Veracruz, Ver.- Afectaciones a la salud, daños materiales en fachadas y autos, además de contaminación en las áreas verdes son las principales causas del daño que provoca el polvo de chatarra que vuela desde los patios del puerto de Veracruz a los vecinos de la colonia Formando Hogar.

El polvo de chatarra es un producto pulverizado derivado del metal, que es utilizado como combustible para la industria acerera y cementeras. En los patios del recinto portuario aledaños a la zona residencial es almacenado en montículos a cielo abierto.

De acuerdo a los testimonios de los vecinos y lo que se percibe impregnado en paredes de viviendas y mobiliario urbano, el polvo de chatarra vuela con los fuertes vientos generados por los frentes fríos hacía las colonias y fraccionamientos cercanos.

Vecinos como Dalia Carrera relata que son más de 12 años de lucha y quejas que llevan haciendo a la Administración del Sistema Portuario Nacional Veracruz (Asipiona), antes Apiver, para que reubique las zonas de almacenamiento de la chatarra, debido a las afectaciones que causa a la población cercana.

“Como viene triturada y es fierro (la chatarra) lógicamente va a soltar un polvo, ese polvo vuela todo el año, pero se siente más en la temporada de norte, ellos dicen que riegan la chatarra, pero la persona que venga ahí está el polvo de la chatarra”, dijo.

Nos libramos del coke y ahora es la chatarra

Antes de sufrir las afectaciones por el polvo de chatarra, vecinos de la zona norte de la ciudad de Veracruz iniciaron una serie de protestas que obligaron a la Administración Portuaria Integral de Veracruz, ahora ASIPONA, a reubicar la zona de almacenamiento del Pet Coke.

Al igual que la chatarra, el Pet Coke es un material pulverizado derivado de los hidrocarburos, que con los fuertes vientos era esparcido en los alrededores.

La autoridad portuaria cedió a las demandas de los vecinos y reubicó los patios de almacenamiento de dicho material, pero mantuvo la operación de la zona de confinamiento ubicada en las inmediaciones de la zona residencial para descargar la chatarra.

Dalia Carrera propone que la ASIPONA reubique la operación a la zona logística que se ubica en las áreas del nuevo puerto.

Autoridad ambiental insuficiente

Los vecinos afirman que todos los años presentan quejas y denuncias ante la Procuraduría del Medio Ambiente (PMA), para que investigue el presunto daño ambiental causado por el polvo de chatarra, pero hasta el momento no existe respuesta.

Evaristo Juvencio Castellanos, párroco de la iglesia La Divina Providencia, conforma que la falta de atención de autoridades genera daños no solo al ambiente, sino a vecinos que presentan constantes cuadros de tos y alergias.

“La irritación de los ojos, se llega a meter hasta la nariz, viene afectando la garganta, las vías respiratorias”, dijo.

Otra de las afectaciones se genera a las construcciones de los alrededores, el párroco aseguró que la iglesia a su cargo presenta desgaste causado por el polvo que se impregna en las paredes, principalmente en temporadas de nortes.

“La cúpula es grande, entonces lavarla, cepillarla mantenerlas se lleva unos 40 a 50 mil pesos de mano de obra, porque es peligroso”, comentó.

Mencionó que la parte más afectada es el costado que se encuentra en la calle  Jiménez,  ya que los azulejos se les impregnan el polvo negro que vuela de la chatarrería.

Los vecinos exigen a Asipona que reubique la chatarrera que ocasiona todo el polvo, al igual que hacen un llamado a la PMA para que voltee a ver su caso.

FP