​Una mujer denunció a su hermana y a su sobrino, luego de que estos dos últimos en mención la defraudaran con 60 mil pesos que les prestó para supuestamente pagar el rescate del joven secuestrado por un grupo armado, cuando en realidad el muchacho estuvo casi cinco horas en un ciber de la avenida 20 de Noviembre.

La denuncia penal es porque la agraviada pide le devuelvan el efectivo que ella tuvo que conseguir prestado para apoyar a su familia al creer que realmente atravesaban por un momento de horror, pues cuando su hermana le pidió el dinero, lloraba porque decía que “le matarían a su hijo”.

De acuerdo con información recabada por este medio informativo y asentada en la carpeta de investigación CHOA/168/2020, el pasado 28 de julio la agraviada R. R. J, se encontraba en su negocio de venta de sandalias y ropa en la colonia México, cuando llegó su hermana Candelaria N., llorando y pidiéndole que la apoyara con un préstamo de 60 mil pesos porque le habían secuestrado a su hijo Felipe N.

La denunciante refiere que le sorprendió la noticia y le preguntó a su hermana que cómo era posible, explicándole la doliente mujer que le hicieron una llamada a su hijo, donde le pidieron que saliera a la calle y que una vez afuera, pasaron los de una camioneta y lo “levantaron”, que después le llamaron a ella pidiéndole 60 mil pesos o se lo mataban.

De momento no contaba con el recurso, es más no tiene tal cantidad, porque lo poco que tiene lo ha invertido en su local de sandalias. No obstante, al ver afligida a su hermana decidió buscar la manera de apoyarla.

Candelaria N, todavía le reprochó a su hermana que si algo le pasaba a su hijo, quedaría en su conciencia no haberla ayudado, “es tu sangre, es tu sobrino”, le decía. Esto más la conmovió a R. R. J., que recurrió con una amiga y le prestó 50 mil pesos, mientras que los otros 10 mil pesos ella los puso, pues era lo único con los que contaba y así completó los 60 mil pesos.

Con el dinero en sus manos se marchó la mamá del supuesto secuestrado y durante toda la tarde no volvió a contestar las llamadas telefónicas de su hermana.

Con lo que no contaba Candelaria, es que su hijo secuestrado en la hora que ella decía que estaba privado de su libertad, se encontraba en un ciber del centro de la ciudad, en la avenida 20 de Noviembre. En dicho negocio estuvo por espacio de cuatro a cinco horas, según las investigaciones, además quedó videograbado en dos cámaras de seguridad.

Hasta las siete de la noche, aproximadamente, Candelaria contestó la llamada de su hermana, manifestándole que ya había aparecido Felipe, que estaba entumido porque lo mantuvieron amarrado por varias horas.

Al siguiente día fueron a casa de Candelaria para hablar con Felipe y les explicara cómo lo habían secuestrado, pero resulta que el joven ya no estaba; su mamá argumentó que se había ido hacia Ocosingo, Chiapas, a un congreso de la iglesia, una situación un tanto extraña y sospechosa, pues cuando una persona es víctima de secuestro, lo que menos quiere es salir de casa por el miedo, por el terror.

Ante lo que evidentemente fue un falso secuestro para obtener los 60 mil pesos, la agraviada tuvo que presentar una denuncia penal por el delito de fraude, ya que ella consiguió 50 mil pesos prestados con una comerciante y esta se los está pidiendo por qué los va a ocupar para pagar a sus proveedores, mientras que los otros 10 mil pesos los tenía la afectada destinado para unos compromisos.

Para evitar que se proceda penalmente, Candelaria tiene que devolver esos 60 mil pesos, de lo contrario podría salirle orden de aprehensión y le saldrá mucho más caro. 

Así ocurrió este caso de la vida real, donde entre la misma familia se cometen daños, la actuación de doña Candelaria fue tan real que conmovió a su hermana, todo como para un guion de película.

Presencia MX / E-Consulta Veracruz