Dos cardenales, que han sido involucrados en el escándalo de abusos sexuales a manos de sacerdotes católicos, fueron separadosdel principal consejo asesor del papa Francisco, conocido como C-9.

Uno de ellos es el cardenal australiano George Pell, quien se desempeña como jefe de Finanzas del Vaticano, y el otro es el exarzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz.

El cardenal chileno, de 85 años, ha sido acusado de tratar de desacreditar a las víctimas de los abusos en Chile y de no investigar adecuadamente sus denuncias, lo que él niega.

El escándalo en el seno de la Iglesia chilena es de tal magnitud que los 34 obispos del país le ofrecieron su renuncia al Papa, quien hasta el momento ha aceptado siete.

Por su parte, el australiano Pell enfrenta numerosas acusaciones directas de abuso sexual.

George Pell, que alguna vez fue considerado como un posible papa, también rechaza los cargos. De acuerdo con un portavoz del Vaticano, por el momento conserva su cargo al frente de la Secretaría de Asuntos Económicos de la Santa Sede, aunque está de licencia indefinida para poder preparar mejor su defensa.

Los cambios en el C-9, llamado así porque estaba integrado por nueve cardenales que se reunían periódicamente con el papa en Roma, también incluyen la salida del cardenal Laurent Monsengwo Pasinya, de la República Democrática del Congo.

Pero hay que aclarar que el obispo africano, de 79 años, no está vinculado a ningún caso de abuso sexual.

Según ha dicho el portavoz del Vaticano, Greg Burke, por el momento no hay planes de nombrar nuevos miembros del Consejode Cardenales, en el que permanecen prelados de Italia, Honduras, Estados Unidos e India.

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