• Cultura

Veracruz, autores y poemas para celebrar el día mundial de la poesía

  • Arantxa Atl
Estos son los poemas y autores que convergen con su verso o su origen en un sólo lugar: Veracruz

El escritor Juan José Arreola decía que todo lo que importa y vale en el mundo y legitima nuestra condición humana, es lo poético, de ahí que antes de estudiar o buscar qué significa la poesía como un fenómeno lingüístico de acomodación de palabras, "cuando hay una urgencia auténtica de comunicar una experiencia íntima o nuestra percepción del mundo externo", la poesía nace de la voluntad expresiva.

¿Qué sería del mundo sin la poesía y las, los poetas? Desde la redacción de E-Consulta Veracruz te compartimos 10 poemas de autores y autoras veracruzanas, y uno más del gran poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, dedicado a la bella ciudad de Papantla, de donde es originario otro extraordinario escritor y precursor del movimiento estridentista: Manuel Maples Arce.

Josefa Murillo (1860-1898)

De origen tlacotalpeño, Josefa Murillo es considerada por César Cañedo una poeta insumisa, que se burla y desafía a través del humor el “deber ser” de una mujer, la “autoridad” masculina y que precisamente “ejerció su voz poética ajena a las expectativas”.

Usó el seudónimo de Totoloche para la publicación de sus poemas.

De Josefa Murillo te compartimos Letrilla Chaquistera

“QUE SI PICA,

AL CHAQUISTE JUSTIFICA”

Hace dos o tres domingos

dijo el cura en una plática,

que entre la gente de iglesia

se piensa obsequiar al Papa

con un álbum fotográfico.

 

A todo el coro de beatas

alborotó la noticia;

y más, cuando es una ganga

sacar “sólo por un peso”

tres estampas de una estampa.

 

Toda la que se confiesa

siete veces por semana;

toda la que vive más

en la iglesia que en su casa;

toda jamona del día,

toda doncella… de marras;

en fin, toda la que es

apostólica y romana;

toda la que papas come,

se retrata… se retrata

[relativa1]

José María Roa Bárcena (1827-1908)

Quizá hayas escuchado su nombre en alguna calle del centro de Xalapa, y muy probablemente no sabías que era el nombre un extraordinario poeta y periodista de esta ciudad capital; fue discípulo del poeta xalapeño José de Jesús Díaz (recuerda la calle Poeta Jesús Díaz).

Era conservador, pero bien recibido por los liberales. Además fue comerciante. Entre sus obras se distingue el poema Diana, “narración versificada que constituía en aquel momento casi todo un género y contaba con enorme aceptación”.

De Roa Bárcena te compartimos “Mensajera”, un poema de su libro Poesías líricas (1854)

- ¿De dónde vienes, ave peregrina?

- En pos del sol, desde lejana sierra.

- ¡Feliz quien puede recorrer la tierra

Como tú la recorres, golondria!

 

- De tu paterno hogar sobre la encina

Del ábrego evité la cruda guerra;

Y de la alcoba que tu cuna encierra

Mi nido tuve en la elevada esquina.

 

- ¿Y á mis hermanos y á mis padres viste?

- Pronunciaban tu nombre á todas horas

Con tierno amor y con semblante triste.

 

- Vuelve hácia allá tus alas voladoras…

- Sí; les diré que su memoria existe

Viva en tu pecho, y que su ausencia lloras.

 

Juan Díaz Covarrubias (1837-1859)

Hijo del también poeta, José de Jesús Díaz, Juan Díaz Covarrubias nació en Xalapa y se desarrolló como médico, novelista y poeta romántico. Una comunidad de Los Tuxtlas lleva su nombre.

Fue, de hecho, detenido mientras atendía heridos en la batalla de Tacubaya, posteriormente lo fusilaron. Era liberal.

De Juan Díaz Covarrubias te compartimos A la luna

Quédate, ¡oh luna!, plácida, argentada,

queda con tus encantos, tu luz pura,

yo ocultaré mi vida abandonada

entre las sombras de la noche oscura.

 

Y si alumbra tu luz, pálida y triste,

a la hermosa que amé sin esperanza,

dila que el llanto que en mis ojos viste,

nadie en el mundo a disipar alcanza.

 

Ahora, tal vez risueña y afanosa

te contempla al vagar entre las flores,

o a su amante esperando cariñosa

se aduerme en sueños de ilusión y amores.

 

Yo adoré a esa mujer, pura violeta

que brotó entre la lava de este suelo;

más pura que el ensueño de un poeta,

traslado de los ángeles del cielo.

 

Dulce suspiro de inocente niño,

ángel de amor que por amor delira,

plácida virgen del primer cariño,

flor que perfuma y perfumando expira.

