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Escasez de limón deja a productores jarochos a merced de “coyotes”

  • Carlos Caiceros
En Camarón de Tejada, ante la falta de una empacadora de cítricos, los productores de limón pierden sus ganancias a manos del "coyotaje”

Xalapa, Ver. - Benjamín García tiene su parcela sembrada con limoneros, pero tras años de esfuerzo para cultivarlos la escasez que actualmente enfrenta este producto en México no lo ha beneficiado económicamente.

Debido a la falta de una empacadora en la región, productores de Camarón de Tejeda tienen que vender su cosecha a intermediarios o “coyotes”, quienes pagan 700 pesos o menos por una reja que después ellos revenden fácilmente en más de mil pesos.

El productor deja en claro que, de no acudir a los intermediarios, los productores se exponen a robos y asaltos. Llevar el limón a una empacadora con sus propios medios, en donde obtendrían las mejores ganancias, se traduce en un riesgo que puede costarles la vida a los campesinos.

“Aquí se enfrenta principalmente el problema del robo, tanto en el campo como en el trayecto a la venta. En un robo en la parcela se pueden llevar desde 5 a 10 rejas, que rondan los mil pesos cada una; si te roban en el trayecto te pueden quitar varias toneladas y perder toda tu inversión”, advierte.

Benjamín observa que, pese a los riesgos, la producción de limón está en auge y cada vez son más quienes se dedican a la actividad citrícola cambiando cultivos como el de la caña de azúcar.

De acuerdo con datos oficiales, en el municipio de Camarón de Tejeda habría más de 200 hectáreas sembradas con limón, con una creciente producción que ronda las 3 mil toneladas anuales generando una derrama millonaria especialmente cuando se dispara el precio por kilogramo, tal y como ocurre a la fecha en Veracruz y en el país.

“Hay al menos 200 productores importantes en la zona y por eso cada vez se necesita más de una empacadora (…), actualmente la cosecha se traslada a municipios como Cuitláhuac, pero es en ese traslado en donde se van las principales ganancias con el coyotaje”, señala Benjamín.

CULTIVO ARDUO

El productor apenas comenzó a trabajar este árbol frutal desde hace 4 años y sostiene que requiere cuidados constantes. Después de la floración, las parcelas se deben regar cada 2 o 3 días, lo que puede significar una inversión de hasta 3 mil pesos.

Benjamín comenta que también se necesitan altos gastos en electricidad para que las bombas puedan llevar el agua hasta los sembradíos. Además, los árboles se deben cuidar de las diversas plagas que afectan al limón persa, el único que se siembra a gran escala en la zona.

“Cada cosecha es una inversión y por eso se trata de aprovechar cuando hay un buen precio. Se gasta en fertilizante, en el abono y en el riego”, enlista el productor.

No obstante, los robos siguen a la orden del día. De acuerdo con el productor, la vigilancia de la Guardia Nacional y de la policía estatal es evidente, pero los elementos no se dan abasto para evitar hurtos y atracos que no son denunciados por miedo a represalias.

Lamenta que esta situación pegue a los productores, pero también a cortadores, empacadores y a transportistas, sin importar el trabajo arduo que realizan en el campo. 

”NI PARA LIMONADA”

Datos oficiales indican que la producción limonera en Veracruz se ubica en el segundo lugar a nivel nacional con 47 mil 216.51 hectáreas cosechadas durante el año 2020. 

El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) del Gobierno federal agrega que se cuenta con 48 mil 067.3 hectáreas cosechadas y el valor de la producción se estima en 4 mil 924 millones 716 mil pesos al año.

El refrán afirma que “si la vida te da limones, haz limonada”, sin embargo, los campesinos consideran que con mayor vigilancia durante la temporada de cosecha se podría hacer una gran diferencia que beneficie al sector.

El productor de Martínez de la Torre, Renato Treviño López, precisa que, aunque el costo final del kilogramo de limón ronda los 80 pesos, a ellos se los compran aproximadamente en 40 pesos ante las difíciles circunstancias que afrontan en el campo veracruzano.

Menciona que en una huerta de limón persa se requiere fertilizante importado como potasio, fósforo y nitrógeno, cuyos costos varían entre 19 y 22 mil pesos por tonelada. 

“Si no fertilizan, no hay producción. Un bulto de 50 kilos está sobre mil pesos y se requieren más o menos 20 bultos. Fertilizamos cuatro veces al año; es decir, cada tres meses en una hectárea; si se hace la mezcla de estos elementos mayores se requieren 6 o 7 mil pesos”. 

A la fecha, el alto costo de este producto se ha convertido en una tentación para los grupos delincuenciales que optan por extorsionar a los productores para cobrarles “por protección” e incluso hay quienes se atreven a entrar a las huertas para robar.

En diciembre del año pasado, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) detuvo a dos hombres por delitos contra la salud, portación ilegal de arma de fuego y extorsión en los municipios de Tlapacoyan y Xalapa. 

Los sujetos fueron detenidos en la carretera federal Tlapacoyan–Martínez de la Torre cuando realizaban acciones de cobro por protección y al revisarlos les encontraron armas de fuego, cartuchos útiles, dosis de cristal, además de un mensaje de amenaza contra comerciantes de limón para que realizaran un pago. 

En consecuencia, tanto los robos como las extorsiones a productores de limón, son sin lugar a dudas delitos con un elevado porcentaje de cifra negra, o no denunciada, afirman los campesinos entrevistados.

En la zona de Paso del Macho, Yanga y Cuitláhuac, los afectados han denunciado que delincuentes entran a sus huertas y por ello han tenido que contratar personal para resguardar su producto, además de realizar jornadas de vigilancia.

El integrante de la agrupación Limón Persa, Salvador López, sostiene que los robos pueden ocurrir a plena luz del día y que no se dan abasto para mantener vigilancia. 
“El producto se ha convertido en atractivo para delincuentes que llegan a las siembras con rejas a robarse el cítrico. Por un lado, empezamos a tener ganancias y por otro la delincuencia nos está pegando fuerte (…), por eso estamos pidiendo más seguridad”, dijo. 

Para Renato Treviño López, productor de la zona de Martínez de la Torre, hay esperanza en el futuro del cultivo porque desde el inicio de la pandemia el consumo de este y otros cítricos se ha disparado hasta en 50 por ciento, mejorando la economía local.

Veracruz, insisten, se ubica entre los dos estados a nivel nacional, junto con Michoacán, con la mayor producción de limón, de ahí que se necesita un plan coordinado con las autoridades estatales y federales para que el sector agrícola salga ganando en lugar de las bandas de la delincuencia.