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El último deseo del mexicano condenado a muerte en Texas
Rubén Ramírez Cárdenas cumplirá su condena a muerte este miércoles 8 de noviembre, luego de que la Junta de Perdones y Libertades Condicionales de Texasnegara por unanimidad otorgar clemencia.
Sin embargo, Ramírez Cárdenas ya sabía su destino, pues desde 1997 recibió su condena por los delitos de secuestro, violación y homicidio contra su prima Mayra Azucena Laguna, de 16 años.
Por ello, su último deseo fue ver a su madre, Sanjuana Cárdenas, todos los días hasta su ejecución.
Este fue el único "privilegio" con el que contó Rubén, pues la famosa "última cena" no se le concedió. El Estado de Texas canceló a los condenados a la pena capital este derecho.
Pese a ello, Rubén tenía en mente su cena: Una hamburguesa de Whataburguer, que solía probar desde que llegó a Estados Unidos, así como mariscos y fresas de su natal Irapuato.
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La condena a muerte del guanajuatense ha sido criticada. Su defensa, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y hasta la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), así como el Senado de la República se han postulado contra la sentencia.
La defensa de Ramírez Cárdenas asegura que se violaron los derechos del mexicano, al ser detenido sin que se notificara a las autoridades del país. Con esto, se le privó de asistencia legal que pudo cambiar el rumbo de la sentencia que recibió.
Rubén Ramírez Cárdenas se presentó a declarar de manera voluntaria por la desaparición de su prima.
Permaneció más de 10 horas en la estación de policía y fue interrogado por nueve diferentes agentes de la policía y del Departamento del Sheriff del Condado de Hidalgo.
En ningún momento le informaron de su derecho a recibir la asesoría del personal del consulado de México, como lo obligan los acuerdos consulares de la Convención de Viena. Confesó ser el autor del crimen.
Además, cuando se le dictó la fecha de su ejecución, sus abogados solicitaron la práctica de una prueba de ADN para probar que no cometió el delito, pero no se le concedió.
La CIDH se refirió al caso de Rubén como una ejecución grave e irreparable violación a su derecho fundamental a la vida.
En tanto, la SRE señaló que el proceso es ilegal, ya que no se respetó el derecho del detenido a poder avisar de su situación al consulado respectivo.
Por su parte, el Senado de la República aprobó un acuerdo para solicitar la suspensión de la pena capital, negada por la Junta de Perdones y Libertades Condicionales de Texas.
Aunque el voto en contra del perdón realizado por dicha junta aumenta la posibilidad de la ejecución, el gobernador Gregg Abbot aún tiene la autoridad de frenar su ejecución con una clemencia ejecutiva, que le daría 30 días más.
Rubén, sin miedo ante su muerte
El sábado pasado, Maricela Luna tuvo la oportunidad de platicar con Rubén. Ella ha sido una amiga condicional para el reo en los últimos 15 años.
En la charla, aseguró a Reforma, Ramírez Cárdenas le confesó: "No tengo miedo, yo sé de qué me voy morir".
Pese a confesar el delito, Rubén dijo a Maricela: "Yo no maté a mi prima, yo soy inocente".
"De lo único que se arrepiente es de haber firmado bajo presión unos documentos que le llevaron cuando lo detuvieron. Esos documentos lo tienen ahora condenado a muerte", declaró Luna al diario.1
Una vez por semana, Ramírez Cárdenas platica con un reverendo que lo visita, escucha pasajes de la biblia.
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Los mexicanos a esperas de la muerte
Al menos 75 mexicanos enfrentan procesos penales en Estados Unidos que puedan derivar a la pena de muerte, de acuerdo con Jacob Prado González, Director General de Protección a Mexicanos en el Exterior de la SRE.
Además, 54 ya cuentan con un fallo que les impone la pena capital, de los cuales 33 pertenecen al "Caso Avena", en el cual la Corte Internacional de Justicia concluyó que se había violado la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, al no permitirles a los acusados tener acceso desde un inicio a asistencia jurídica y consular por parte del gobierno de México.
La SRE informó que del año 2000 a la fecha, el Programa de Asistencia Jurídica a Casos de Pena Capital en Estados Unidos ha logrado que mil 14 mexicanos, de un total de mil 150, sean librados de la sentencia de muerte en prisiones estadounidenses, lo que significa que en 88% de los casos se ha logrado revertir el fallo.
En caso de ser ejecutado, Ramírez Cárdenas se convertiría en el onceavo reo mexicano en ser ejecutado en Estados Unidos y en el décimo en Texas, desde que este país reactivó la aplicación de la pena de muerte en 1976.
Con información de Reforma y Publimetro | La Silla Rota