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En menos de 24 horas, se desfonda amenaza de Trump para militarizar frontera
En menos de 24 horas la amenaza de Donald Trump de militarizar la frontera con México se desfondó.
El presidente de Estados Unidos afirmó este martes en Washington que había platicado con el general James Mattis, secretario de la Defensa, y que mientras no existiera el muro apropiado para proteger a Estados Unidos enviarían militares a la frontera.
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Así inició la tensión diplomática con el gobierno de México. El secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray dio respuesta por medio de su cuenta de Twitter: "México ha solicitado a EUA, por los canales oficiales, que clarifique el anuncio de @POTUS sobre el uso del ejército en la frontera".
Señaló que "el gobierno de México definirá postura en función de dicha clarificación, y siempre en defensa de nuestra soberanía e interés nacional".
Este miércoles al medio día la secretaria de Seguridad Interna Kristjen Nielsen anunció que el presidente Trump estaba a punto de firmar la orden para el despliegue de la Guardia Nacional, no de militares, en la frontera con México.
La funcionaria añadió que "el Departamento de Defensa y el Departamento de Seguridad Interna han sido orientados a trabajar con los gobernadores para desplegar la Guardia Nacional en nuestra frontera sur, para ayudar a la patrulla fronteriza".
Nielsen dijo que los planes "están siendo finalizados", y añadió que "tomará tiempo para que el despliegue ocurra, pero estamos moviéndonos rápidamente".
Entre los detalles que están siendo definidos, dijo Nielsen, se destacan "el cómo, quien, dónde y cuándo".
Funcionarios del gobierno dijeron que los acuerdos formales con los gobernadores que permitirían a las tropas movilizarse todavía se estaban negociando.
Los gobernadores de Texas y Arizona, estados fronterizos de Estados Unidos con México, respaldaron la decisión de Trump de desplegar a la Guardia Nacional en la frontera sur del país.
Los estados de Nuevo México y California, cuyos gobernadores aún no se han pronunciado.
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La Cancillería de México informó que el secretario Luis Videgaray Caso se reunió con l secretaria de Seguridad Interior del gobierno de los Estados Unidos de América, Kirstjen Nielsen, quien informó los siguientes aspectos sobre la decisión de desplegar a la Guardia Nacional en la frontera:
1. La Guardia Nacional únicamente realizará labores de apoyo al Departamento de Seguridad Interior.
2. Los elementos de la Guardia Nacional no portarán armas ni realizarán funciones de control migratorio o aduanero.
3. Se trata de un despliegue de la Guardia Nacional de características comparables a los que tuvieron lugar en 2006, durante la administración del Presidente George W. Bush, con la Operación Jump Start, y en 2010, durante la administración del Presidente Barack Obama, con la Operación Phalanx.
El gobierno de México expresó al de Estados Unidos que, si el anunciado despliegue de la Guardia Nacional se tradujera en una militarización de la frontera, ello dañaría gravemente la relación bilateral.
De acuerdo con The New York Times, funcionarios del Departamento de Defensa dicen que el general Mattis respalda la propuesta si refleja los despliegues realizados bajo los predecesores de Trump, cuando las tropas fueron enviadas en un papel de apoyo, pero no de oficiales de la ley. Por lo general, la ley prohíbe a los militares en servicio activo llevar a cabo funciones nacionales de cumplimiento de la ley, como detener a personas en la frontera.
Velará el gobierno de México por la soberanía e intereses nacionales. #Comunicado https://t.co/xlXb1QNThZ pic.twitter.com/K9I0slnMRl
— SRE México (@SRE_mx) 4 de abril de 2018
Con información de La Silla Rota
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