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David contra Goliat: Cafetaleros van contra Nestlé
Xalapa, Ver.- Desde su hogar en la localidad de Las Lomas, en Coatepec, don Pedro está alerta de las noticias. Sabe que, a los bajos precios, a los problemas de plagas y a la falta de apoyos se sumará un nuevo factor que incidirá en el cultivo del café con la irrupción de la multinacional Nestlé, la cual ya comenzó a construir una planta procesadora de este cultivo en el puerto de Veracruz.
Relata que endeudándose con créditos a 5 años pudo resembrar su parcela de una y media hectáreas con café arábigo y sus plantas están por entrar a su mejor etapa de producción con 3 años de antigüedad. Sin embargo, la factoría que impulsa el Gobierno Federal de Andrés Manuel López Obrador lejos de beneficiarlo podría perjudicar su inversión.
Explica que la fábrica hará uso de café tipo robusta, que es de menor calidad pero que se adapta a casi a cualquier altura sobre el nivel del mar y a climas cálidos, a diferencia del arábigo que crece a alturas de entre 800 a 2 mil metros sobre el nivel del mar. Para sus productos solubles Nestlé opta por el producto de menor precio, lo que le garantiza rentabilidad.
Don Pedro explica que contrató un crédito con la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero por 50 mil pesos, pagadero por casi 13 mil pesos anuales a un plazo de 5 años para cubrir los intereses.
El pequeño productor añade que con 50 mil pesos apenas y alcanza para la compra de plantas nuevas, sembrado y fertilizaciones. El mantenimiento es aparte y depende de cada productor
“Con 50 mil pesos apenas y te alcanza para una renovación de una hectárea (…); ahora ya de ahí para darle mantenimiento ya viene saliendo de tu bolsa y si haces el esfuerzo puedes reforzar la inversión y si no te queda la esperanza de que se todo se dé sin que le pongas más dinero”.
“A la planta en 3 años de crecimiento es más lo que le vas a estar invirtiendo que lo que te va dando, prácticamente solo se produce para el mantenimiento, pero no alcanza ni para eso. Ya una planta de 4 años en adelante ya es rentable, siempre y cuando tenga su mantenimiento adecuado”.
Irónicamente, Pedro comenta que resembró hace tres años, es decir que su parcela está a una cosecha para que comience a ser rentable en 2020 o 2021, justo cuando se proyecta que comience a operar la nueva planta de Nestlé en el puerto de Veracruz, la cual no consumirá el grano de fincas como la suya o la de otros cientos de productores endeudados.
Como él, explica, hay cafetaleros que se endeudaron renovando sus plantíos y que siguen pagando intereses de más del 9 por ciento anuales, pero que quedarán fuera del negocio de la factoría de Nestlé, que ya les advirtió a través de sus emisarios que de no producir grano robusta se tendrá que importar de otros países.
“Hay malos precios y parece que para este año el kilogramo de café se pagará en 5 pesos, cuando se requiere que valga entre 15 y 20 pesos para que podamos vivir y sacar adelante a nuestras familias. Además, tenemos los problemas de plagas y ahora con la llegada de la empresa se complica más el panorama”, opina don Pedro, quien pide omitir sus apellidos asegurando que todos los productores acordaron cautela en este tema.
Expone que gente como él está en medio de la disputa que existe entre el gobierno federal y organizaciones como el Consejo Regional del Café, que ya preparan movilizaciones masivas en contra de la planta de procesamiento en distintas regiones del Estado para mantener sus privilegios sin importar la fábrica de Nestlé.
“Los encargados de estas organizaciones como el Consejo se quieren beneficiar, como siempre ocurre, ellos quieren agua para su molino y a nosotros ni siquiera nos contemplan más que para presionar al gobierno. Los ejidos, los pobladores que realmente trabajan de sol a sol nos estamos quedando fuera”.
“Lo que las organizaciones buscan es controlar el grano que se venderá a Nestlé y que la empresa no se acerque a los pequeños productores; es decir que ellos (las organizaciones como el Consejo Regional) saldrán beneficiados porque al productor nunca le van a pagar lo que les corresponde; a pesar de que sea de buena calidad”, sostiene.
