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A familias, Fiscalía de Veracruz sólo ofrece "pedazos" de desaparecidos
Xalapa, Ver. - Basilia Bonastre fue una de las 30 madres notificadas en 2017 por la Fiscalía de Veracruz sobre la identificación de sus familiares en las fosas de Arbolillo y Colinas de Santa Fe. Cuando ella reclamó los restos de su hijo, pasó de “la tristeza a la rabia” pues solo le notificaron sobre un cráneo, pieza ósea que insistentemente la dijeron que aceptara.
“¿Me piden que abra y cierre la tumba de mi hijo las veces que ustedes quieran? Ya me lo desaparecieron policías, ya me lo mataron, ya fue localizado a más de cinco años y ahora me dicen que si encuentran más restos de él me irán avisando”, contestó la madre a las autoridades y rechazó la entrega. Hoy cumple casi un año sin respuestas.
Al igual que Basilia, una treintena de mujeres confiaron en la noticia pregonada por el Fiscal General Jorge Winckler Ortiz y el entonces subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián, sin embargo, de sus hijos solo había para recibir restos de una mano, un pie o un cráneo.
“Algunas de mis compañeras aceptaron. Pero habemos madres como yo, que no nos conformamos con un huesito, porque se los llevaron completos. A las autoridades les comprobé que no buscaron bien porque, aunque lo negaron, después de casi un año identificaron parte de sus pies y de sus piernas.
La historia de estas 30 mujeres, se remonta al 13 de octubre de 2017, cuando autoridades estatales y federales, presumieron ante la prensa la identificación de 30 cadáveres de 300 que habían sido hallados en los cementerios clandestinos de Arbolillo, en Alvarado y Colinas de Santa Fe, en el Puerto de Veracruz.
Foto:Sergio HernándezJorge Winckler, aseguró que en un plazo no mayor de 15 días los restos serían entregados con sus familias, con la condición de que no podían ser cremados por estar sujetos a trámites judiciales. Campa Cifrián, celebró la noticia y aseguró que en los próximos meses los casi 300 cuerpos serían identificados, pero hasta su renuncia a la Subsecretaría de Derechos Humanos, el 28 de febrero de 2018, apenas alcanzó el 10 por ciento de la meta: 15 restos reconocidos de Arbolillo y 15 de Colinas de Santa Fe.
Lucía de los Ángeles Díaz Genao, líder del colectivo Solecito Veracruz, confirmó a este medio que de los 15 casos de Colinas de Santa Fe, solo siete familias aceptaron sepultar fragmentos de sus familiares. El resto se ha negado.
Basilia Bonastre Contreras, fue notificada desde el 27 de julio de 2017. Ella cumplía una búsqueda de cinco años, desde que su hijo, Arturo Figueroa Bonastre, un estudiante de enfermería de 20 años fue privado de su libertad por policías de Veracruz, junto a otros siete jóvenes en el municipio de La Antigua.
Primera oferta: sepultar un cráneo
El 27 de julio de 2017, Basilia Bonastre fue citada en la Fiscalía Regional de Veracruz, donde le explicaron que mediante pruebas genéticas se confirmó que su hijo, Arturo Figueroa, fue una de las 287 víctimas que han sido exhumados de Santa Fe, predio reconocido como la fosa más grande de Latinoamérica.
“Me dan la explicación de la prueba científica de mi hijo, donde comentan que la confronta salió positivo al 100 por ciento. En ese momento, personal de la Policía Científica de la Policía Federal y Fiscalía General del Estado (FGE) a fuerza querían que yo recibiera solamente el cráneo”.
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De acuerdo con las autoridades, el cráneo de Arturo Figueroa Bonastre fue encontrado en la fosa número 11 del predio, de un total de 149 que han sido descubiertas. Los encargados de las diligencias forenses reportaron a la madre que era lo único recuperado del joven estudiante, y que si ella firmaba un documento, se haría la entrega del cráneo.
