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Veracruz: el árbol de Navidad con los rostros de desaparecidos

La noche del 24 de diciembre de hace seis años, Rosalía Castro Toss se quedó esperando a su hijo, desde entonces no lo ve.

Veracruz, Ver.- La noche del 24 de diciembre de hace seis años, Rosalía Castro Toss se quedó esperando a su hijo, Roberto Carlos Casso Castro, desde entonces, no lo ha vuelto a ver.

“Es un día muy triste doloroso pero con fe y amor estoy aquí con mis hermanas del mismo dolor poniendo este árbol para que sepan nuestros hijos que los buscamos y los queremos, porque los amamos”, explicó mientras preparaba la esfera con el rostro de su hijo.

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Reiteró que las autoridades no dan avances ni apoyo, ya que el Fiscal General del Estado, Jorge Winckler no las recibe para apoyarlas en sus casos y búsqueda.

La búsqueda de justicia y del paradero de su hijo, ha sido infructuosa para ella, sobre todo, por la falta de atención por parte de las autoridades del Ministerio Público.

Roberto Carlos, profesor y propietario de tiendas de artículos deportivos, regresaba a su natal Huatusco al puerto de Veracruz, iría a la cena de Nochebuena con su familia y se reuniría con su pequeño hijo, pero fue interceptado en el tramo Xalapa - Tamarindo.

Seis años después, la carpeta de investigación del caso está estancada.

El pendiente más grande, tiene que ver con la búsqueda de posibles restos, en el kilómetro 13 y medio, en la zona norte del puerto de Veracruz, a unos 5 minutos en auto desde las fosas clandestinas de Colinas de Santa Fe.

“Ya se habló con los abogados por papelo que se requiere (el kilómetro 13 y medio forma parte del puerto), que es lo que está solicitado en mi carpeta y lo que el Ministerio Público no me ha podido resolver, tiene 8 meses que lo pedí”, comentó.

Hoy, ha decidido estar, como cada año con el Colectivo Solecito Veracruzano, la Noche Buena y Navidad, en búsqueda.

Va de un lado a otro organizando cómo colocar el árbol navideño del que colgarán esferas con el rostro impreso y el nombre de los desaparecidos de los familaires que forman parte del Colectivo.

Cuidadosamente se acerca y coloca la esfera de cartón, cuidando que quede con el lado impreso hacia el frente, para que las cámaras puedan tomar la cara de su hijo, y si alguien sabe algo, le informen.

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También colocaron las lonas con los rostros de los desaparecidos, detrás del árbol.

Cuando todas las madres terminaron de colgar las esferas, procedieron a subir el árbol a una mesa.

“Un hombre, necesitamos un hombre que nos ayude”, gritó Rosalía, para pedir apoyo, ya que el pino por su tamaño era muy pesado para ellas.

Entonces, se observó cómo varios policías se habían acercado a la explanada del zócalo de Veracruz, donde realizaban el evento.

Uno de ellos, de la Policía Naval, se acercó y les solicitó un permiso y sus datos “como parte del protocolo” para permitirles continuar con el evento.

El hecho provocó el enojo de las madres, de inmediato Rosalía y Lucía Díaz Genao, vocera del colectivo, tomaron cartas en el asunto.

Rosalía le mostró el oficio, y le cuestionó cuáles eran los motivos por los que ellas no podrían estar ahí.

Molestas, las madres rodearon al elemento, que no tuvo más que hacer que retirarse, una vez que mostraron el oficio.

“Si se trata de ti, siempre estaré dispuesta, si alguna vez, me siento cansada o agobiada, descansaré, lloraré, y luego seguiré buscándote, donde andes hijo mío, puedes sonreír, orgulloso y confiado de que tu madre con su amor infinito incondicional, eterno, siempre luchará por ti”, recitaron llenas de convicción las madres, en una oración que realizaron alrededor del árbol navideño.

Después, algunas compartieron poemas, escritos por ellas mismas, en donde plasman el sentimiento y sus más profundos anhelos, volver a ver a sus hijos, con vida, felices.

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