Veracruz, Ver.- Desde el primer momento que se declaró la contingencia sanitaria por la pandemia de coronavirus en el estado de Veracruz, en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río se encendieron los focos rojos.

El conteo oficial de la vigilancia epidemiológica que inició el 17 de marzo ubicó los dos primeros casos en el municipio de Veracruz, una mujer de 22 años de edad y un hombre de 24 años.

En los días subsecuentes los casos positivos y sospechosos fueron concentrándose mayoritariamente en la zona metropolitana que abarca los municipios de Veracruz, Boca del Río, Medellín de Bravo y parte de Alvarado, que en conjunto suman más del 50 por ciento del total de los contagios actuales.

Las medidas extraordinarias para prevenir los contagios se intensificaron desde el primer momento en esta conurbación y han venido reforzándose desde entonces con anticipación a otros municipios.

Por ejemplo, el Gobierno del Estado instruyó la suspensión de clases en los municipios de la conurbación una semana antes del resto del territorio estatal, es decir, desde el 13 de marzo y no desde el 21, como se hizo a nivel nacional.

Asimismo, para el 2 de abril se suspendieron las actividades no fundamentales para esta área metropolitana, debido al aumento en la incidencia de contagios en la región centro del Estado.

Otra medida que se instruyó fue que personal de la Secretaría de Protección Civil se coordinara con autoridades municipales para invitar a las personas a no acudir a las playas y espacios públicos, con el fin de evitar aglomeraciones.

Esta medida no fue lograda al cien por ciento por la resistencia de la población para acatar las recomendaciones, pero al mismo tiempo generó una serie de confrontaciones mediáticas entre autoridades municipales y estatales.

DESENCUENTROS Y POLÉMICA

A pesar de que la zona conurbada Veracruz-Boca del Río es el centro de la pandemia en el estado, las acciones por parte de autoridades municipales, estatales y federales no han dejado de lado las confrontaciones.

El primer hecho ocurrió el 24 de marzo, cuando en un oficio, Eric Cisneros le reprochó al alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez por las acciones de manera unilateral asumidas por el municipio, ajenas al Consejo de Salubridad General y el Consejo Estatal de Salud.

En respuesta, Yunes Márquez emitió un documento de tres párrafos, en el que enfatiza que: "En materia de cuidado de la salud y de la vida, lo que abunda no daña".

El desencuentro no terminó ahí, ya que para el 8 de abril el presidente municipal de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, solicitó el uso de la fuerza pública para que se obligara a cualquier persona que no atienda la recomendación de quedarse en casa a retirarse de las zonas de playas.

"He solicitado formalmente al gobernador del estado su apoyo para que con el uso de la fuerza pública se retire de playas y espacios públicos a las personas que de manera voluntaria no cooperen con las autoridades, cuando el dialogo y la razón se agotan es cuando la fuerza pública se tiene que utilizar", dijo el edil en su mensaje.

Ese mismo día, funcionarios estatales y federales negaron categóricamente que el Gobierno Federal o del Estado pueda hacer uso de la fuerza para desalojar espacios públicos como lo sugería el alcalde panista.

Incluso el gobernador Cuitláhuac García Jiménez rechazó que el alcalde de Veracruz haya presentado una solicitud formal como lo había mencionado.

A penas el 12 de abril, el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en el Congreso local, Juan Javier Gómez Cazarín, se sumó a los desencuentros con el alcalde de Veracruz e inició una discusión a través de redes sociales para responsabilizar al presidente municipal de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, de las aglomeraciones en mercados del municipio.

A través de sus redes sociales, el legislador escribió: "@FYunesMarquez primero exige que le ayuden a cerrar las playas por la pandemia. ¿También necesitará que le ayuden a controlar la aglomeración de la gente en el mercado de mariscos de Plaza del Mar?".

Un día antes, Autoridades del gobierno de Veracruz amagaron con sancionar a comercios que toleren la aglomeración de sus clientes, durante la cuarentena. Lo anterior debido al incremento de casos en investigación y positivos de covid-19, que sumaron para ese día (11 de abril) 502 sospechosos y 68 positivos.

EVOLUCIÓN DE LAS ESTADÍSTICAS

Después de 25 días del monitoreo del panorama epidemiológico, que la Secretaría de Salud actualiza diariamente, la zona conurbada se ubica con más de la mitad de los casos confirmados con 42 de los 79 diagnósticos positivos registrados hasta este 13 de abril.

Asimismo, se ubican 37 por ciento de los 480 casos que se clasifican como sospechosos en la entidad con corte de la misma fecha.

En esta zona conurbada se registraron también los primeros contagios comunitarios, es decir, de personas que no tenían antecedentes de viajes recientes al extranjero o contacto con alguien que haya llegado del exterior del país.

Para el 2 de abril, la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado detectó seis casos de transmisión comunitaria de coronavirus en el municipio de Boca del Río, para ese momento la tasa no alcanzaba el 20 por ciento de los contagios por esa vía.

Sin embargo, actualmente el porcentaje de contagios comunitarios supera el 65 por ciento de los casos totales, lo que significa que se transita a la peor etapa de la pandemia en caso de que no se atiendan de manera estrictas las recomendaciones que incluyen no salir de casa salvo para realizar actividades indispensables, lavarse constantemente las manos y mantener una sana distancia.

Ante tal escenario y previendo una saturación en los hospitales, la Secretaría de Salud podría hacer uso del Centro de Raqueta del Instituto Veracruzano del Deporte (IVD), ubicado en Boca del Río, para adaptado como hospital para atender a pacientes en evaluación por el virus del covid-19 en la zona conurbada.

AFECTACIONES ECONÓMICAS

La zona conurbada Veracruz-Boca del Río es al mismo tiempo la región que presenta mayores afectaciones económicas, de acuerdo con representantes de organismos empresariales.

La Cámara Nacional de Comercio Servicios y Turismo reportó el cierre del 95 por ciento de los establecimientos comerciales en los municipios de Veracruz, Boca del Río y Medellín desde el inicio de la cuarentena a la fecha.

En tanto que los restauranteros, a través de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), registra el cierre temporal de al menos 150 restaurantes distribuidos en los municipios antes mencionados.

El sector hotelero, que para esta temporada esperaba sus máximas ganancias, registra una caída histórica en la ocupación de las habitaciones, que actualmente no alcanza ni el 5 por ciento.

Según el presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles de Veracruz, Santiago Caramés, hasta el 13 de abril se contaban 19 hoteles cerrados temporalmente por la baja demanda, principalmente de grandes cadenas ubicados en la zona costera de Veracruz y Boca del Río.

El reporte del líder empresarial es que se espera que entre mayo y junio reanuden sus operaciones; en todos los casos se aseguró que los empleados fueron enviados a casa con sueldos y prestaciones cubiertas, aunque otros sectores que no cuentan con ingresos fijos sufren la pandemia.

Uno de ellos son los palaperos y vendedores de las zonas de playas, quienes opusieron la mayor resistencia a los llamados de quédate en casa, hasta que elementos de la Secretaría de Marina reforzaron las llamadas de atención a bañistas y el ayuntamiento decidió cerrar el bulevar costero para reducir el paso de turistas.

Pese a lo anterior, autoridades del sector salud prevén las siguientes semanas como decisivas para reducir o aumentar los contagios, dependiendo de la respuesta de la población, que en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río presenta un mayor riesgo en todo el estado por el número de casos.