 

Contémplala feliz, luna querida

al dulce lazo del placer sujeta,

que yo tranquilo cruzaré la vida

con mi llanto y miseria de poeta.

 

Dila que su recuerdo en mi memoria

por siempre existirá, solo, profundo,

ya me acaricie un porvenir de gloria

o ya cruce mendigo por el mundo.

 

Y al dejar de la vida la ribera,

cuando cansado de llorar, sucumba,

alumbra ¡oh luna! por la vez postrera

las olvidadas flores de mi tumba.

 

María Enriqueta Camarillo 1872-1968

Originaria de Coatepec, Veracruz, su obra fue rescatada por la doctora Esther Hernández Palacios en el libro Rincones Románticos, editado por la Universidad Veracruzana.

Para la académica, Camarillo y Roa de Pereyra estuvo a la altura de poetas como Gabriela Mistral, e hizo el Rosas de la Infancia, un libro de texto para estudiantes de primaria con textos de su autoría y poetas y narradores de México y el mundo.

De María Enriqueta Camarillo compartimos, Así dijo el agua

En tanto que caía mansamente,

díjome el chorro en el pilón derruido;

Del jardín de tu dueño aquí he venido;

hoy canté mis canciones en su fuente.

 

El rumor celestial de mi corriente

cosas tan dulces murmuró en su oído,

que el dueño de tu amor, agradecido,

ha puesto en mí sus labios reverente…

 

Dijo así en el pilón. El sol ardía,

eran de fuego sus fulgores rojos…

Y yo que en fiera sed me consumía,

 

al tazón me incliné y bebí, de hinojos,

ese beso que él puso en la onda fría,

y que nunca pondrá sobre mis ojos…

 

 

Salvador Díaz Mirón (1857-1928)

Nacido en el puerto de Veracruz, el poeta liberal, periodista y político Salvador Díaz Mirón se caracterizó por una vida conflictiva, violenta, y un temperamento explosivo que lo llevó a la cárcel tras matar en un duelo a Federico Wólter.

Tras ese hecho es encarcelado durante cuatro años, donde, de acuerdo con el Fondo de Cultura Económica, el poeta detalla el estilo del movimiento modernista.

De Salvador Díaz Mirón compartimos Dedicatoria

Cuanto en mí vierte luz y armonía

ha nacido a tus besos de miel;

yo soy bardo y tribuno, alma mía,

porque tú eres aliento y laurel.

 

Si he lanzado una piedra a los cielos,

si fui cruel, no me guardes rencor;

confesando que ha sido por celos,

harto digo que fue por amor.

 

No te aflijas si el nauta suspira

tanto nombre en las noches del mar;

si son muchos los astros que mira,

uno solo es la Estrella Polar.

 

La esperanza, luchando y venciendo,

me promete sin par galardón;

¡a ti vaya, sangrando y gimiendo,

este libro, que es un corazón!

 

Cuanto en mí vierte luz y armonía

ha nacido a tus besos de miel;

yo soy bardo y tribuno, alma mía,

porque tú eres aliento y laurel.

[relativa2]

Isabel Pesado de Mier (1832-1913)

Mejor conocida como la Duquesa de Mier, fue una escritora y filántropa mexicana, nacida en el municipio de Orizaba; de su obra la más conocida se encuentra sus Apuntes de viaje de México a Europa.

Compartimos estos versos titulados, A México. En el mar

En este mar agitado

Pensando en la patria ausente,

Llevo el ánima doliente

Y el corazón traspasado.

....

Dejé mis claveles rojos

Sembrados junto a la fuente

Y me traje solamente

Las lágrimas en los ojos.

...

Lejos de mi hogar querido

Donde todo fue ventura;

Hoy recuerdo con tristura

El bien que lloro perdido.

 

Manuel Maples Arce (1898-1981)

Precursor de la vanguardia estridentista, Manuel Maples Arce nace en Papantla, y dedica su vida a la poesía, aunque fue también diplomático y político. Entre su obra literaria encontramos cuentos, ensayos, y poesía, por su puesto.

Junto a Fermín Revueltas funda la revista Irradiador, que pretendió ser la vía de difusión del movimiento estridentista, que tuvo entre sus grandes aliados a otro veracruzano, el entonces gobernador, Heriberto Jara.

De Manuel Maples Arce compartimos Prisma

Yo soy un punto muerto en medio de la hora,

equidistante al grito náufrago de una estrella.

Un parque de manubrio se engarrota en la sombra,

y la luna sin cuerda

me oprime en las vidrieras.

Margaritas de oro

deshojadas al viento.

