El movimiento estudiantil de 1968 "no se olvida". Sin embargo, a pesar de que en el imaginario colectivo el día en el que se conmemora es el 2 de octubre, el trasfondo del conflicto inició en julio y uno de los hechos más importantes fue aquel "bazucazo" del 30 de julio en la Preparatoria 1 de la UNAM el que dio visibilidad al conflicto que estaba por escalar.

Los primeros días

El 22 de julio de 1968, en la explanada de la Ciudadela localizada en el corazón de la Ciudad de México, los alumnos de las vocacionales 2 y 5 del Instituto Politécnico Nacional (IPN) se enfrascaron en una pelea callejera tras un partido de fútbol, narra el portal de UNAM Global; sin embargo, la pelea provocó que las autoridades del IPN pidieran la intervención policíaca y el 23 de julio ocurrió el primer acto de represión de la policía hacia los jóvenes.

Posteriormente a esos días, la tensión entre los uniformados y los estudiantes de la UNAM y el IPN que exigían un alto a la represión estudiantil fue aumentando por lo que el 29 de julio arribaron a la capital tanques ligeros, jeeps, así como bazucas y morteros, según relataban periódicos de la época como Excélsior y El Heraldo de México.

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El bazucazo

Tras una intensa noche del 29 de julio en la que se escucharon balazos y negocios cerraron por miedo, el Ejército se apostó frente a la entrada de las preparatorias 1 y 3 de la UNAM y fue frente a la Preparatoria 1 (que actualmente es el Museo de San Ildefonso) que miembros del Ejército al mando del general José Hernández Toledo dispararon una bazuca contra la puerta barroca para irrumpir en la escuela y así poder "restablecer el orden".

Fue así, que tras el bazucazo que destrozó la entrada de la Preparatoria 1, granaderos y militares aprehendieron a los estudiantes.

Ese bazucazo fue el parteaguas para que las fuerzas armadas del Ejército se apoderaran de las preparatorias 2, 3 y 5 de la UNAM así como de la Vocacional 5 del IPN.

Los hechos, tanto el bazucazo como la represión en general de aquel 30 de julio fueron a petición del regente del Distrito Federal, Alfonso Corona del Rosal, quien solicitó la intervención militar.

Ante los hechos de violencia, el rector de la UNAM José Barros Sierra y Agustín Yáñez, titular de Educación Pública acordaron el cierre temporal de las preparatorias y vocacionales.

(Foto: Excélsior)

Con información de Excélsior, UNAM Global, Milenio y Reporte Índigo | La Silla Rota

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