“Yo les dije que no, porque estuve al pendiente de la búsqueda en Colinas de Santa Fe y había muchos restos humanos guardados en bolsas negras. Pedí que hicieran más pruebas genéticas. Pero todavía descaradamente me dijeron lo pensara. Les respondí que mañana o pasado o el día que fuera contestaría lo mismo”, recuerda.
Basilia se reunió por segunda ocasión con las autoridades el 15 de agosto de 2017. La oferta fue la misma. “Me decían que si ya lo había pensado. Que firmara, que recibiera el cráneo y si ellos encontraban más restos en el transcurso del tiempo me lo harían saber y si aceptaba me lo irían entregando. Yo les dije que a mi hijo se lo llevaron completo. Les pedí llorando y llena de desesperación que buscaran bien”, se lamenta.
La madre, además reprueba que la conducta de las autoridades a la hora de ofrecer el cráneo de su hijo -que ella considera revictimizante- fue tolerada por funcionarios de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) y de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
“Estando presente instituciones que supuestamente velan por las víctimas tampoco dijeron nada. Como si todos hubieran querido deshacerse de problema en ese momento, sin importar lo que estaba sintiendo”, critica la entrevistada.
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Basilia, quien es integrante del colectivo Solecito Veracruz y fue parte de la brigada de búsqueda en Colinas de Santa Fe, refirió por segunda ocasión que en la fosa donde fue localizado el cráneo de su hijo, la número 11, se trataba de una gran cavidad que fue seccionada en tres partes: las fosas 9, 10 y 11. Por lo que solicitó que terminaran de identificar los restos ahí hallados. Y se negó una vez más a recibir el cráneo de su hijo.
Segunda notificación: “identificamos los pies de su hijo”
Basilia Bonastre nuevamente fue citada en la Fiscalía Regional de Veracruz, a principios de marzo de 2018. Esta vez para escuchar que tenía la razón, pues nuevos restos óseos habían sido identificados de su hijo: fragmentos de sus pies y de la zona coxal.
Los peritos criminalistas, sin embargo le advirtieron que si no recibía el cráneo de su hijo, debía esperar pues la zona donde ella pidió buscar refiriéndose a la fosa 11, no había sido concluida, y le ofrecieron una nueva cita, esta vez para el 20 de marzo de 2018.
“Después de ocho meses que permanecieron en absoluto silencio, me notifican otras partes de mi hijo. ¿Cuánto tiempo me voy a llevar en recuperarlo por completo? Comprobé que las autoridades buscan lo que quieren buscar”, criticó la madre.
Tercera notificación: “identificamos las piernas de su hijo”
La reunión más reciente entre autoridades y Basilia Bonastre se llevó a cabo el pasado 20 de marzo, esta vez la madre se enteró que en la fosa número 11 identificaron restos de las dos piernas de Arturo Bonastre.
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Sobres los indicios recabados en las fosas 9 y 10 reconocieron que no habían realizado las confrontas genéticas. “Es lo que podemos ofrecerle por el momento, señora. Si usted acepta puede firmar -la entrega de los restos- y si hubiera más reconocimientos le iremos notificando”, refirieron los encargados de la búsqueda en presencia de los funcionarios de la CEAV y la CNDH.
“Yo sostuve mi decisión, que no recibiría nada porque sabía que hay muchos más restos en las demás fosas. Les dije que deberían de hacerse las pruebas genéticas que faltaban, que se apuraran con los trabajos de genética de las fosas 9 y 10. Ellos quieren obligarme a recibir lo que ellos quieren darme. Les comprobé que había más fragmentos de mi hijo. ¿Cómo puede ser posible que me digan que conforme vayan encontrando me irán notificando y entregando?, ¿cuantas veces tengo que abrir y cerrar la tumba de mi hijo?”, advirtió.
Se cumplen 10 meses desde que Basilia creyó que la búsqueda de su hijo había concluido -siete desde que la noticia fue pregonada por Jorge Winckler y Roberto Campa. Hoy, entre llantos describe una nueva etapa que ha experimentado como víctima indirecta. “Pasé de la tristeza a la rabia”.