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Antonio, el niño que estudiaba y ganaba propinas en una tienda

  • Fluvio Cesar Martínez
José Antonio “N”, asesinado en Acayucan, será enterrado en un féretro donado por el Ayuntamiento; vecinos cooperan a su familia para velarlo

Acayucan, Ver.- José Antonio cursaba el cuarto grado de primaria en la escuela Rafael Ramírez. Por las tardes se ganaba algunos pesos abriendo las puertas a los clientes de una puerta de conveniencia de Acayucan. 

El pasado 15 de junio, el menor de 10 años de edad salió de su casa para dirigirse hasta ese negocio donde ayudaba a la gente. Allí fue la última vez que se le vio con vida. 

Veinticuatro horas después el cuerpo de Antonio apareció en un lote baldío de la colonia La Palma; tenía huellas de violencia y manchas de sangre en gran parte de su cuerpo. 

“El siempre buscó salir adelante y dejar las carencias que tenía su familia, y a pesar de eso era un niño muy feliz, contento, amable y trabajador porque tenía muchos sueños, sus sueños que un cabrón se los rompió”, dijo una de sus tías desde el anonimato. 

En el domicilio de la abuela materna fue entregado el cuerpo del menor, dentro de la caja que fue donada por autoridades municipales. Un cuadro de la Virgen de Guadalupe y cuatro cirios resguardan un ataúd de madera forrado con lienzo blanco.

Algunos familiares y vecinos se acercaron para dar el pésame a Dolores López Chontal, madre de José y otros entregaron apoyos económicos y en especie. 

La contingencia sanitaria no permitió que muchas personas se acercaran, sin embargo, en el terreno de enfrente vecinos instalaron una carpa para los que se acercan para acompañar a la familia.

Música y tamales para despedir a Toñito

Tías y vecinas instalaron unas mesas para preparar tamales que repartieron en el velorio. Eran menos de 10 personas las que se organizaron y cooperaron para comprar lo que hacía falta.

Mientras algunas señoras preparaban la masa a fuego de leña, otras limpiaban las hojas con las que se envolvieron, aunque son pocos visitantes no quieren pasar por alto el funeral del menor.

“Ojalá que atrapen a ese que lo mató”, “El niño era muy noble”, “Quién fue ese desgraciado”, son algunas de las frases que se escucharon en la cocina mientras las mujeres preparan los tamales.

En la sala de la casa de la abuela del menor, tres músicos con guitarra y acordeón interpretaron algunas canciones para despedir al niño que a muchos les robaba una sonrisa.

“No hubo apoyo de las autoridades en su búsqueda”: madre

La madre del menor denunció que tras su desaparición se acercó con una patrulla de la Policía Naval y Estatal para pedirles el apoyo, pero asegura que fue ignorada. 

“Es un sentimiento que no te puedo explicar y no tengo las palabras adecuadas, me da coraje porque cuando se pidió el auxilio nos ignoraron y nos dijeron que teníamos que esperar tres días porque es el protocolo”, afirmó la tía.

Tras una intensa búsqueda de la familia el cuerpo del niño apareció en un lote baldío ubicado en la colonia La Palma. El hallazgo ocurrió a menos de un kilómetro de su domicilio, ubicado en la colonia el Roblar. 

“No, no, no porque me mataron a mi niño”, dijo Dolores quien se desvaneció ante la imagen que tuvo frente a ella.

Hay un detenido, pero no hay mayor información

Horas después de haber sido localizado el cuerpo, elementos de la policía ministerial implementaron un operativo de búsqueda. Cámaras de Acayucan ubicaron y detuvieron al presunto responsable del asesinato, de quien no hay mayor información hasta el momento. 

“Así va a quedar, pero es mentira que las autoridades vayan a resolver el caso, yo no creo que resuelvan este infanticidio”, recrimina la tía de José Antonio

La población de Acayucan ha exigido a las autoridades den una explicación pública y con pruebas reales. En redes sociales aseguran que no están conformes con “la supuesta detención”.

José Antonio será sepultado en las próximas horas. Su asesinato es un caso más de violencia en el sur de Veracruz que ha causado indignación entre la población de esa región. 

“Nada de lo que hagamos le devolverá la vida a mi sobrino, ninguna marcha, ni porque hagamos lo que sea él va a revivir. Solo nos preguntamos: ¿por que él?, recriminó la familiar de Antonio.