José Alfredo Jiménez es para los mexicanos más que un famoso compositor, le puso rostro al dolor, la amargura, al amor y desamor.

Un 23 de noviembre hace 44 años en la Ciudad de México, murió “El Rey” que escribió y cantó el soundtrack de miles de enamorados y enamoradas, y que fuera uno de los más entrañables amigos de otras figuras como Chavela Vargas, quien se dedicó a mantener viva la música del guanajuatense.

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En una entrevista para el periódico La Jornada, el escritor Leopoldo Barragán Maldonado se refirió a las canciones de José Alfredo como una “terapia para las emociones”.

“Las letras de José Alfredo Jiménez se pueden usar como terapia para controlar trastornos de carácter emocional (…) parto desde el punto de vista de la filosofía, no refiero a ningún autor específico, porque José Alfredo con su gran amplitud de horizontes, no podemos encasillarlo en una sola escuela, sino que me apoyo en varios filósofos para deducir la aplicación de la lírica del guanajuatense como ayuda terapéutica”.

En el mismo sentido, su hija, Paloma Jiménez Gálvez complementa la idea: “las letras de las canciones de mi padre alivian, consuelan, aportan bienestar y serenidad, mitigan de cierta manera la incertidumbre y la desesperanza; funcionan como antídotos, antibióticos, analgésicos y antidepresivos”.

Acá te compartimos un playlist con lo mejor de su legado musical 

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