 

La ciudad insurrecta de anuncios luminosos

flota en los almanaques,

y allá de tarde en tarde,

por la calle planchada se desangra un eléctrico.

 

El insomnio, lo mismo que una enredadera,

se abraza a los andamios sinoples del telégrafo,

y mientrass que los ruidos descerrajan las puertas,

la noche ha enflaquecido lamiendo su recuerdo.

 

El silencio amarillo suena sobre mis ojos.

¡Prismal, diáfana mía, para sentirlo todo!

 

Yo departí sus manos,

pero en aquella hora

gris de las estaciones,

las palabras mojadas se me echaron al cuello,

y una locomotora

sedienta de kilómentros la arrancó de mis brazos.

 

Hoy suenan sus palabras más heladas que nunca.

¡Y la locura de Edison a manos de la lluvia!

 

El cielo es un obstáculo para el hotel inverso

refractado en las lunas sombrías de los espejos;

los violines se suben como la champaña,

y mientras las ojeras sondean la madrugada,

el invierno huesoso tirita en los percheros.

 

Mis nervios se derraman.

La estrella del recuerdo

naufragada en el agua

del silencio.

Tú y yo

coincidimos

en la noche terrible,

meditación temática

deshojada en jardines.

 

Locomotoras, gritos,

arsenales, teléfrafos.

 

El amor y la vida

son hoy sindicalistas,

 

y todo se dilata en círculos concéntricos.

 

Ernesto Cardenal

Hacemos una pausa para compartiles Papantla, un poema del nicaragüense Ernesto Cardenal, sacerdote católico de la Teología de la Liberación, partícipe de la revolución sandinista. Los poemas del que también fue político y rechazado por el papa Juan Pablo II, van del romanticismo a la crítica contra el clero y versos revolucionarios.

al primer capítulo se responde

                                    que se llama papantla

ay neblinas

                  el pueblo entre unos montes

ay muchos arroyos

                                    que en sus riberas se cojen muchas frutas

falta gente que las coma las

                                                      comen los pájaros

naranjos de castilla zapotes mameyes anonas

árboles de rrosas de la tierra muy olorosas

garcas

                        benados

                                               muchos papagayos

faisanes armadillos micos y martas guacamayas muy lindas

al quinto se responde que los indios

                                               biven muy lejos unos de otros

                                    en las laderas de los cerros

                        vestidos de algodón

las indias con su güipil

                        y unas naguas que ellos llaman

pescan en los rríos

                                               y hablan la lengua totonaca

muchos árboles en la ribera

                                               que no se saben sus nombres

buenos para pilares de casas y

                                               mástiles de navíos
llevan la madera en canoas por el río

                                                           a la ciudad de la Veracruz

y por el mar a la isla de san joan de lua

en esta costa de san joan de lua

                                               pasan las flotas de castilla

desde aquí se las ve barloventando

y un cuarto de legua la mar adentro

                                               muchos arrecifes

se divisan blanqueando desde la orilla

Natalio Hernández

Veracruzano indígena, los versos de Natalio Hernández (desde sus poemas cortos hasta su gran poema de largo aliento, El vuelo del colibrí), recogen la riqueza de los pueblos originarios y su cosmogonía.

La mayoría de sus poemas los hallarás en sus dos lenguas: náhuatl y español.

De Natalio Hernández compartimos Tiempo cero (canto a Teotihuacan)

El maíz nace

el maíz florece

el maíz madura

el maíz se seca.

*

Todo nace

todo florece

todo madura

todo fenece.

*

Nuestro corazón nace

nuestro corazón florece

nuestro corazón madura

nuestro corazón muere.

*

Nuestras ciudades nacen

nuestras ciudades florecen

nuestras ciudades maduran

nuestras ciudades envejecen.

*

Todo nace

todo desaparece;

y todo vuelve a nacer

para volver a florecer.

 

Rossy Evelin Lima

Rossy Evelin Lima, es una veracruzana poeta, lingüista y traductora, activista por la promoción de la educación universitaria y la lectura.

De Rossy Evelin Lima te compartimos Perro Negro

El perro negro que me ladra

es un espejo.

 

En el brillo de la calle, su alboroto

expulsa la baba que escurre en mis pasos.

mi abuelo decía que ese perro era el diablo,

un trato por tu alma.

 

El filo de mi espalda

busca la mano del perro diablo

para estrecharla

un alma por un trato,

 

el ladrido interminable,

mi espalda que corta su gruñido,

no hay mano que estrechar,

 

apenas y escucho los pasos,

el lomo se hace una caricia que bruñe.

 

Detrás del cancel

todos los hombres son diablos blancos.

[relativa3]