Veracruz, Ver.- El 12 de julio de este 2019, la mamá de Brisa decidió difundir la fotografía de su hija en redes sociales y en las calles de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río-Medellín de Bravo.

Tras casi un mes de no saber de ella, la joven de 16 años fue rescatada por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, en la habitación 112 del hotel Guadalajara, ubicado en la avenida Mina con 20 de Noviembre, cerca del Hospital Regional de Alta Especialidad.

Isabella, su madre, y familiares habían pegado panfletos con el rostro de la pequeña y los números de teléfonos por si alguien daba con su paradero.

A través de una cuenta de Facebook, una persona avisó, el 13 de julio, que había visto a Brisa, caminando, por las avenidas Díaz Mirón y Azueta, muy cerca de donde la rescataron semanas después.

Nadie hizo caso al llamado, la búsqueda de sus parientes terminó cuando el domingo en la noche una llamada anónima alertó al 911, sobre el cautiverio de una menor de edad.

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Una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública acudió al llamado e ingresó al cuarto encontrando a la adolescente amarrada de manos y pies, con síntomas de deshidratación.

Una ambulancia de la Cruz Roja Mexicana acudió para atenderla, al ver su estado de salud decidieron trasladarla al hospital para su recuperación.

Una vez que lograron estabilizarla fue entregada a su familia, que hasta ahora no han querido hablar más del tema por temor a represarías.

De manera extraoficial, autoridades que colaboraron en el rescate dijeron que la pequeña tenía indicios de abuso sexual, pero eso tendrá que ser investigado por la Fiscalía General del Estado.

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