Por ello considera fundamental que el gobierno se acerque a los productores, no a las organizaciones.
“Solo así, después de invertir en café arábigo, un productor podría animarse a invertir en el grano que necesitará la fábrica que ya están construyendo”, plantea don Pedro, sabedor de que a la fecha recuperar su inversión es una moneda en el aire.
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AMLO promete apoyos, pero impulsa la planta de Nestlé
Apenas en diciembre de 2018 el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la construcción de una planta procesadora de café de Nestlé en el puerto de Veracruz, la cual recibió el respaldo inmediato del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez y la oposición de productores de todo el Estado.
Se estima una inversión de 154 millones de dólares y 10 mil empleos; no obstante, para el integrante del Consejo Regional del Café de Coatepec, Cirilo Elotlán Díaz, el proyecto perjudicará no solo económicamente a los productores, también mermará la calidad por la que es reconocido el grano veracruzano.
Según el líder cafetalero están siendo presionados para dejar atrás el cultivo de café arábigo por el café robusta o conillón, ideal para surtir a la empresa multinacional para la elaboración de sus solubles. Les informaron que si los cafetaleros no se involucran con el proyecto el grano será importado de otros países para abastecer a la planta, es decir que prácticamente los están obligando a replantar.
“El argumento es que se va a generar empleo, desarrollo y terrenos ociosos que están en zonas como Los Tuxtlas; sin embargo, la planta procesadora terminará por afectar los precios”.
Elotlán Díaz cuestiona que el gobierno federal haya dado todas las facilidades a la empresa multinacional para instalar su fábrica sin consultar a los productores y sin darles solución a otros problemas como los bajos precios, las afectaciones por plagas y la falta de apoyos.
Expuso que el gobierno de AMLO ofrece apoyos de 5 mil pesos anuales por productor, teniendo como meta beneficiar a 250 mil pequeños productores de café en todo el país con una dispersión total de mil 250 millones de pesos.
Según datos ofrecidos en la conferencia mañanera del pasado 11 de julio a la fecha se han canalizado apoyos a dos mil 407 productores y se espera que en julio se dispersen ayudas a 176 mil 581 productores de café con 883 millones de pesos, con lo que se generaría un 71 por ciento de avances.
El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Manuel Villalobos Arámbula, justificó que habrá apoyos para garantizar la producción del café soluble con el grano robusta, sin embargo, los 5 mil pesos se destinarán a los pequeños productores de arábigo.
“El café robusta tiene un destino y tiene otras calidades. Entonces, fomentar la producción de café robusta que puede ser a nivel, inclusive, a nivel del mar, generará mucho empleo. El café arábica, que es el que tiene una gran cobertura, particularmente, con pequeños y muy pequeños productores es de calidad estará orientado precisamente a mercados específicos”.
“Entonces, hay que reconocer que estamos hablando de dos programas diferentes y esa es la base por la cual el presidente ha aprobado este programa”, explicó.
Elotlán Díaz negó estar en contra del desarrollo o de la empresa Nestlé, pero recordó que a la fecha se cultivan cerca de 700 mil hectáreas en el país de café arábigo y en Veracruz son unas 135 mil hectáreas repartidas entre 90 mil productores, según el último censo del gobierno del Estado, campesinos ya están siendo presionados para cambiar de grano.
“La planta va a inducir, esa es la frase que manejan, a que se siembre el café robusta como está ocurriendo en Tezonapa, en las zonas bajas de Huatusco, en Córdoba; están induciendo a producir café robusta para comprarlo a un bajo precio afectando a los productores de arábigo, es muy complicado este asunto y nos preocupa a todos los cafetaleros”.
Añadió que en Huatusco coincidentemente ya se sembraron 500 hectáreas de café robusta y se proyecta que a largo plazo “la gran industria” compre las tierras de los productores que terminen por declinar y vender cafetales.
