eso tiene de todo y para todos, sin predisponerse a alguna religión.

En estos días místicos, mágicos la gente busca en este tipo de locaciones amuletos o servicios para atraer salud, trabajo o dinero. Bien se dirigen al pasillo Q del mercado, donde Patricia atiende de manera privada detrás de una cortina. La gente vuelve, agradece y recomienda.

La publicidad se torna de boca en boca, hablando a través de sus 45 años de experiencia,  Patricia considera muy bueno su trabajo, pues, desde su perspectiva su principal labor es ayudar a la gente, por ejemplo, menciona que en sus puestos hay muchísima medicina, incluso más que en alguna farmacia, buscando tratar un sinfín de enfermedades y padecimientos, la mayoría, a base de la herbolaria.

Además de remedios naturistas, relata su trabajo con la energía, a través de los otros servicios que ofrece en su establecimiento. En cuestión de creencias, menciona que desde su parte, no hay predisposición religiosa en sus locales, pues ella y su familia, vende lo que piden.

A diferencia de Patricia, otros locatarios solo se dedican a la venta de santos, los cuales son muy solicitados en épocas de cuaresma, excluyendo a la Santa Muerte y a Jesús Malverde, pero que, aún así dicen respetar las creencias de sus compañeros locatarios.

FP