Veracruz, Ver.- Uno tras otro van y vienen camiones de volteo, depositan toneladas de arena en el enorme socavón que se generó en la calle Cabo Romaín en Río Medio, sin que se note, todavía, gran diferencia.

Las doce viviendas que desde el domingo fueron desalojadas continúan vacías, la pequeña casa rosa que se ubica en la esquina, ha sido hasta el momento la más afectada. Su ocupante, una joven, se ha negado a hablar con los medios, está enojada, es el segundo susto que se lleva en menos de tres años, ahora resulta peor, ya que la barda que con trabajo construyó, cayó en solo unos minutos.

En la zona ya no están los directores de obra ni de Protección Civil, sólo trabajadores del Grupo MAS, de la dirección de obra y del cuerpo de bomberos, varios de ellos no tienen más que hacer, sólo esperar a que sigan llenando con arena el agujero.

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Adentro, se observan los tubos que cayeron con el deslave, algunas tuberías todavía gotean, pero aparentemente no van a ser reconectadas.

Mario Alberto Ortiz García, uno de los vecinos afectados, aseguró que la situación pudo haberse previsto.

Explicó que en la parte trasera del abandonado pozo del SAS vivía una persona en una casa de cartón y lámina, la noche previa al deslave, sacó todo lo que tenía de valor y abandonó su casa.

“Según comentó él se salió un día antes porque había un hoyo, el habla que era una fuga de un tubo de lo del Grupo MAS que tienen aquí, pero eso fue lo que comentó él y los vecinos que recabaron información, sabía que se iba a caer y mejor se fue”, explicó.

Ortiz García todos los días, aproximadamente a la hora en la que ocurrió el socavón, camina por la esquina que desapareció, para ir a la parada del autobús que lo deja en su trabajo. Reflexiona, ¿qué hubiera ocurrido sí él o alguien más, hubiesen tenido el infortunio de caminar por esa zona justo cuando ocurrió el incidente?. La situación se hubiera tornado mucho más grave.

“La vez anterior hicieron lo mismo que ahorita, nada más rellenarlo, va a llover tantito y se va a volver a ir, va a ser un cuento de nunca acabar ese hoyo, no le están echando piedra ni nada”, aseguró.

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Desde la última vez que ocurrió un socavón, hace casi cuatro años, los vecinos de Río Medio solicitaron al ayuntamiento, entonces a cargo de Carolina Gudiño Corro, se realizara el relleno de manera adecuada y se instalara un muro de contención.

La calle Cabo Romain colinda directamente con un barranco; esta especie de cauce divide esta zona de otra densamente poblada, Torrentes y Río Medio 4. Están conectadas por un puente que se ubica a unas cuatro cuadras de donde ocurrió el derrumbe.

Toda la zona tiene severos problemas de servicios, es este un punto demográfico muy importante en el puerto de Veracruz, donde se han realizado en últimos años más desarrollos inmobiliarios, que no siempre - como ha quedado demostrado con este tipo de hechos - se hicieron con la mejor calidad.

Las calles de toda la zona están prácticamente llenas de baches y pequeños hundimientos, que empeoran con el constante paso de decenas de rutas de camiones de pasajeros, y también vehículos pesados, que llevan material a otras zonas donde aún se están construyendo viviendas.

El hundimiento de Río Medio, a diferencia de los ocurridos en julio y septiembre en el fraccionamiento Oasis, radica en que esta colonia sí está municipalizada, lo que significa que la constructora entregó al ayuntamiento de Veracruz la infraestructura como se solicita.

En Oasis, por el contrario, hasta la fecha el trámite no se ha podido realizar debido a que la constructora no ha cumplido con los requisitos y en ese caso, fueron ellos, los empresarios, los que tuvieron que absorber el gasto de las reparaciones.

El alcalde de Veracruz, Ramón Poo Gil, aseguró que se prevé los trabajo continúen al menos por siete días. Será el Ayuntamiento el que absorba todos los gastos que implicará reparar el daño en el colector pluvial y los drenajes sanitarios - para lo cual se usan bombas que desvían el flujo de agua - debido a que el fraccionamiento está municipalizado desde hace 15 años.

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