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Ángel limpia parabrisas en Xalapa y ya se alista para volver a clases
Miguel Ángel comenzó a limpiar parabrisas a los 10 años y al empezar a ganar su propio dinero pensó en dejar sus estudios del tercer año de primaria.
A la fecha, a unos meses de ingresar a la secundaria, continúa trepando a los cofres de los vehículos para quitar la suciedad de los cristales y ganarse unas monedas.
Ahora el niño afirma que tiene como objetivo salir adelante y seguir estudiando, sin importar la adversidad, pues le gustan “todas las materias” que tiene en su escuela.
Por la pandemia de covid, Miguel Ángel y sus hermanos Heriberto, de 10 años; Monserrat, de 8 años y Guillermina, de 6 años, acompañan a su mamá en este trabajo.
Guadalupe González Barranco, de 29 años, sale de lunes a domingo a las calles de la capital del Estado para dar sustento a sus 4 hijos.
Ella prefiere llevar a sus pequeños que dejarlos solos en casa. Antes de la pandemia la joven madre aprovechaba las horas en que asistían a la escuela vespertina para trabajar.
Ahora, con las clases a distancia, ellos le ayudan. En unos instantes rocían agua y jabón en los parabrisas de automóviles que pasan por la avenida Adolfo Ruiz Cortines, una de las más transitadas de la ciudad de Xalapa.
Pero ninguno abandonará sus estudios, afirma Guadalupe, quien no permitió a su hijo mayor tomar la decisión de dejar de estudiar.
Sin embargo, la directora de la asociación civil Movimiento de Apoyo a Niños Trabajadores y de la Calle (MATRACA), Josefina Castrejón Holguín, afirmó que la deserción escolar es un problema que está por hacerse visible en Veracruz.
Durante la contingencia sanitaria, advirtió, se disparó el número de niños que trabajan en la vía pública. MATRACA tenía contabilizados a 300 menores laborando antes de la pandemia, ahora la cifra supera los 500.
“Subió el número de niños trabajando en la ciudad en un 40 por ciento; ellos están principalmente en Circuito Presidentes, toda la parte de Circunvalación, Ruiz Cortines, Avenida Xalapa, Avenida Orizaba.
“Prácticamente toda la zona de los mercados, tanto fijos como semifijos. Sí ha habido un importante aumento de niños, niñas y adolescentes trabajando”, expuso.
En el Estado las autoridades educativas se alistan para regresar a las clases presenciales este lunes 24 de mayo. Castrejón Holguín lamentó que no se haya implementado un programa para combatir la deserción.
Explica que por la pandemia muchos niños comenzaron a trabajar y es difícil que ahora regresen a estudiar. Ella conoce de casos en los que los menores ya tomaron la decisión de seguir laborando, tras no adaptarse a las clases online.
“Son niños y jóvenes que comienzan a ganar su dinero y a comprar cosas que sus padres no pueden darles. Las autoridades deben atender estos casos, porque la deserción todavía no está bien cuantificada”, subrayó.
Guadalupe reconoce que la contingencia sanitaria desalentó a Miguel Ángel y a sus otros hijos para cumplir con la escuela, ya que carecen de computadora, servicio de internet y de equipos celulares.
Los pequeños no podían hacer sus actividades escolares ni seguir las clases de los profesores, pero personal de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) comenzó a ayudarles.
Los trabajadores contactaron a Guadalupe y le dieron un celular que les permitió ir cumpliendo con las actividades de los 4 pequeños, a excepción de Monserrat, quien no pudo adaptarse a esta modalidad y podría repetir el tercero de primaria.
Tras pensar en dejar sus estudios hace 2 años, Miguel Ángel ahora se esfuerza para pasar de año y comenzar una nueva etapa escolar en la Secundaria General Número 6.
“Cuando Miguel empezó a venir acá conmigo iba en tercer año y él ya no quería estudiar. Me dijo que ya no quería ir a la escuela porque quería ganar su dinero. Yo le dije que no, que todavía no estaba en la edad de decidir lo que quiera. Le pedimos estudiar y si quiere ganar su dinero trabajar.
“Cambió su forma de pensar y así empezó a hacerlo porque este no es un trabajo ideal, le pedimos que sea mejor. Este trabajo no es malo, no es vergonzoso, pero creemos que tiene la oportunidad de estar en un lugar mejor porque le echa muchas ganas”, expresó su madre.
POCAS ACCIONES CONTRA DESERCIÓN
Aunque es evidente el aumento de menores laborando en Xalapa, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) se ha centrado en prevenir este problema en el Estado con foros virtuales.
Vía transparencia, la dependencia informó de diez “acciones” emprendidas desde mayo de 2020, cuando se aprobó el Reglamento y Plan de Trabajo Sexenal de la Comisión Interinstitucional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil.
