Veracruz, Ver.- En una semana, autobuses del transporte público de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río han sufrido los embates de la delincuencia, lo que ha generado temor entre los usuarios.

En últimos días, tres hechos prendieron los focos rojos entre las autoridades policiales debido a que no son comunes.

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El primer caso fue el 10 de julio de este 2019, cuando dos sujetos abordaron un camión de la línea Saeta a la altura de la carretera que une Paso del Toro y Boca del Río.

Al pasar por la plaza El Dorado, una joven que había salido de su trabajo en una tienda departamental también abordó el mismo autobús para ir a descansar a su casa.

Cuando la unidad circulaba al poniente de Veracruz los dos hombres aprovecharon que solo venía ella de pasajera y sacaron un arma de fuego y un cuchillo.

Mientras el delincuente que portaba la pistola le pedía el dinero de la cuenta al chofer, el otro amenazaba con el arma blanca a la joven.

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Justo en el tramo de la carretera federal a Xalapa el sujeto llevó a la mujer a los asientos de atrás y abuso sexualmente de ella.

Luego abandonaron a las dos víctimas en un paraje de terracería de la localidad de Dos Lomas, en la ciudad de Veracruz.

El segundo caso se dio el viernes 12 de julio, cuando usuarios del transporte público grabaron los momentos de terror que vivieron abordo de la ruta Norte-Sur.

Los testigos relataron que el operador de la unidad tuvo un desacuerdo vial con un automovilista que, enfurecido, sacó un arma de fuego.

Al darse cuenta de esto, el chofer huyó pero su agresor lo siguió mientras mostraba la pistola de forma amenazante.

El video testifica cómo decenas de ciudadanos tuvieron que arrojarse al pasillo del camión para evitar las balas.

En el interior se escuchan gritos, llantos y ruegos al trabajador del volante para que abriera las puertas a todos y así poder huir del sujeto.

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El tercer caso fue el sábado en la noche, cuando tres hombres armados con cuchillos y una pistola, sorprendieron al conductor del camión 55 de la ruta Azules-Laguna, justo cuando pasaba por la avenida Hernán Cortés.

Ahí lo obligaron a entregar la cuenta del día, además le pedían los documentos de la unidad, sin embargo no pudieron quitárselos.

Otros chóferes se dieron cuenta del atraco y siguieron a su compañero hasta cerrarle el paso para obligar a los delincuentes a bajar.

No los pudieron detener debido a que estaban en desventaja, pues los asaltantes tenían el arma de fuego.

Los afectados dijeron que era el cuarto ataque contra Los Azules, en menos de un mes.