“Pasé de ser víctima a victimario”, aseguró Daniel S. C., quien en enero de 2020 sufrió un asalto minutos después de que retiró 76 mil pesos de la sucursal bancaria de Santander que se ubicada en la Plaza de las Palmas de Boca del Río.

 

Las acusaciones que Daniel hizo en ese momento en contra de Bertha Viviana B. L., cajera de Santander a quien responsabilizó del asalto, sirvieron para que la mujer emprendiera una demanda legal en su contra por daño moral.

 

Hace aproximadamente 15 días Daniel acudió con un notario público con la intención de iniciar la venta de su casa, debido a que su esposa se siente incómoda en el mismo domicilio por amenazas que presuntamente recibieron tras señalar a la empleada bancaria como responsable del robo.

 

“… se le va el aire, usa el salbutamol, medicamentos controlados, ahorita yo ya estoy enfermo del apéndice por todo este estrés que se genera”, comentó.

 

Entonces el notario público le informó que era imposible iniciar la venta de la casa, debido a que tiene un embargo precautorio por una demanda que la cajera de Santander interpuso en su contra por daño moral.

 

E-Consulta Veracruz tuvo acceso a la demanda en la que Bertha Viviana B. L. exige a Daniel S. C. el pago de indemnización por concepto de daño moral por una cantidad no menor a cinco millones de pesos.

 

En la demanda, la cajera argumenta que Daniel le provocó deshonra, descrédito, perjuicio y ataques a su persona por la difusión de un vídeo en el que la graba dentro de la sucursal y la señala como responsable del robo de 76 mil pesos que sufrió tras retirarlos del banco.

 

También solicita la medida cautelar de embargo de las cuentas bancarias que pudiera tener en cualquiera de nueve bancos que se citan en el documento, ante el temor de que el demandado incumpla con sus peticiones.

 

“Ella ya me había demandado penalmente, pero como no consiguieron nada penalmente, como había una demanda anterior pues a lo mejor dijeron ‘vamos a fregarlo ahorita por la vía civil”, dijo Daniel.

 

Al hombre le preocupa perder el patrimonio que formó para su familia, pero, sobre todo, piensa en su tío Rafael C., un hombre de 76 años que padece esquizofrenia paranoide que vive en su casa y de quien es responsable.

 

“Estamos con el coraje, la impotencia, el dolor, es un tema bastante delicado”, expresó.

 

“Yo no viralicé el vídeo”; así fue el asalto

El 9 de enero de 2020, Daniel S. C. acudió a la sucursal bancaria de Santander que se ubicaba en la Plaza de las Palmas para realizar un retiro de 76 mil 50 pesos, cuya cantidad, aseguró, pidió a la cajera en voz baja para evitar que la gente que estaba en el banco lo escuchara.

 

Según Daniel, la cajera le contestó en voz alta que solo alcanzaba 76 mil pesos en ventanilla, los cuales le entregó en su mayoría en billetes de 200 pesos pese a que observó que en su módulo tenía billetes de mayor denominación. 

 

“Ella lo hace con mala intención, con dolo, para que alguien más escuchara”, afirmó.

 

El hombre salió de la sucursal y subió junto con su esposa e hijo de cuatro años a un taxi que los llevó hasta un restaurante cercano, ubicado en el mismo municipio de Boca del Río, en donde se registró el asalto.

 

"Siento que me avientan sobre el estribo del carro, volteo y para eso ya tenían encañonado a mi niño, de cuatro años en ese entonces, y a mi esposa.

Volteo y me dicen ‘a ver, amigo, dame los 76 mil pesos que acabas de retirar del banco’, o sea, algo ilógico”, narró.

 

El hombre metió su mano a la bolsa derecha de su pantalón, donde tenía guardado el dinero, sin embargo, uno de los asaltantes le arrebató el bolso a su esposa, se le adelantó a él para quitarle el dinero y lo golpeó con una pistola tipo escuadra.

 

Los ladrones huyeron tras el asalto, mientras que Daniel y su familia fueron auxiliados por un policía federal que intentó, sin éxito, dar alcance a los ladrones, por lo que terminó llevándolos de nuevo a la sucursal de Santander, a petición de la víctima.

