Veracruz, Ver.- Sentado sobre el "Muro de Pescadores", Carlos bromea y platica con sus demás compañeros, quienes al igual que él tienen cinco días sin poder  salir a altamar por el "mal tiempo" que persiste en el puerto de Veracruz.

 

 

A los seis hombres curtidos por el sol solo les queda esperar a que las condiciones climatológicas mejoren para salir a buscar el sustento del día. Mientras eso ocurre, pasan el tiempo dándole mantenimiento a su equipo.

 

 

Carlos lleva 30 años en el oficio de la pesca, es lo único que sabe hacer y admite que cuando comenzó a trabajar las oportunidades y las entradas económicas alcanzaban para vivir mejor.

Ahora, el cuantioso grupo de personas que laboran en la pesca y la poca producción que logran obtener son condiciones que hacen más difícil sobrevivir de este trabajo.

 

"El cambio climático nos está afectando y como hay más gente pescadora, al haber más nortes menos posibilidad tenemos de agarrar pescados", dijo.

 

Pese a pandemia, pescadores siguieron trabajando

A pesar del riesgo de contagio durante la pandemia ocasionada por la covid-19, la necesidad obligó a los pescadores jarochos a continuar con sus actividades.

Debido al comienzo de la emergencia sanitaria hace ya un año y la suspensión de actividades no esenciales, también se enfrentaron a una baja de las ventas en los mercados.

 

"Tenemos que irnos reservando, porque quién sabe cómo venga después", expresó Carlos.

 

En casa de Carlos, los gastos tuvieron que reducirse. Cuenta que hasta cierto punto los pescadores ya se encuentran acostumbrados a la situación, por lo que deben aprovechar los días en los que obtienen buenas capturas y ahorrar lo más que puedan para subsistir las temporadas que no hay trabajo.

 

 

Hace unos meses, les llegó el apoyo que el gobierno federal les otorgó por la veda del robalo, lo que les permitió subsistir por algunos días.

 

Prevén cuaresma con poca producción

Bernardo Hernández Guzmán, presidente de la Federación de Pescadores de Veracruz, aseguró que una de las temporadas más fuertes para ellos es la cuaresma, en la que la existe gran demanda de los productos entre los consumidores y los mercados. No obstante, afirman que este año no han tenido producción como en otros.

 

 

"Lamentablemente no hay. Hay mucho evento de norte violento, eso ha ocasionado que no tengamos la producción", agregó.

 

Otros de los problemas que afectan tanto a los pescadores jarochos como a toda la industria pesquera, son la contaminación y el calentamiento de algo, que alejan a las especies marinas de la costa.

Lo anterior provoca que los pescadores tengan que ir mar a fondo para conseguir sus productos, por lo que gastan más en combustible y hace menos redituable sus salidas, ya que no logran recuperar sus ganancias.

Por lo que cada vez los pescadores tienen que irse mar a fondo para conseguir suficiente producto, esto hace que gaste más combustible y por consiguiente no sea productivo salir, ya que no logran recuperar ganancias.

 

"El tema es la inversión, porque hay que salir a hacer la actividad 20 millas fuera que lo que normalmente lo hacemos, ocasiona un gasto de mil 500 o dos mil pesos (de gasolina), que no lo hay, y nadie se quiere arriesgar porque quizás no saquen los gastos", contó.

 

 

Aunado a esto, las embarcaciones y motores con los que cuentan son equipos antiguos que no les ofrecen la seguridad de alejarse de la costa.

 

Jóvenes no apuestan por la pesca

El dirigente asegura que la falta de apoyo y las pocas ganancias que deja la actividad pesquera han hecho que los jóvenes se alejen del oficio, pues prefieren dedicarse a otros trabajos donde consiguen mejores salarios por menos esfuerzo.

 

"No la quieren (la pesca), porque no hay recursos, tenemos que trabajar un promedio de 16 a 20 horas, entonces eso no es atractivo para nadie, más que para los que ya tenemos esta actividad".

 

 

Este factor también hace que muchas de las personas que se dedican esporádicamente a la pesca no se integren a las cooperativas, debido a que no quieren pagar permisos por la poca entrada de dinero.

Por ahora, a Carlos y los demás pescadores solo les queda esperar la temporada de cuaresma y confiar que el tiempo les dará tregua para sacar sus embarcaciones y recuperar ganancias.