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Cuatro lecciones de negocios del mentor de Steve Jobs
John Sculley es el primero en admitir que ha cometido varios errores en su larga y sólida carrera. El CEO de Apple durante el ascenso de Steve Jobs fue una vez presidente de PepsiCo. Aunque los bienes de consumo y las empresas de servicio de alimentos estaban en su punto más alto en ese momento, Sculley se sincera y confiesa algunos de sus arrepentimientos.
"Vendíamos agua con azúcar", le dijo a un grupo de jóvenes emprendedores en el Foro Forbes 30 menores de 30 en Boston, Massachusetts el lunes durante un panel sobre los secretos del marketing, de la innovación y el crecimiento.
Sculley tiene, por supuesto, grandes éxitos acumulados durante los últimos 50 años. Él mismo ofreció lecciones sobre las trincheras junto con personalidades destacadas de la lista de los 30 de Forbes, Carl Pei, del fabricante de smartphones OnePlus; y Ryan Williams de la startup de bienes raíces Cadre, moderada por la vicepresidenta ejecutiva de Forbes Media, Moira Forbes.
1.- No subestimes a los muy jóvenes
Sculley conoció a Steve Jobs en 1982. (Su relación fue narrada por la película sobre la vida de Steve, con Sculley interpretado por Jeff Daniels.)
"Probablemente recuerden a Steve Jobs como un gigante en la industria que cambió al mundo, detuvo el universo, como el mejor y más grande CEO del mundo", dice. "Conocí a Steve Jobs cuando él tenía 27 años. Todavía se encontraba en la etapa de construcción de los fundamentos sobre los que Apple descansa hoy día."
Las primeras contrataciones de Jobs, los genios que lo ayudaron a construir la compañía líder en la fabricación de gadgets en el mundo, eran aún más jóvenes que él. "Cuando yo me presenté en Silicon Valley, Apple era un único edificio diminuto con una bandera pirata y el promedio de edad de sus trabajadores era de 22 años", comenta Sculley.
El experto en Marketing señaló al panelista Ryan Williams como un ejemplo de un empresario de veinte años que cambia las reglas del juego con Cadre, el primer mercado digital de valores para bienes raíces comerciales.
"En Nueva York es conocido como un rock star", dice Sculley. "Desde una edad muy temprana comenzó a acumular bienes raíces residenciales y a establecer de verdad el modelo que utiliza Blackstone. Ése es el perfecto ejemplo de una persona joven con una idea muy buena y talento que se arriesgó y comenzó una industria, no una empresa. Ahora es socio del mayor accionista de bienes raíces en el mundo."
2.- Una palabra puede convertirse en la siguiente gran tendencia
En la generación de Sculley, los trabajadores eran vistos como "hombres de empresa" (o mujeres, en menor proporción durante esos días sexistas de ´Mad Men´).
"Creo que uno de mis grandes fracasos fue no entender lo que era un fundador", admite. "El mundo del que yo venía era el Estados Unidos Corporativo. Mi generación se graduaba y trabajaba para una empresa, la idea de ser un fundador era un concepto que no se encontraba en la experiencia de nadie."
Sculley no entendía que había una diferencia entre ser fundador y ser un ejecutivo profesional cuando llegó a Silicon Valley. "A los fundadores se les tenía que dar mayor tolerancia para cometer errores, asumen grandes riesgos", dice.
3.- Tu marca y tu cliente son sinónimos
Cuando Sculley estaba en PepsiCo a finales de los 60 y principios de los 70, la marca era superada en ventas en 10 a 1 por un competidor de renombre. Para finales de la década de 1970, Pepsi vendía más que Coca-Cola. La diferencia, dice Sculley, fue el enfoque total en el cliente y en lo que éste quería.
"La verdadera marca es la experiencia del cliente", dice. "Las marcas que son sustentables se enfocan completamente en la satisfacción del consumidor y en darle una experiencia increíble. Si crees que no es así, vas a perder la oportunidad."
4.- Se puede ser una compañía y una cultura a la vez
Sculley sabe una que otra cosa sobre cultura organizacional en una empresa, sobre todo trabajando en Apple en la era de Steve Jobs, "el visionario, el fundador y el líder de esa cultura", como lo describe Sculley.
John quedó impresionado por los valores que reflejan el enfoque del panelista Carl Pei, sobre asegurar la vida de los trabajadores en su fábrica de teléfonos inteligentes OnePlus.
"La verdadera marca es la experiencia del cliente", dice. "Las marcas que son sustentables se enfocan completamente en la satisfacción del consumidor y en darle una experiencia increíble. Si crees que no es así, vas a perder la oportunidad."
Con información de La Silla Rota