"Los pilotos no mueren solo vuelan alto", así recuerdan amigos y familiares a Osmar de Jesús, piloto que murió por supuestas fallas mecánicas en Cosamaloapan.

Osmar de Jesús tenía 21 años, cuando junto con Julio Muñoz Ortega piloteó una avioneta fumigadora sobre campos de cañales en la localidad de Fernando López Arias a dos horas de su natal Nopaltepec.

A pesar de su gran pasión por el futbol durante la juventud, volar siempre fue su mayor meta. Su padre Valo Cruz, quien murió hace algunos meses, fue piloto desde que los gemelos Osmar y Oliver nacieron.

Fue por esto por lo que Osmar se inscribió en EAV Centro Universitario y Escuela de Aviación para lograr su sueño de ser parte de las tres generaciones de pilotos en su familia.

Conocido por su familia como Os, sus hermanas Paulina y Paola Cruz Hernández lo recuerdan como una persona callada, familiar y amistosa que, desde que volaba por aires veracruzanos era llamado "Capi Osmar".

Osmar de Jesús cumpliría 22 años el 3 de septiembre, un mes antes del aniversario luctuoso de su padre, sin embargo, falleció tras pilotear una avioneta fumigadora con matrícula XB-FOL.

La aeronave supuestamente sufrió averías que originaron el desplome de la unidad que al caer se prendió en llamas.

Osmar junto con Julio Muñoz lograron permanecer con vida hasta que las autoridades llegaron al lugar para salvaguardar su integridad, pero en el traslado Osmar de Jesús perdió la vida a causa de un paro cardiorrespiratorio.

Tan sólo voló durante tres años, sin embargo, su familia asegura que "los pilotos no mueren, solo vuelan más alto".