- Nación
El éxodo en el corredor Roma-Condesa
MARLENE VALERO
"Todavía se percibe un ambiente muy triste. Muchas personas prefirieron irse a otros lugares y salir de la colonia", dice Diana Franco, una joven de 27 años que casi toda su vida ha vivido en la Colonia Roma, en la Ciudad de México.
Expertos pronosticaban que después del sismo del 19 de septiembre las colonias Roma y Condesa enfrentarían un éxodo, como ocurrió en 1985. Sin embargo, esto no ocurrirá en un futuro: ya está ocurriendo.
[relativa1]
Diana se mudó con sus padres a la Roma Norte cuando tenía tres años. Desde entonces ha vivido los cambios del vecindario: desde ser un lugar tranquilo, hasta el boom de los últimos años, con restaurantes, bares y muchos ´hispters´.
Pero ahora, la colonia, junto con la Condesa viven un ambiente de desolación y tristeza, ya que fueron parte de las zonas más afectadas por el pasado sismo, donde decenas de inmuebles se derrumbaron.
De los ocho edificios de departamentos que están al lado de donde vive Diana, cinco de ellos se encuentran vacíos, así como negocios aledaños.
“A ver... en el edificio rosa se fueron. En el dorado... el restaurante de al lado. Creo que de ocho edificios que están por donde vivo, en cinco de ellos los vecinos se mudaron", agregó.
Ciertamente, algunos de ellos fue por causa mayor, ya que la infraestructura sufrió daños considerables por lo que son ahora inhabitables. Pero, otros tantos quedaron abandonados porque sus ocupantes decidieron vivir en otro lugar, por temor a otra tragedia.
En la calle Ámsterdam, una de las más representativas de la Condesa, se encuentran los restos de lo que fue un edificio de departamentos, en la esquina con la calle Laredo.
[relativa2]
Ahí, vecinos y ciudadanos han dejado flores, veladoras y coronas para rendir homenaje a las cinco personas que murieron por el colapso de este inmueble.
En uno de los árboles del camellón de en frente hay un pequeño zapato de niño, colgado con flores de cempasúchil, así como cartas y mensajes para las víctimas.
Metros más adelante, siguen edificios acordonados con cintas amarillas que tienen la leyenda: peligro. Las paredes están repletas de enormes grietas, las ventanas rotas y los cuartos vacíos, sin habitantes.
“Yo he visto por aquí muchos camiones de mudanzas. Hay desolación en algunos puntos de la colonia, sobre todo en las zonas de derrumbe, restaurantes, bares y otros negocios también", dijo una mujer que trabaja en la Condesa, quien decidió omitir su nombre.
Labora en el ramo de desarrollo inmobiliario y apoya en una asociación, en coordinación con el gobierno de la Ciudad de México para apoyar a los afectados del sismo del pasado 19 de septiembre.
“Apoyamos en esta asociación y ahorita estamos trabajando con el gobierno de la ciudad para asesorar a las personas afectadas por el sismo. Aquí, en la Condesa y también en La Roma, fue más la afectación y sí vemos un éxodo de personas a partir de esta tragedia", señaló.
Después del temblor de 7.1 grados que azotó la Ciudad de México, muchos vecinos han optado por salir de las colonias con mayor número de derrumbes.
De acuerdo con expertos, los precios de la venta y renta de viviendas en esta zona caerán hasta un 30%; y en cambio, en las colonias menos afectadas, como en el sur de la ciudad o el norte, subirán los costos.
Con información de La Silla Rota
[relativa3]