Entre estas, además de la aprobación del reglamento, la Secretaría informó que realizó un webinar vía zoom y Facebook; además de conversatorios; pláticas sobre derechos humanos de la niñez, entre otros.
Uno de los mayores logros que enumeró la Secretaría fueron las 19 supervisiones extraordinarias al sector empresarial “para garantizar que no sean violentados los derechos humanos y laborales de las personas trabajadoras entre 15 y 18 años”.
Castrejón Holguín, directora de MATRACA, reiteró la necesidad de crear un plan para que niños que comenzaron a trabajar en pandemia regresen a clases.
“Se les debe convencer de regresar, porque hay quien ya desertó y ya no quiere continuar”, lamentó Castrejón, al ponderar el lado emocional que atraviesan cientos de menores a quienes se les dificulta estudiar durante la pandemia.
Explica que la asociación civil MATRACA comparte la postura de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), la cual señala que a mayor desempleo mayor incremento en el trabajo infantil; en cuanto al regreso a clases alertan sobre las carencias de distintos planteles para mantener las medidas sanitarias.
En el informe 2020 "El año de la sindemia y el abandono de la niñez en México", la Red reporta que el cierre de planteles afectó a 25.5 millones de estudiantes de educación básica y a 5.2 millones de nivel medio superior en México, pues la Secretaría de Educación Pública (SEP) perdió contacto con el 15 por ciento de los estudiantes, fundamentalmente mujeres adolescentes.
El director de Redim, Juan Martin Pérez García, señaló que México cerró con 3.2 millones de niños y niñas trabajando hacia finales de 2019, pero con la pandemia habría hasta 5 millones de menores en actividades económicas de sobrevivencia.
Por esta razón, la directora de MATRACA considera que la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) debe de generar información sobre la gravedad de la deserción escolar a partir de la contingencia.
La dependencia informó que del ciclo escolar 2018 al 2019 y del 2019 al 2020, al menos 36 mil dos alumnos de preescolar, primaria, secundaria y bachillerato dejaron de estudiar en el estado de Veracruz.
Este medio informó que, hasta febrero del año en curso, se reportó mayor énfasis de deserción en el nivel escolar de secundaria, en donde la matrícula varió en 14 mil 61 escolares; en nivel primaria se registró un descenso de 13 mil 964 alumnos; en la preparatoria bajó la asistencia en 11 mil 556 estudiantes; a nivel preescolar bajó el número de menores inscritos en 6 mil 436 alumnos.
También se reportó una disminución en la matrícula de quienes cursan carreras técnicas de siete mil 519 a siete mil 278; sin embargo, la Secretaría agregó que hasta que se dé a conocer el anuario 2020-2021 se informará del impacto del covid en este tema.
LLEVA 4 AÑOS LIMPIANDO PARABRISAS
Guadalupe va por su quinto año limpiando parabrisas, comenzando desde las 9 de la mañana hasta las 2 de la tarde. De ser necesario la jornada se extiende por más horas.
Afirma que no le gusta que sus hijos trabajen, pero no les queda de otra ante las dificultades que existen en la actualidad para ella y su familia.
Su esposo labora como taxista o albañil, pagan renta y por eso necesitan juntar al menos 250 pesos al día para poder tener comida y un techo en donde vivir.
“Por el covid todo está más caro y por los estudios de ellos nos la vimos más difícil, pero SIPINNA comenzó a ayudarnos. A nosotros nos han brindado mucho apoyo; más que nada para Miguel Ángel que está por irse a la secundaria”.
Ahora ellos trabajan y ahorran para comprar los útiles y seguir cumpliendo con las clases vía Zoom, aunque el actual ciclo escolar lo concluirán a distancia por acuerdo entre los padres de familia y los docentes.
“Los trabajadores de SIPINNA nos ayudaron a inscribirlo a la secundaria. De hecho, cuando les dije que era una secundaria cara me dijeron que verían la manera de ayudarnos porque ven que es un niño que le echa ganas; su mente es diferente porque él no tiene pensado estar aquí toda la vida.
“Él quiere estudiar, quiere superarse; sus hermanos escuchan sus opiniones y que se esfuerza para entregar sus tareas”, dice Guadalupe con orgullo, asegurando que matemáticas y español son las materias que más le gustan a su hijo mayor.
Ellos viven en la colonia Veracruz y la madre de los 4 pequeños reconoce que se estresa de ir y venir, pero hará todo lo que pueda para que sus hijos salgan adelante.
“Hay personas que nos han ayudado con útiles y con otras cosas, hasta con despensa. Por eso de una manera o de otra tienen que salir; ya están aquí y no nos queda de otra que trabajar mucho”, afirmó.