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El Bronco habló en el debate de su hijo asesinado, y esta es la historia

  • La Silla Rota
El candidato presidencial por la vía independiente recordó el caso en el pasado debate.

DAVID CASAS | LA SILLA ROTA

Monterrey, N. L. (La Silla Rota).- En octubre de 2009  Jaime Lizenco Rodríguez Gutiérrez, de 27 años de edad  fue encontrado muerto en un barranco del sureño municipio de Galeana, ahora su padre, Jaime Rodríguez Calderón "El Bronco". El ahora candidato presidencial por la vía independiente recordó el caso en el pasado debate al decirles a los demás aspirantes que a ellos no les han asesinado a un hijo.

En redes sociales usuarios preguntaron si existió ese episodio, y cuándo fue.

"Prometí, frente a su cuerpo, que haría mi mayor esfuerzo por cambiar las cosas", rezaba en su propaganda rumbo a la gubernatura de Nuevo León que ganó en las elecciones de 2015.

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El hallazgo del cuerpo de su hijo ocurrió el 13 de octubre de 2009, a escasos días de que tomó el cargo como alcalde García, municipio ubicado al poniente de la zona metropolitana de Monterrey. Un helicóptero de Seguridad Pública localizó al cuerpo del joven en un barranco junto a su vehículo.

Unos días antes de localizar el cuerpo, fue reportado como desaparecido y aunque la autoridad nunca dio a conocer una versión oficial sobre la muerte de Jaime Lizenco Rodríguez, su padre afirma que fue victimado por la delincuencia organizada.

“El Bronco nace a partir de la adversidad, cuando secuestran a mi hija de dos años; muere mi hijo mayor perseguido por la delincuencia, cuando me quieren matar y la autoridad no hace nada; como le hacían a miles de personas", explicó en su oportunidad.

Galeana es la tierra del Bronco, una localidad del semidesierto neolonés a unos 300 kilómetros al sur de Monterrey y cada 24 de abril el gobernador de Nuevo León con licencia recuerda a su hijo y hace una oración por su alma.

Como alcalde, El Bronco sobrevivió a dos atentados por parte de Los Zetas; en 2011 libró la embestida de 2,800 impactos de bala contra su camioneta blindada.

"Hasta me emocioné Entonces en un ratito pensé: Puta, pues aquí no pasa nada. Pues ora, ¡a darle, a darle", declaró.

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“Los vi y dije en la madre, cabrón, estaban todos armados vestidos de civil la mayoría. Fue una emboscada y bajan de sus camionetas y nos empeizan a tirar, no nos dieron chance de nada. Eso hizo que nuestros escoltas uno chocara contra un poste y el otro se fuera contra un camellón. Luego vi que venían detrás de mí y le dije a Carlos (el chofer) échales la camioneta encima, no me hizo caso y me dijo mejor aquí nos quedamos y nos cubrimos. Le dije, No guey, tu maneja cabrón y protégelos a los custodios), dimos reversa pasamos el camellón y los cubrimos. Fueron 20 minutos, luego empezaron a retirarse. Ocho hicieron correr a cuarenta", relató.

Durante el segundo atentado 40 hombres a bordo de diez vehículos dispararon más de 1,680 veces contra su convoy donde un custodio salió herido y otro murió desangrado.

También rememora que un pastor le dijo que Dios le daría un regalo –que fue otro hijo– y que no tuviera miedo, porque nada la pasaría.

 Al terminar la alcaldía se fue a su rancho durante siete días, imaginándose qué había hecho Jesucristo durante 40 días y 40 noches en el desierto. No resolvió el misterio, pero regresó con un objetivo: "Quiero ser gobernador", comentó a su mujer.

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