Veracruz, Ver. Los dos autobuses atacados a disparos en las últimas horas en la ciudad de Río Blanco son propiedad de Víctor Castelán Crivelli, presidente de la asociación de empresarios transportistas del estado de Veracruz AC (ASTRAVER).

El concesionario encabezó una protesta, el domingo pasado, en contra del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, en demanda de una mesa de diálogo para tratar temas como la autorización del alza al pasaje y el rechazo a la circulación a camiones con más de 10 años de antigüedad.

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Cerca de 5 mil unidades, de diferentes rutas, dejaron de brindar servicio en ciudades como Veracruz-Boca del Río, Medellín de Bravo, Alvarado, Coatzacoalcos, Orizaba y Córdoba.

Los operadores y concesionarios que se negaban a participar en la protesta fueron obligados a parar, incluso golpearon a algunos pasajeros que exigían los llevaran a sus destinos.

El jueves por la tarde, un grupo armado abrió fuego contra una de las unidades de la línea Metropolitanos que sirve en la región de Orizaba, Nogales, Ciudad Mendoza y Río Blanco.

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Las balas quedaron incrustadas en las láminas del vehículo, ninguno de sus pasajeros, ni el operador resultaron con lesiones, pero sí con crisis nerviosas.

Unas horas después, este viernes al mediodía, sujetos con armas de fuego dispararon en contra de otro autobús de la línea Metropolitanos, justo cuando pasaba por el Hotel 12.

El resultado de la agresión fue el de cuatro personas lesionadas de bala, entre ellas el chofer de nombre Antonio González de 41 años de edad.

El resto de los heridos son una joven de 15 años de edad, una señora de 61 años y un muchacho de 21 años, todos fueron trasladados al Hospital Covadonga de Orizaba.

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En la región centro del estado de Veracruz es de dominio popular que la familia Castelán-Crivelli es propietaria de esa ruta de camiones e incluso, el presidente de transportistas se ostenta como gerente de la empresa en eventos públicos.

Su hermano, Guarino Castelán Crivelli fue secuestrado en junio del 2016, sin embargo, las fuerzas del orden lograron su liberación días más tarde.

Víctor sirvió como diputado local por el PRI y también aspiró a la alcaldía de Orizaba, por el mismo partido, en las últimas semanas encabeza un frente contra el gobierno de Morena.