Veracruz, Ver.- El nuevo modelo educativo para aprender desde casa a través de las múltiples plataformas digitales, dejó en el olvido a las comunidades rurales que no cuentan con acceso a internet y en las cuales los alumnos se enfrentan a varios obstáculos para continuar con sus estudios, aseguró el docente Ángel Ochoa.

Tal es el caso de la comunidad Rincón Vainilla, localizada en el municipio de Carrillo Puerto, con aproximadamente 120 habitantes; el lugar solo cuenta con una escuela donde se enseña a alumnos de preescolar, primaria y secundaria.

La plantilla la conforman cerca de 56 alumnos de los tres grados escolares y solo hay dos maestros unitarios que se encargan de impartir las clases a todos los niveles.

La comunidad no cuenta con internet y la señal telefónica es casi nula, ningún alumno tiene una computadora en sus hogares, mientras que tan solo una persona por familia posee al menos un teléfono celular, esto representa un gran reto para los alumnos, padres de familia y maestros para poder continuar la educación en línea, dijo el profesor.

Pese a que la Secretaría de Educación de Veracruz dio a conocer que se distribuirían 368 mil 500 cuadernillos como material de apoyo para dar continuidad al ciclo escolar y se impartirían clases por medio de canales de televisión, el maestro dijo que esto aún no es suficiente.

Señaló que los alumnos deben mandar a sus maestros fotografías o vídeos como evidencias para que los docentes revisen los avances de sus estudiantes.

Actualmente los maestros están tomando cursos en línea, donde se les explican cómo utilizar las nuevas plataformas virtuales, las cuales se encuentran conformadas por Google y YouTube, donde ambos se unieron para conformar una red que pueda ayudar a los alumnos.

Por medio de esas plataformas se les brinda a los docentes y estudiantes una cuenta institucional de correo electrónico para acceder y donde se debe de registrar a los alumnos, para que les permita ver los múltiples contenidos educativos.

"Esto es un reto para las escuelas rurales, en este caso para nosotros, puesto que sabemos que en las escuelas rurales los alumnos no cuentan con acceso a internet o una computadora o un teléfono apto que permita abrir las aplicaciones", dijo el docente.

ALUMNOS TIENEN QUE SUBIR ÁRBOLES PARA TENER SEÑAL TELEFÓNICA

Debido a que la señal de teléfono es escasa y no en todos los lugares se alcanza a tener buena recepción, alumnos tienen que salir de sus casas e ir a puntos estratégicos de la comunidad para poder enviar sus tareas.

El profesor Ángel Ochoa relató que algunos estudiantes se ven en la necesidad de subirse a los árboles para poder obtener señal suficiente para que puedan comunicarse con sus maestros y de esta forma descargar todos los archivos, vídeos y enviar evidencias de sus tareas. 

Aunado a esto, el gasto extra que los padres de familia deben de hacer para salir a los municipios más cercanos a realizar las recargas para que puedan descargar el material que se les envía.

"Los padres de familia para poder meterle crédito al celular, para tener contacto con el maestro tienen que viajar al municipio más cercano que está en un trayecto de una hora y media", dijo Ángel. 

El gasto varía por cada familia, el promedio ronda entre los 200 pesos entre gastos de transporte y las recargas, la mayoría de estos pobladores se dedican al campo, con ingresos muy limitados.

ZONAS RURALES CON LIMITADOS ACCESO A INTERNET

En el 2019 la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de Información en los Hogares (ENDUTIH), señaló que tan solo el 47.7 por ciento de las zonas rurales contaban con acceso a internet, esto quiere decir que poco más de la mitad de los lugares no cuentan con internet.

Mientras que la proporción de hogares que disponían de computadora también registró un descenso con 57 por ciento. 

En tanto que, el porcentaje de usuarios que utilizaban celular fue de 58.9 por ciento, lo que corresponde a 15.3 millones de usuarios, siendo esta última la que presenta una mayor variabilidad respecto del año anterior, al incrementarse un 3.8 por ciento.