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Pedro Reyes: mariachi con sueños de triunfar asesinado en Veracruz

  • Fluvio Cesar Martínez
A sus 31 años, tocaba más de 5 instrumentos y soñaba con formar un grupo de mariachi; en su sepelio familia y amigos pidieron justicia

Oteapan, Ver. -  Apasionado por la música -talento que heredó de sus padres y abuelos- Pedro Reyes soñaba con integrar un mariachi que la gente reconociera en todo México. Pero ese propósito desapareció cuando lo acribillaron en su casa, en el municipio de Oteapan. 

A sus 31 años, el joven originario de esa localidad encallada en el sur de Veracruz, era reconocido por ejecutar con destreza más de cinco instrumentos: los timbales, la batería, el saxofón, la trompeta y el trombón. Siempre que se proponía aprender a tocar uno nuevo se encerraba en la recámara de su casa, ubicada en la calle Emiliano Zapata.


Pedro fue de los fundadores, junto a su padre, del mariachi “Arriba Oteapan”, agrupación que se cubrió de luto el pasado 13 de diciembre porque dos de sus integrantes fueron asesinados a balazos: Modesto de 50 años, era vocalista y Pedro, de 31, tocaba el saxofón. 


Este 14 de diciembre los restos de Pedro Reyes fueron depositados en el panteón municipal, en medio de un escenario de lágrimas, gritos y reclamos de su madre, hermanos, esposa e hijos, quienes se negaban a dejarlo en el camposanto.


Sus compañeros del mariachi Arriba Oteapan despidieron a Pedro Reyes con la canción de “El rey”, tema que Yordan, su hermano, acompañó con una de las trompetas que la víctima usaba en serenatas. 


Yordan es hermano mayor de Pedro y recuerda que el primer instrumento que aprendió a tocar fueron los timbales. “Él logró mucho como músico porque era aferrado, soñaba con tener un mariachi grande y nos decía que fuéramos a tocar a otros estados y recorrer el país”. 


A Pedro lo recuerdan como un artista talentoso y responsable, quien no veía a la música como un pasatiempo sino como una forma de vida. Su pasión por el mariachi, la combinaba con ritmos tropicales pues también formaba parte del grupo musical “Los Super Reyes”.


Pedro engendró a dos hijos, que no lo volverán a ver


Pedro engendró a dos hijos con su pareja en este municipio; una niña de 11 años y otra pequeña de 11 meses de nacida.


“Quiero quedarme con mi papá”, pedía la mayor de las hijas que se reusaba a marcharse del panteón.


El cuerpo de Pedro fue acompañado por decenas de pobladores de Oteapan, quienes entre murmullos lamentaron la muerte de un hombre joven, pero más aún la forma cómo fue asesinado. “No merecía morir así joven, yo lo conocía y no era mala persona”, comentó una vecina. 


Al igual que la familia del mariachi veracruzano, cientos de pobladores demandaron justicia a las autoridades y exigieron que este delito no quede impune.


La última estampa en el centro del panteón de Oteapan es paradójica.  El resto del mariachi despide a Pedro con una melodía que juntos tocaron en numerosos sepelios: Las Golondrinas.