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“No más secuestros, cobros de piso, ni abigeatos”, advierten autodefensas de Veracruz
Las Choapas, Ver.- Más de 700 autodefensas veracruzanos -reforzados con indígenas oaxaqueños- desplegaron una caravana por el sur de la entidad para decir “no más secuestros, cobros de piso, ni abigeatos”. El mensaje resonó a lo largo de 15 municipios, en una región azorada desde hace años por el Cartel de Jalisco Nueva Generación.
La cita fue este 1 de marzo. Hombres y mujeres protagonizaron una marcha marcada por dos características que describen al movimiento Grupos Unidos contra la Delincuencia: orden y discreción. Con esa estrategia ellos han frenado la saña de la célula delictiva más poderosa de México.
En la caravana participaron habitantes de Santiago Sochiapan, Acayucan, San Juan Evangelista, Jesús Carranza, Las Choapas, Minatitlán, Uxpanapa e Hidalgotitlán, por Veracruz; y La Esmeralda, Colonia Cuauhtémoc, Los Ángeles, Nueva Raza y Las Maravillas, por Oaxaca.
A estos pueblos no solo los une una frontera, la ganadería y su comercio. Todos sus habitantes fueron rehenes de los hermanos Jacinto y Alberto Rodríguez, alias "Los Piña", quienes, aseguran, sembraron terror con asesinatos, robos y más de 300 desapariciones en los últimos dos años.
Hace 24 horas, "Los Piña" sufrieron una baja sensible en manos de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz. Elementos de la Fuerza Civil abatieron a Reinaldo Patiño López, apodado "El Pelón de Abasolo del Valle" o "El Quemado" quien presuntamente se erigía como jefe de sicarios de esa agrupación y era jefe de plaza en Playa Vicente, Veracruz.
La saña de El Quemado, asistentes de la caravana la describen bajo el anonimato aun tratándose de una persona finada. “A los jóvenes que levantaba les perforaba la columna vertebral con un soplete. Él y su gente amenazaban cuando querían con violar a nuestras mujeres y niños si alguien se atrevía a dar información en su contra”, relataron.
No obstante, los autodefensas saben que es un buen momento para salir a las calles e invitar a la gente a unirse a su movimiento. “Ya no nos nos van a ganar la guerra porque son poquitos”, gritan por altavoz mientras avanzan por la autopista La Tinaja-Cosoleacaque.
Con pancartas de “ganaderos del sur unidos por la paz” 300 camionetas avanzan hasta la Unión ganadera de Las Choapas. En ese recinto tres vacas fueron sacrificadas para alimentar a cientos que han perdido el miedo. “La gente se ve contenta”, opinan reporteros de la zona.
“Un secuestro es lo más cercano a la muerte y yo lo viví”
En el salón de eventos de Las Choapas, Adrián Carreño da la bienvenida a los asistentes y pide desde un micrófono erradicar robos, extorsiones y lo que él vivió y comparte es “lo más cercano a la muerte que a mí me tocó vivir”: el secuestro de su esposa.
El secretario del grupo general ganadero de Las Choapas recordó el 2 de julio de 2018, cuando su cónyuge fue plagiada y exigieron 5 millones de pesos por su liberación. Él no se arrepienta de la decisión que tomó: no pagó un centavo y prefirió echarse mano de su pueblo.
“Éramos unas 600 o 700 personas. Día y noche la buscamos: un grupo buscaba por aquí y otro grupo buscaba por allá”. Después de 5 días, la mujer fue rescatada con vida de una casa de seguridad ubicada en el centro del municipio vecino de Agua Dulce.
¿Por qué no pagó el rescate?, ¿no considera que fue arriesgado?, se le cuestiona. “No lo hice. Si nosotros financiamos a la maleantada solo le damos armas para que nos sigan chingando”, contesta Adrián con una lógica y valentía opuesta a los protocolos de autoridades antisecuestros.
El líder autodefensa, no baja el tono de su voz y vuelve a referirse a sus compañeros. “Si alguien paga derecho de piso a un delincuente solo lo capitaliza. Sigamos adelante, sigamos creciendo porque el delincuente piensa todos los días como no nos van a dañar”.
“Queremos seguir trabajando con el gobierno”
Gil Guillén, representante del grupo de Ganaderos Unidos contra la delincuencia de Jesús Carranza, toma el micrófono para tender la mano al gobierno de Cuitláhuac García Jiménez. Pero lo hace a su modo.
“Yo pienso que todos estamos de acuerdo en darles a nuestros hijos y nietos una zona tranquila. Para lograrlo debemos buscar el apoyo del gobierno participando, avisando (hechos de violencia), estando unidos. Cuando se salga de control las cosas al gobierno vamos a entrar nosotros. Lo van a pensar bien en meterse con uno de nosotros que estamos aquí”, refirió.
A esa postura se suma Erasmo Vázquez González, representante de los ganaderos de San Juan Evangelista.
“Gracias al señor gobernador y al secretario de Seguridad. Se ha combatido a la delincuencia. Lo que parecía imposible ya no es, los delincuentes andan prófugos o andan huyendo”.
El citricultor criticó a compañeros ganaderos que, a decir suyo, se dejaron seducir por la delincuencia organizada. Y arremetió contra Humberto Andrade Ahuja, y su hijo, Humberto Andrade Salim, alias "Cacahuate", dueños de un rancho en Playa Vicente donde el pasado 23 de febrero fue hallado un cementerio clandestino.
“Hay partes, como Playa Vicente, donde la delincuencia estaba al mil por ciento. Donde casi querían exterminar pueblos completos. Donde había fosas con más de 300 personas enterradas en los ranchos. Si hay algún delincuente, señálenlo. Si saben un teléfono o dónde se esconden, hablen”, pidió Vázquez González.
Los autodefensas pidieron a la administración estatal la permanencia de la Fuerza Civil, grupo de élite que, sostuvieron, a diferencia de policías estatales de menor rango y uniforme azul, sí persiguieron a presuntos líderes de la delincuencia en el sur veracruzano.
El cierre de esta congregación estuvo a cargo del fundador del Movimiento 3 Mil, de Las Choapas, Baldomero Farías. “Nosotros semos contribuyentes, producimos un poco de empleo, un poco de comida para las ciudades, un poco de impuestos. Cuando el gobierno nos de la atención en la seguridad, todos vamos a estar en sana paz.
“Los ganaderos, comerciantes, empresarios y profesionistas ‘semos’ muchos más que un grupito de mugrosos delincuentes. Nada contra el gobierno, todo contra el secuestrador, el extorsionador, el que roba ganado”, concluyó.
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