- Sociedad
Documental retrata humillación y violencia en industria porno
La industria pornográfica ha evolucionado con el paso de los años, las clásicas secuencias de los 70 done el sexo anal era uno de los actos más fuertes quedó en el pasado. El nuevo porno está lleno de violencia y humillación, al grado que se podría decir que la división entre trabajar frente a una pantalla y ser abusada sexualmente es demasiado delgada.
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De acuerdo con Cultura Colectiva, a raíz de esto el galardonado periodista Stephen Walker, tomó la decisión de seguir el camino de una mujer que trató de entrar a laindustria porno en el año 2000. La mujer en cuestión es Felicity, una madre soltera de 25 años cuyo interés en la pornografía nació de su gusto por el sexo y por la facilidad para ganar dinero vendiendo su cuerpo para filmaciones.
La mayoría de las actrices en esos filmes están conscientes de las actividades que están a punto de realizar: desde participar en brutales penetraciones anales en posiciones humillantes, hasta ser golpeadas continuamente por varios hombres. Sin embargo, es válido preguntar:
¿Cómo se llegó a ese punto de la evolución de la pornografía en que las participantes deben parecer infantes violadas?
Los sueños de sexo placentero y montones de dinero terminaron para Felicity el momento en que fue violada por uno de los personajes más controversiales del mundo del porno, Max Hardcore. La mujer fue manipulada, la llamaron "puta perdedora" y nunca volvió a pensar en hacer un filme para adultos.
Si Walker no hubiese detenido la grabación, la mujer hubiera terminado con daños mucho más graves que aquellos que marcaron si vida aquella tarde.
En gran parte de estos films las mujeres son sometidas, golpeadas y tratadas como simples muñecas de carne para el gusto de millones de consumidores alrededor del mundo, quienes la mayoría de las veces buscan saciar sus más oscuras perversiones.
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Max Hardcore es conocido como uno de los monstruos más temibles de la industria. Felicity se había mostrado nerviosa poco antes de la grabación de su violación, ya que sabía la fama de violencia que tenía el hombre. Desde que ganó notoriedad en 1992, se especializó en crear cintas con mujeres que parecían adolescentes o niñas. Las vestía con ropas infantiles y las situaba en escenarios enfocados hacia un público pedófilo.
En el tiempo que Max producía sus primeros filmes, era considerado uno de los más extremos de la industria; sin embargo, hoy sus prácticas son cada vez más comunes.
Una actriz de la productora de Walker, afirmó que siempre llevará a las actrices "al límite" y que muchas prefieren mantenerse alejadas de él. Sin embargo, no culpa la violencia de sus filmes a su personalidad, sino al público: "Los consumidores... quieren ver a una mujer que parezca una niña pequeña siendo violada".
El documental "Hardcore" de Stephen, retrata el viaje de una mujer a través de esa pesadilla que se vive en las películas porno todos los días, sin embargo, sirve como una ventana para mirar la forma en que alguien puede caer prisionero de un ciclo de violencia y humillación.
Con información de La Silla Rota
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