Entre cientos de mujeres que salieron a las calles de Xalapa este 10 de mayo, exponiendo los casos de desaparecidos que ellas siguen buscando, Matilde y Guadalupe marcharon unidas por la tragedia.

A diez meses de la desaparición de cinco jóvenes en la comunidad de Palo Gacho, en Emiliano Zapata, dos madres denunciaron que la Fiscalía General del Estado (FGE) ha mantenido estancado el caso.

El reclamo público fue hecho este Día de las Madres, al no haber rastros de los jóvenes privados de la libertad el 2 de julio de 2020 en aquella comunidad saliendo de un establecimiento llamado “Michelukas”; posteriormente el vehículo donde se trasladaban, un taxi, fue hallado sin llantas en un cañal.

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— e-veracruz.mx (@econsulta_ver) May 10, 2021

Fuera de esos datos, los familiares desconocen más información al respecto, pues la Fiscalía actuó “tarde” en diligencias primordiales como la geolocalización de los teléfonos celulares y a pesar de ello nunca obtuvieron una respuesta de qué pasó con sus hijos.

Recordaron que en uno de los teléfonos estaba la fotografía de una mujer que posteriormente fue asesinada: “pero no sabemos más”, dijo este día en entrevista Matilde Villa, madre de Iván Aurelio Aguilar Villa, uno de los cinco jóvenes. 

“Hemos insistido todos los papás, hemos estado pendientes de la carpeta; sí se ha insistido, pero no ha habido mucho avance, aparte porque al principio no nos querían atender muy bien”.

La madre de Iván Aurelio recuerda que trabajaba, al momento de su desaparición, en un taller mecánico. Es padre de un niño y en ese momento contaba con 27 años.

“Es un muchacho tranquilo, le gustaba divertirse y todo, pero era un muchacho tranquilo, no que dijéramos que andaba metido en cosas. No era un muchacho de problemas”, añora. 

Por su parte, Guadalupe Aguilar López, madre de Cedrik Abdiel Ramírez Aguilar, el más joven de los desaparecidos y que a la fecha ha cumplido 20 años, dijo que su hijo trabajaba en un taller con su padre y salió a divertirse ese 2 de julio.

La mujer, llorosa, pide justicia y saber el paradero de su hijo pues ha sido prácticamente un año enfrentando “un dolor grande que no se le desea a nadie”.

Guadalupe Aguilar dijo que incluso en la circunstancia que sea, necesita saber qué pasó con su hijo porque 10 meses después la autoridad estatal se ha mantenido omisa ante el dolor que enfrentan; “desde ese día la vida ya no es igual. Hoy no es día para festejar, es día para pedir justicia”.

LOS ESTABAN ESPERANDO

Desaparecieron Cedrik Abdiel Ramírez Aguilar, de entonces 19 años; Mario Figueroa Domínguez, de 32 así como Iván Aurelio Aguilar Villa, de 26 años y dos jóvenes más con quienes departían; al salir sujetos armados ya los estaban esperando y los privaron de su libertad. 

Del caso, hubo bastante hermetismo de parte de la FGE, de la SSP o de la CEBV respecto de informes acerca de una investigación por la privación de la libertad de las cinco personas. 

Además, eliminaron de redes sociales la evidencia de la visita de Cedrik, Iván y Mario al bar Michelukas, salvo una foto de los tres en una mesa con bebidas y con una carta del restaurante. En la mesa están otras dos personas desaparecidas de las que no se han confirmado sus datos generales de forma oficial.

El establecimiento es popular en Emiliano Zapata para irse a "curar" los efectos de la resaca, en una congregación situada a pocos minutos de la caseta de cobro de Plan del Río.

Una versión inicial apuntó a una posible riña afuera del negocio, y a partir de este incidente, sujetos armados privaron de su libertad a los tres jóvenes.

Se trata de un negocio pequeño pero concurrido en uno de los diversos paradores de Emiliano Zapata. La carta es amplia en platillos de mariscos, así como en bebidas alcohólicas, cervezas y preparados.

Generalmente el negocio está lleno de camioneros, motociclistas que realizan recorridos hacia el puerto de Veracruz y viajeros que interrumpen su camino para probar un coctel o una de las famosas ensaladas con camarones.

Los familiares de los desaparecidos aseguraron en su momento que el local tiene cámaras de vigilancia y sus empleados podrían dar información acerca de las personas que se llevaron a las cinco víctimas, pero a la fecha continúan negándose a hacerlo.

Tras el incidente la cuenta de Facebook del bar registró una publicación: "No se dejen engañar por comentarios amarillistas. Ustedes nos conocen y eso es lo que en verdad importa", sin dar más explicaciones.

La primera versión refiere que sujetos armados esperaban a los cinco jóvenes afuera del Michelukas, aunque otra hipótesis conduce a una pelea como detonante para que los delincuentes les privaran de la libertad.

Dicha versión revela que Cedrik, Iván y Mario, así como sus dos acompañantes, acudieron al Michelukas a bordo de un taxi, mientras sus agresores conducían una Dodge Journey color rojo, y otro vehículo “pequeño”.

Por eso al momento de "levantar" a los cinco jóvenes, los delincuentes igual sustrajeron el vehículo de alquiler, que luego se encontró sin llantas.

ZONA DE VIOLENCIA

Conurbado con los municipios de Xalapa y Coatepec, Emiliano Zapata ha registrado crímenes de alto impacto, desde feminicidios a ejecuciones en varios sectores conurbados con la capital del Estado.

El 29 de junio de 2020, delincuentes armados ingresaron a la Universidad Valladolid, en el sur de la zona metropolitana de la capital y abrieron fuego contra la directora del plantel María Guadalupe Martínez Aguilar.

El atentado ocurrió poco después de las 10:00 horas, cuando dos hombres ingresaron al domicilio ubicado en Rubí 190 de la unidad habitacional Buganvilias de Emiliano Zapata, a donde llegaron a la oficina de la dirección y asesinaron a disparos a la encargada de la universidad.

El 17 de febrero, criminales igual allanaron un domicilio en el fraccionamiento Valle Real donde abrieron fuego contra una mujer. El incidente ocurrió en el edificio Colibrí, calle Éxito, casi esquina con avenida Valle Real.

Además, bajo el puente peatonal de Las Trancas, de la congregación Julio Castro de Emiliano Zapata, el 29 de enero de 2020 sujetos asesinaron a balazos a un hombre. Un año antes, el 3 de enero de 2019, delincuentes ejecutaron a un vendedor de piratería en el mismo punto.

MARCHA Y DOLOR 

Matilde y Guadalupe llevaban globos con los nombres de sus hijos grabados y caminaron juntos de la Plaza Lerdo al monumento a La Madre, en la avenida Manuel Ávila Camacho.

Las mujeres afirman que el dolor que viven no se lo desean a nadie y sólo quieren saber qué pasó con ellos, “a como dé lugar”.

Guadalupe comentó que es ama de casa y desde la desaparición de su hijo su vida ya no es igual.

Matilde relató que nadie ha querido cooperar, aunque existen evidencias y pruebas para avanzar en las investigaciones.

“La Fiscalía sí mostró interés, pero no hay noticias de nada nuevo. Mi hijo se dedicaba a la mecánica y para mí era un muchacho tranquilo”, insistió.