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El tiempo se agota para los sobrevivientes bajo escombros
CIUDAD DE MÉXICO.- A 48 horas del sismo de 7.1 grados que sacudió a la Ciudad de México y otros estados, las labores de rescate continúan con la esperanza de salvar vidas de quienes han gritado o enviado cualquier señal sonora aún bajo los escombros a pesar de estar bajo lozas, cemento y escombros y no haber ingerido alimentos ni bebidas en dos días.
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Expertos calculan que el cuerpo humano puede aguantar 72 horas en condiciones extremas como este caso.
En edificios que se vinieron abajo como el de Medellín esquina San Luis Potosí, en la colonia Roma, aún hay gritos de auxilio al menos hasta hace unas horas cuando Erick logró hablar a los rescatistas quienes siguen buscándolo con ayuda de expertos internacionales a pesar de que ya no ha vuelto a dar señales sonoras.
En el edificio Álvaro Obregón 286 también se han escuchado ruidos de posibles sobrevivientes, según han confirmado de manera extraoficial los voluntarios que han permanecido ahí desde el pasado martes.
En el caso del Colegio Rébsamen, en Coapa, una mujer estaría aún viva bajo los escombros.
Voluntarios y autoridades en otros inmuebles confían que pueden aún encontrar más personas con vida, (hasta el momento han sido rescatados 53 sobrevivientes) a pesar de que han pasado dos días desde el temblor que ha dejado 273 personas muertas en la Ciudad de México, Puebla, Morelos, Oaxaca y Guerrero.
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Expertos calculan 72 horas de resistencia
"La norma oficial mexicana considera que después de 72 horas no es posible que una persona sea rescatada", expresó a la agencia de noticias EFE el doctor Manuel Bárcenas, quien se encontraba en un perímetro acordonado asistiendo a las autoridades en un rescate en la colonia Lindavista de Ciudad de México.
"Me tocó ayudar en esa época (1985) y encontramos mucha gente viva", refirió.
Expresó que la manera de afrontar el paso del tiempo que amenaza la vida de las personas atrapadas es llegar hasta los heridos y alimentarlos.
Lamentablemente, en el edificio que le tocó supervisar a Bárcenas, en la calle Coquimbo, no ha habido forma. "No pueden pasarles ahora (las autoridades) ningún tipo de alimento", aseguró.
El doctor vislumbra la posibilidad de que muchas de las personas atrapadas ingieran su propia orina para mantenerse con vida y superar así el umbral de las 72 horas, y que logren sobrevivir a condiciones adversas a las que se suma el gas que se ha fugado y que mantiene contaminado el espacio bajo los escombros.
Recordó que en el terremoto de 1985 fueron encontradas personas con vida incluso después de una semana.
Salomón Pérez, uno de los vecinos de un edificio colapsado por este sismo, de magnitud 7.1 en la escala de Richter, expresó a EFE que "el tiempo pasa demasiado lento" mientras se espera a que saquen a las personas atrapadas, estén vivas o muertas.
La espera viene acompañada de incertidumbre. El hombre, de edad avanzada, confiesa que la lentitud y la falta de datos le hace tener el ánimo inestable.
"Ya vamos para 48 horas y no puede ser. Están ocho todavía ahí adentro y no sabemos si están vivos o muertos", contó visiblemente desolado.
Después, lamentó que los vecinos afectados por esta catástrofe se encuentren "maniatados", sin poder actuar, presos del tiempo y la inacción.
Con información de La Silla Rota
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