• Turismo

Turistas huyeron del sol, pero no del COVID-19 en Veracruz

  • Víctor Toriz
Las recomendaciones para evitar espacios cerrados con multitudes no fueron atendidas; abarratoran espacios cerrados

Veracruz, Ver.- Las huellas de las multitudes en la arena desaparecieron en Playa Martí el último día del fin de semana largo, en medio de la alerta sanitaria emitida por la propagación del Coronavirus en el país.

Una sombrilla solitaria se mira desde el bulevar costero Manuel Ávila Camacho, que cruza de extremo a extremo el centro de la ciudad de Veracruz y la zona dorada de Boca del Río.

Ya de cerca se comenzaban a escuchar unas voces que emergían de la orilla del agua, las risas de niños y el bullicio de tres familias dispersas a lo largo de la bahía, las únicas almas presentes en una de las playas más tradicionales de Veracruz.

A lo lejos se miraban otros turistas en pequeños grupos que hundían sus pasos en la arena, caminando bajo el intenso sol que a medio día no da tregua, eran personas originarias de Puebla y la Ciudad de México, quienes contaron que Veracruz es desde hace años un destino predilecto para estas fechas.

“Del Coronavirus si nos preocupamos, tomamos las medidas de mantener la higiene y usar gel antibacterial, pero sabemos que es algo que tarde o temprano se va a desatar”, dijo Victoria Jiménez, quien pasa las últimas horas de su viaje sentada en la arena.

Es el último día del fin de semana largo del 16 de marzo, de los viajeros que acostumbraban a estirar hasta el último minuto del último día de asueto, pocos decidieron no pasarla en la playa.

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Acuario y restaurantes del malecón abarrotados

Las recomendaciones para evitar espacios cerrados con multitudes no fueron atendidas por todos los turistas y porteños, que en contraste con la baja asistencia en las playas decidieron pasar unas horas en restaurantes y plazas.

Uno de los cafés más tradicionales del malecón de Veracruz fue colmado desde las primeras horas del lunes, con filas de comensales que esperaban su turno para sentarse a la mesa y ordenar un café lechero, con un ritual en el que se toca la taza con una cuchara y que solo es conocido en el puerto.

En el Acuario de Veracruz la fila era más larga y se extendía varios metros, mientras los turistas esperaban su turno para conseguir un boleto e iniciar el recorrido por las peceras del recinto.

Los alrededores también tuvieron la presencia de una importante cantidad de turistas y comerciantes veracruzanos que ofrecían sus productos frente a la Plaza Acuario y a lo largo de Villa del Mar.

Hasta la tarde del lunes 16 de marzo no existía ninguna restricción para ingresar a los sitios turísticos de Veracruz, museos y plazas trabajan con normalidad, mientras se anunciaban la suspensión de eventos públicos, ferias y de las clases.

Guillermo Macías, representante de la Asociación de Guías de Turistas, reconoció que la cantidad de viajantes presentes en espacios públicos era importante, pero no en las zonas de playas como se acostumbra comúnmente.

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