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"No estamos de a gratis en este país": dreamer oaxaqueña

  • La Silla Rota
Liz no es cualquier dreamer, ella fue una de las impulsoras para que en junio del 2012 se implementara el DACA en Estados Unidos

ALONDRA OLIVERA

OAXACA, Oaxaca.- "No nos vamos a dejar, vamos a seguir luchando por conservar el DACA", dice Lizbeth Mateo, la dreamer oaxaqueña que fue una de las impulsoras de acciones que llevaron a que el gobierno de Barack Obama firmara como ley ejecutiva el Programa Acción Diferida por Llegadas de Niñez.

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Originaria de Santiago Matatlán, "Cuna del Mezcal", Lizbeth migró hace 19 años con su familia a la Unión Americana, se asentaron en California, en busca de mejores oportunidades; hoy ve con tristeza que los sueños de muchos jóvenes se ven amenazados por el gobierno de Donald Trump.

Liz no es cualquier dreamer, ella fue una de las impulsoras que derivó, que en junio del 2012, quedara implementado el DACA y con ello se diera certidumbre a jóvenes indocumentados viviendo en ese país.

"Muchos se han dado cuenta que el DACA se ganó por jóvenes indocumentados que lucharon por ese programa, no fue algo que nos regaló Obama o simplemente porque es una persona muy buena, tuvimos que luchar y sacrificar mucho para que nos pudieran dar algo".

La joven que ahora es abogada de inmigración, dice que había realizado recientemente su solicitud para ingresar al programa cuando dieron la noticia de su cancelación, un hecho que ya esperaban porque desde su campaña Donald Trump hablaba de ponerle fin.

La incertidumbre, miedo a ser repatriados es la constante de muchos, incluso padres de familia buscan asesoría para evitar que sus hijos que no están legalizados en los EU sean enviados de regreso a Oaxaca.

Lizbeth asegura que no se van a quedar cruzados de manos, se van a organizar y salir a la calle a protestar, pero también van a buscar el apoyo del Congreso de ese país.

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La dreamer indica que se busca por medio de los congresistas pasen una propuesta de ley que pueda mantener el programa no de forma de discreción ejecutiva, sino que sea un mandato permanente, "pero existe una posibilidad de que pueda adquirir un estatus legal permanente".

Hay tristeza, sí, muchos de los jóvenes estudiamos y trabajamos al mismo tiempo, no estamos de a gratis, lo hemos retribuido a este país.

Según menciona en California, uno de cada cuatro jóvenes indocumentados que tienen DACA viven en ese estado.

Según el Center for American Progress, los beneficiarios del DACA aportarán $ 460.300 millones al producto interno bruto de los Estados Unidos durante la próxima década, un crecimiento económico que ahora se perderá si se termina el programa.

Con información de La Silla Rota

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