• Xalapa

Aguaceros tiraron casa de Los Gonzales, llevan 1 mes en albergue de Xalapa

  • Carlos Caiceros
Nancy y su familia se quedaron sin casa cuando una tubería reventó; piden ayuda, pero reciben críticas

A Nancy Francisca González y su familia los critican en redes sociales por pedir ayuda. Ellos perdieron todo hace tres semanas debido a las lluvias e inundaciones que se registraron en Xalapa.

Nancy vivía con su bebé, su pareja, su mamá, su padrastro y sus dos hermanos en una vivienda de la calle Agustín Melgar en la colonia Lomas de Chapultepec, cuando el pasado 11 de mayo una tubería de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS) reventó a causa de las fuertes lluvias.

 

 

La fuerza del agua derrumbó una pared. Nancy cuenta que se percataron que comenzó a brotar un chorro de agua y pudieron ponerse a salvo, pero todo pasó tan rápido que ni siquiera hubo tiempo de sacar sus pertenencias.

 

 

Las autoridades municipales les dijeron que ya no podrán regresar a ese domicilio, ya que la estructura del inmueble quedó sensible y un familiar, quien se los prestó, se molestó a causa del desastre. Ahora todos llevan más de 20 días en el albergue de la calle Herminio Cabañas, en la colonia Rafael Lucio.

 

 

 

“Perdimos todo; las cosas las recogió un camión de basura luego de que las llevaron a un terreno baldío. Hemos recibido ayuda de la gente, del Ayuntamiento, algunos víveres, pero no tenemos un lugar en donde vivir”, explicó la joven madre de un niño de meses de nacido.

 

La pareja y el padrastro de Nancy son albañiles. Los ingresos de mil 200 pesos semanales que reciben por su trabajo complica que puedan rentar una vivienda, pues no cuentan con lo indispensable.

Carecen de estufa, tanque de gas, refrigerador, bases de cama, colchón y de ropa. Han llegado donativos como leche, pañales y prendas de vestir por parte de ciudadanos altruistas, aunque el hermano de Nancy, de 13 años, no ha tenido suerte de recibir alguna de su talla.

Ella explica que en el albergue no pueden cocinar, pero se les proporciona desayuno y comida. Su padrastro y su pareja apenas y van sacando para comprar artículos de primera necesidad.

 

“Lamentablemente con esta situación todo se dificulta. Mi pareja trabaja y debe de tomar un autobús hasta Los Sauces todos los días. Aparte él y mi padrastro no pueden quedarse más tiempo en la obra porque el albergue cierra temprano y ya nadie puede pasar después de una hora límite”.

 

Por eso Nancy lamenta que los señalen en redes sociales, pues lo que les ocurrió a ellos también le puede pasar a cualquiera. La zona está municipalizada y si no hubiese sido por la tubería reventada ahora todavía tendrían un techo para vivir.

 

“SE SIENTE FUE QUE NOS CRITIQUEN”

Isabel Huerta Villegas, de 32 años, es madre de Nancy. Ella reconoce que también le duelen los comentarios negativos a su situación, pero comenta que ella no tuvo la culpa de lo que ocurrió.

Detalla que el 11 de mayo perdieron todo, desde ropa, enseres electrodomésticos, utensilios y desde entonces habitan en un albergue.

Reconocen que CMAS realiza gestiones para reponerles algunos de los objetos perdidos, pero al quedarse sin nada es difícil que puedan reponerse.

 

 

Ella recuerda que una grieta en una de las paredes fue el aviso que impidió que ocurriera una tragedia más grande.

Ese día, relata, salieron a comprar y cuando regresaron a la vivienda “un 'chisguetito' de agua nos avisó. Salió poca agua y ya después se cuartean las paredes, no me dio tiempo de sacar nada.

“Nada más saqué unos documentos que tenía embolsados y con lo que teníamos puesto salimos; pudo haber ocurrido una tragedia, fue en un instante. Fue muy triste lo que vivimos”, se lamenta.

Y no fue culpa de Isabel, ni de la ubicación de la vivienda de su padre, pues el sitio donde vivía está por completo regularizado.

“A la Comisión de Agua Potable se le reventó un tubo y entonces ahí fue el deslave; se nos perdió todo lo que teníamos en casa. Francamente no nos gusta estar aquí, pero no tenemos a donde llegar”.

Los trámites y diligencias continúan ante el organismo operador de agua, así como ante el Ayuntamiento, pero no está claro si los podrán ayudar.

 

APOYO INSUFICIENTE

A Isabel le duelen los comentarios que se han ido vertiendo a su caso al transcurso de los días, pues al quedarse sin casa, no encuentra la manera de comenzar de nuevo.

“Es una tristeza ver que con sacrificios haces tus cosas y de la noche a la mañana se pierde todo lo que uno ha ingresado”.

 

 

Por ello, busca a quien pueda venderle un terreno que pueda pagar a plazos, o una casa con una renta que puedan costear.

 

“Si alguien pudiera ayudarnos con un terreno que lo pudiéramos pagar en pagos no muy altos, para que ya tengamos en donde vivir y que nadie nos corra”.

 

Su esposo y su yerno apenas recuperaron sus trabajos. Aunque ya les indicaron que pueden estar en el albergue el tiempo que sea necesario, las instalaciones son ocupadas para dar clases a adultos, por lo que es incómodo continuar en estas condiciones.

 

CMAS: DEFICIENCIAS Y AFECTACIONES

No es esta la primera vez que alguna familia se ve afectada por la infraestructura hidráulica de CMAS en Xalapa.

Tan solo este año, vecinos de diversos sectores han acusado de manera pública que los trabajos deficientes y la falta de atención en los servicios, los han puesto en riesgo.

 

 

Así, en este mes se reportan al menos tres casos: a principios de mayo, habitantes de la congregación de El Tronconal, acusaron que los anegamientos en sus casas, a consecuencia de las lluvias, estaban ligados directamente con la Comisión.

Ello porque el organismo se ha negado a la construcción de un colector pluvial que evite que las alcantarillas se azolven y el agua se bote hacia las viviendas.

Igualmente, a mediados del mes, habitantes de la colonia Unidad y Trabajo acusaron las deficientes e inconclusas obras que CMAS ha realizado.

 

 

En ese sector, vecinos de la calle Diego Rivera señalaron que el problema lleva alrededor de 20 años; el drenaje se satura y la tubería dañada termina por rebozar las coladeras y el agua se mete a sus viviendas, afectando año con año su patrimonio.

Todo ello ocurre ante sendos señalamientos contra la Comisión, por los más de 800 millones de pesos en recaudación anual y que no se traduce en mejoras de la infraestructura hidráulica de la ciudad.

Apenas en febrero pasado, la Comisión Municipal de Agua incluyó en sus recibos un cobro del 2 por ciento extra en el consumo total, por concepto de “servicios ambientales”, ello en medio de la crisis económica generada como consecuencia de la pandemia del covid-19.

Al respecto, las autoridades enfatizaron que era una aportación “voluntaria” pero el cobro llegó incluido en el costo total a pagar por los usuarios. El costo del agua en Xalapa es de los más altos del país; en tanto, Isabel no sabe cuándo ni cómo va a encontrar un lugar para vivir.