Xalapa, Ver.- Veracruz es el tercer estado de la república con más asesinatos de mujeres en 2017. Entre los meses de enero y noviembre la entidad reportó al Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) 202 denuncias por homicidio doloso, ubicándose por encima de estado como Tamaulipas, Puebla y la Ciudad de México.

El primer lugar lo ocupa el Estado de México con 325 denuncias por asesinato, le siguen Guerrero con 204 y el tercer lugar lo comparten Veracruz y Chihuahua con 202 averiguaciones previas, respectivamente.

[relativa1]

En tanto, el Observatorio Universitario de Violencias Contra las Mujeres del Estado de Veracruz, de la Universidad Veracruzana (UV) reportó 239 mujeres asesinadas contabilizadas en los primeros 11 meses de 2017, es decir 22 víctimas por mes, aproximadamente.

El clima mortífero para las veracruzanas se dio en medio de una Alerta de Violencia de Género declarada desde el 24 de noviembre de 2016 en 11 municipios: Boca del Río, Coatzacoalcos, Córdoba, Las Choapas, Martínez de la Torre, Minatitlán, Orizaba, Poza Rica de Hidalgo, Tuxpan, Veracruz (puerto) y Xalapa.

Para Patricia Bedolla Zamora, integrante del Observatorio Ciudadano Nacional contra el feminicidio, en el primer año de gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares la situación se agrava al haber “una negación sistemática por reconocer esta situación y obviamente enmendarla”.

[relativa2]

La activista también criticó el nivel de impunidad en los crímenes de mujeres en 2017. Dijo, “hay un mensaje de permisibilidad porque no hay castigos. Dejemos de contar mujeres asesinadas, también contemos los asesinos que están en la cárcel”.

Bedolla Zamora, destacó que del número total de homicidios dolosos a las mujeres, el 36 por ciento son delitos que se cometen en el interior del hogar de la víctima, y el 64 se comete fuera de ese círculo familiar.

“No hay respuesta del gobierno de Veracruz. La Alerta de Género es un mecanismo de protección colectiva. Las mujeres deberían saber mediante campañas cuál es el modus operandi de los feminicidas, cuál es su perfil, cuáles son las edades y las zonas de riesgo para ellas, pero todo esto es lo que no se ha hecho”, concluyó Patricia Bedolla. 

[relativa3]