Acayucan, Ver.- “A los guardias hay que darles dinero para que te den acceso a tus pertenecías, al médico. Muchas personas quieren ver al jurídico y hay que pagarles, sino no 100, 200, 300 pesos mexicanos… Para mí esto no es un centro de atención, es un lugar de máxima seguridad”, son las palabras de un migrante cubano que vivió asegurado 31 días en la estancia migratoria de Acayucan, Veracruz.

Para el hombre de tez morena, quien será llamado Juan a lo largo del texto, los derechos humanos de cubanos, hondureños y guatemaltecos no son una garantía en la estancia para migrantes más grande en Veracruz. El edificio federal ubicado al sur de la entidad se ha consolidado como una “cárcel” hacinada de personas indocumentadas.

Juan, relata que en la estancia migratoria existe una sobrepoblación que obliga a algunos de sus compañeros a dormir sobre colchonetas o en el piso, donde la comida es escasa, al igual el agua para bañarse. Lo único que abunda en las paredes del recinto son las garrapatas en los dormitorios y excremento en los sanitarios.

“Estuve durmiendo en el piso porque muchos colchones estaban con malos olores y otros llenos de insectos como garrapatas. Y le puedo decir que había días que no me bañaba”, comparte Juan, quien hace 15 días logró salir del hacinamiento junto con su esposa y ahora ambos viven temerosos de ser deportado a su natal Cuba.

Esta pareja, fue detenida en un retén de Migración cuando iban a bordo de un autobús de pasajeros cerca de Acayucan, él logró salir con el apoyo de abogados de la Asociación Civil “Movilidad Humana Mercedaria”, por un amparo que ganaron ante un juez federal después de estar un mes incomunicado.

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La esposa de Juan asegura que fueron sus peores momentos cuando estuvo detenida en ese lugar. “Lo que viví ahí no se lo deseo a nadie, puesto que hay condiciones infrahumanas en esta instalación; existe carencia de agua, donde nos pasábamos días sin bañarnos. Teníamos que dormir en la intemperie porque no había capacidad en las instalaciones”, abunda la mujer delgada de estatura media con un semblante de molestia por lo que ha padecido por su paso a este país.

La mujer de 30 años de edad asegura que en la estancia veracruzana las condiciones de salud tampoco son suficiente, al grado de que menores se han convulsionado, mientras esperan la autorización de funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) para trasladarlos a un puesto médico.

De acuerdo con el abogado de la asociación civil, “Movilidad Humana Mercedaria”, Arnulfo Cruz Romero, personas de origen cubano son una parte de los migrantes que han logrado salir de la estancia de Acayucan a través de un proceso legal, pues, aclaró, aún otros 40 permanecen retenidos por meses pese a haber obtenido amparos federales.

“Ha habido resoluciones a favor y han desacatado esas resoluciones las autoridades migratorias, entonces al haber un desacato por parte de la autoridad migratoria están violando los derechos a los que están detenidos de manera involuntaria”, manifestó Arnulfo Cruz.

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El presidente de la misma asociación, José Luis Reyes Farías, confirmó que de manera constante han hecho denuncias de las malas condiciones en la estancia de Acayucan, debido al hacinamiento que producen las redadas masivas ejecutadas en las últimas fechas.

“La Estación Migratoria está rebasada en su capacidad y este hacinamiento provoca muchas condiciones infrahumanas en las que viven nuestros hermanos migrantes que son privados de su libertad”, indicó.

Los grupos más vulnerables son los niños, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad, quienes a su vez padecen más carencias. El resto de la población que pasa una semana ahí corre el riesgo de contagiarse de una enfermedad viral, “inclusive hay indicios de que se han registrado enfermedades graves, indicios de tuberculosis que tienen que ser tratadas y atendidas, pero son por el hacinamiento”.

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