Uno de los choferes del tráiler de la Fiscalía que deambuló al menos dos años en distintas zonas de la zona metropolitana de Guadalajara habló de manera anónima.

El sitio Cabecera.mx logró entrevistar al hombre, quien por su seguridad decidió omitir su identidad, ya que las propias autoridades le dijeron que "se callara el hocico" y no hablara del tema.

Según el testimonio, fue la Fiscalía quien contrató a varios choferes por un pago de 10 mil pesos si trabajaban bien. Los tráileres debían ser movidos para que no estuvieran en un solo punto y fueran detectados.

Sin embargo, los cuerpos ya se encontraban en un muy alto grado de descomposición y de las bolsas negras donde se encontraban, se vertía un líquido viscoso.

"De las bolsas no se contenían los líquidos; en algunas, por el modo de cómo los subían [los cuerpos], de cómo los trataban, se derramaba líquido. Entonces yo quiero pensar que esos cuerpos estaban en un estado demasiado, demasiado mal. En estado de putrefacción mal", dijo el chofer.

De acuerdo con el hombre, son alrededor de 300 los cuerpos que se encontraban en dos tráileres, por los diferentes puntos. Las cajas de estas unidades se encontraban refrigeradas, pero no daba abasto para mantener los cadáveres sin que se descompusieran.

El chofer asegura que desde un inicio estaba enterado del asunto el fiscal Raúl Sánchez Jiménez (ahora destituido), así como el propio gobernador Aristóteles Sandoval.

"Es muy triste. Aunque no sean nada de nosotros esos jóvenes, esas personas que están allí adentro, la cosa tan inhumana de cómo los traen de un lado para otro, es feo, la verdad, se siente feo. Yo acabé malo; me siento con temperatura", comentó.

Ahora, colectivos de familiares de desaparecidos exigen que se tomen muestras de ADN, con el fin de identificar los cuerpos.

También, las autoridades han anunciado que se construirá una cámara de refrigeración con capacidad para 300 cuerpos y se contratarán más peritos.

Esto, debido a que la justificación que se dio por el ´tráiler de la muerte´ fue que ya no caben en las morgues ante la ola de violencia y las constantes ejecuciones.

Con información de Vanguardia| La Silla Rota