“Ya está pasando, el Huatusco hay 500 hectáreas compactas sembradas de café robusta; se trata de una feliz coincidencia, aunque esto no es nuevo, la empresa Nestlé ya tenía definido este proyecto desde hace años y se está imponiendo con sus condiciones y sus propias certificadoras; ya tiene luz verde del nuevo gobierno (…).
“Pero se vienen movilizaciones, los productores no se van a dejar y ya se están uniendo funcionarios y hasta diputados de MORENA que saben que este proyecto no es viable y están por irse no contra el jefe mayor, contra acciones como la planta y todos los despidos que hay de funcionarios y recortes de programas”.
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Proyecto peligroso y con conflicto de interés
A pesar de las promesas de generación de empleos y compras de miles de toneladas de café, otros productores e investigadores de la Universidad Veracruzana (UV) han señalado los riesgos que implica el establecimiento de la planta procesadora de Nestlé en Veracruz.
Se pretende que la planta se ubique en 45 hectáreas, aunque la fase inicial plantea 20 que ya comenzaron a construirse en el Puerto de Veracruz, y ofrezca mil 500 empleos además de la compra de materia prima.
La insistencia del Gobierno para apoyar a la empresa llevó a los productores de al menos cinco estados a manifestarse en la Plaza Lerdo de Xalapa para mostrar su descontento. Los integrantes del Frente Nacional en Defensa de la Caficultura Mexicana exigieron la creación de un subsidio de mil 800 millones de pesos para enfrentar la crisis de precios del aromático y aplicar durante este año mil 200 millones de pesos para renovación y mantenimiento de cafetales.
El vocero de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC), Fernando Celis Callejas, dijo que las mismas autoridades estatales han señalado la intención de que cultiven hasta 80 mil hectáreas de robusta en Veracruz, lo que significa una producción de 4 millones de quintales.
"¿Cuánto café arábiga se produce en Veracruz? No llega ni a 800 mil quintales; el plan de Nestlé implica desplazar el cultivo de café arábiga por el de robusta", declaró ante los medios de comunicación.
Por su parte, el propio Elotlán Díaz aseveró en las primeras movilizaciones en contra de la factoría que " la inundación de producción de café robusta" es promovida por el jefe de oficina de la Presidencia de la República, Alfonso Romo, quien tiene un convenio a través de su empresa Agromod con Nestlé desde el 2011.
"En 2011 hizo un convenio con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), que dependía de la Sagarpa de aquel tiempo, en donde el mismo Romo tuvo amigos. Con ese convenio se encargó de producir nuevas semillas cafetaleras (...) Nos alarma que el presidente esté apoyando a empresas monopólicas que tanto daño les han hecho a los productores nacionales, nos alarma que no escucha", evidenció.
Por su parte, el investigador del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la Universidad Veracruzana (UV), Alberto Olvera Rivera, calificó el proyecto como “suicida”, vaticinando que provocará que los productores busquen cultivar la variedad robusta en lugar de la arábiga, la que tradicionalmente se produce en Veracruz, mediante la entrega de subsidios a los caficultores por parte del Gobierno federal y estatal.
Además, indicó que es posible que el Gobierno no solo subsidie la producción de este tipo de café, sino que se le subsidie a la empresa el pago de servicios, como el de agua o el terreno donde se construye la planta.
Sin embargo, Nestlé también ha hecho apariciones públicas y ha señalado que actualmente compran cada año 10 mil millones de pesos en materias primas y en Veracruz paga más de mil 900 millones de pesos a más de 10 mil productores.
Según sus proyecciones de la multinacional se pretende que la nueva planta produzca 11 mil toneladas de café soluble al año para lo cual pretende comprar 20 mil toneladas de café verde a productores no solo de Veracruz, sino de otras regiones cafetaleras como Chiapas y Puebla.
En diversas entrevistas, el vocero de la empresa, Juan Carlos Pardo, ha señalado que la empresa "viene para quedarse" y que trabajarán "con quien quiera trabajar y vender más”. Cabe destacar que la intención es que hacia finales de 2020 la fábrica sea inaugurada al menos en su primera etapa.
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