La posición erguida al sentarse y su cabello blanco que se asoma bajo la gorra negra, hacen que Gilberto resalte entre una fila de 100 personas que forman y dormitarán en el Estadio Xalapeño, uno de los 13 centros de vacunación Covid-19 en la capital de la entidad. 

A diferencia de las personas que llegaron con sillas plegables, cobertores, y hasta casas de acampar, Gilberto solo cuenta con un banco verde de plástico y una gruesa chamarra que le permite resistir los 14 grados centígrados que se cuelan por las orejas y la nariz esta madrugada de sábado. 

El hombre de cubrebocas color negro tiene a su lado un paraguas y hasta una pequeña bolsa con recipientes de unicel en los que trajo su cena. Gilberto simplemente muestra experiencia a la hora de pernoctar debajo de un árbol y dormir sin que su peso lo venza como lo hacen los búhos. 

“Están trabajando (mis hijos) y pues a mí me tocó. Yo soy velador, no me preocupa estar aquí”, dice en medio de risas.

Pero algo raro sucede con Gilberto, el número 88 de la fila. Sus cabellos blancos generan la percepción de que será uno de los beneficiarios de la vacuna. No es así, él tiene solo 57 años. 

Si llegó desde las siete de la noche al Estadio Xalapeño, después de terminar su jornada laboral como velador, es para que su suegra, de nombre María, pueda ser de las primeras en recibir la dosis contra el virus Sars CoV-2.

Desde la una de la tarde de este 12 de marzo xalapeños comenzaron a hacer fila en las inmediaciones del centro deportivo para ser de los primeros en vacunarse. El yerno de María lleva algunas horas de desventaja. Aunque eso tampoco lo inquieta, ver pasar las tardes desde su silla es parte de su rutina desde hace años. 

Gilberto está rodeado de jóvenes que fuman de manera frecuente e interactúan entre ellos, por lo que le complica involucrarse en la plática o dialogar con alguien más a su alrededor. Él mantiene su espalda erguida y sus manos entrelazadas. 

Cuenta con poca información sobre su familiar, no esta muy seguro de la edad de su suegra o si sus hijos la ingresaron al registro del gobierno federal, aun así aceptó ir a apartar lugar porque el sábado es su día de descanso. 

La mayoría de las personas que pasan la noche fuera del Estadio platican, van acompañados o se distraen con un libro o un celular, hay quienes acondicionaron las raíces de los árboles como un sillón y acomodaron un par de cobijas. Gilberto solo está apoyado en su banco viendo gente pasar. 

Gilberto menciona que cuando llegó ya había pasado el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien les recomendó no quedarse a dormir, pues  según les informó, está garantizado el abasto para los más de 40 mil adultos que, se calcula, habitan en Xalapa.

A pesar del discurso gubernamental, Gilberto se quedará toda la noche, pues le pidieron el favor y no quiere que haya sorpresas por la mañana, o que les digan que no hay vacunas. 

Le prometieron relevarlo a las seis de la mañana, incluso, a esa hora llegará su suegra para ingresar al Estadio, pues no era recomendable tenerla ahí toda la noche, “no creo que aguante mucho tiempo, porque hace frio”.

El 14 de enero se inició con la inmunización de diversos sectores en Veracruz, primero empezaron con trabajadores del sector salud. En esa ocasión la autoridad estatal anunció que se aplicarían cinco mil 380 dosis.

Un mes después, el 15 de febrero, se informó que se empezaría con la vacunación a adultos mayores de los municipios de Acajete, Teocelo, Nanchital, Atoyac, Chacaltianguis, Otatitlán, Tuxtilla, Soteapan, Ignacio de la Llave, Jalacingo, Hidalgotitlán, Calcahualco.

Además, El Higo, Vega de Alatorre, Coatzintla, Tlacotalpan, Platón Sánchez, Castillo de Teayo, Manlio Fabio Altamirano, Puente Nacional, Aquila y Omealca.

Posteriormente se anunció que se llevaría a las ciudades más grandes como Veracruz, y desde este sábado 13 hasta el lunes 22 se aplicarán en Xalapa, capital del Estado.

A lo largo de la madrugada se hicieron largas filas que abarrotaron los puestos de vacunación que se instalaron en 13 puntos de la ciudad y que van a operar desde las ocho de la mañana hasta las seis de la tarde.