La Comisión Nacional de Derecho Humanos (CNDH) reveló que Hidalgo se ubica en los primeros cinco estados del país que registran el mayor número de linchamientos, de 2015 a la fecha.

De acuerdo con el Informe Especial sobre los Linchamientos en el Territorio Nacional, en este lapso han ocurrido 403 linchamientos en México.

El documento indica que en las 32 entidades se ha registrado al menos un caso en los más de tres años, sin embargo, la lista la encabezan el Estado de México con 102, Puebla con 85, Ciudad de México con 44, Tabasco con 42 e Hidalgo con 20.

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El estudio elaborado por la CNDH y el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), precisa que en 2018 Hidalgotambién ocupó el quinto lugar en el número de actos de justicia por propia mano. De 174 casos, 76 por ciento sucedieron en cinco estados: Puebla (48), Estado de México (40), Tabasco (22), Ciudad de México (13) e Hidalgo (9).

 El documento también señala que a nivel nacional se muestra una tendencia constante de crecimiento. De 2015 a 2016 hubo un incremento del 37 por ciento; mientras que 2018 presentó un repunte de 190 por ciento respecto a 2017, al pasar de 60 a 174 casos con 271 víctimas.

Los reportes señalan que entre 2015 y 2018 se registraron 561 víctimas, de las cuales 121 murieron y 440 fueron rescatadas con vida. En 2019 se confirma la tendencia, pues en los primeros cinco meses han ocurrido 67 linchamientos, con 107 víctimas.

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Para el ombudsman, Luis Raúl González Pérez, esta conducta refleja la falta de capacidades del Estado para mantener el monopolio legítimo de la fuerza, el control sobre el territorio, garantizar la aplicación de la ley y la seguridad de la población, "funciones primordiales no cumplidas que son síntomas de una crisis de autoridad e institucionalidad".

A principios de abril pasado, el gobierno de Hidalgo publicó un protocolo de actuación para policías estatales, municipales y de investigación en caso de linchamiento, en el que se establece que deben agotar los medios pacíficos, y sólo emplear la fuerza sobre individuos que ofrezcan resistencia física o agredan a los uniformados.

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