 

Daniel llegó a la sucursal con sangre en la cabeza y reclamando con palabras altisonantes a Bertha Viviana B. L., a quien grababa con su celular mientras la responsabilizaba de ser quien dio el aviso a los ladrones.

 

“Yo no lo subí (el vídeo) a las redes, las redes se encargaron de viralizarlo, yo lo compartí como testimonio”, aseveró Daniel, quien presuntamente solo entregó la grabación a la Fiscalía General del Estado (FGE) y a un policía de seguridad de la zona.

 

Caso sigue sin resolución

El 11 de enero de 2020, dos días después del asalto, tres personas fueron detenidas en la colonia Dos Caminos, en el puerto de Veracruz, por elementos ministeriales de la Fiscalía General del Estado (FGE).

 

Los detenidos fueron vinculados a proceso el 13 de enero de 2020 por los delitos de portación de armas y posesión de drogas, así como por el asalto en contra de Daniel S. C., sin embargo, aún no reciben sentencia.

 

Aunque medios de comunicación de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río relacionaron a uno de los asaltantes como familiar de la cajera acusada como responsable el asalto, el parentesco nunca se confirmó y los presuntos ladrones tampoco la ligaron al caso.

 

El jueves 23 de enero de 2020 la Fiscalía General del Estado (FGE) de Veracruz la deslindó de toda responsabilidad en el caso con el argumento de que un cliente falso fue quien avisó a los asaltantes que Daniel saldría del banco con 76 mil pesos.

 

Durante los meses siguientes, informantes anónimos se comunicaron con Daniel a través de su perfil de Facebook; uno de ellos identificó al presunto cliente falso, de quien la víctima tiene fotografías dentro del banco utilizando un celular cuando retiraba los 76 mil pesos.

“¿Dónde está ese cliente falso? Está desaparecido”, cuestionó.

 

El presunto cliente fue identificado como Ricardo López Montor, quien desapareció junto con su novia Petrich Yemayá González Bravo el jueves 6 de febrero de 2020 en el municipio de Boca del Río, hecho que fue documentada por La Silla Rota Veracruz.

 

Asalto a Daniel destapó más casos

A los pocos meses del asalto que sufrió junto con su esposa e hijo de cuatro años, Daniel y otras víctimas formaron una red de personas que presuntamente fueron defraudadas por Santander en diversos estados del país.

 

La red es un grupo privado en Facebook, denominado “Defraudados en Santander MX”, que hasta el jueves 7 de octubre de 2021 está conformado por mil 906 personas que aseguran ser víctimas de fraude del banco español.

 

A través de propaganda impresa, sus fundadores argumentan que Santander defraudó a más de dos mil personas a través de llamadas telefónicas, transferencias, tarjetas de crédito, robo del chip del celular y asaltos conejeros por montos que van de los tres mil a los tres millones de pesos.

 

“Este banco para vergüenza del buen pueblo español se enriquece a costa de los mexicanos y no nos respalda: nos quiere ver la cara”, cita el volante del colectivo.

 

El grupo, al que Daniel fue la tercera persona en ingresar tras su creación, está conformado por personas de diversas partes de la república, incluidas aquellas víctimas que viven en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río y el estado.

 

“Te piden identificación, el número de queja si tienes ante Condusef, la respuesta del banco, etcétera, para poder entrar a lo que es el grupo privado”, explicó Daniel.

 

Además del grupo privado en Facebook, también existe en la misma red social una página denominada “Defraudados en Santander México”, seguida hasta ahora por dos mil 187 personas y cuyo objetivo es prevenir que más usuarios sean víctimas de robos o fraudes.

 

“¿Qué más manchada puede estar la imagen de ese banco que mucha gente se ha salido? Por lo mismo, porque es un peligro”, señaló.

 

A la fecha, el banco Santander enfrenta quejas de más cuentahabientes que los señalan por actos de fraude y las manifestaciones llegaron recientemente hasta la embajada de España en México.

 

Sobre los señalamientos se buscó contactar con la Director Ejecutivo de Comunicación Externa en Banco Santander México para conocer su postura, pero hasta el momento no ha sido tomada la llamada que realizó este medio.