- Xalapa
El Tronconal, basurero de Xalapa que dejó sin agua a 3 mil personas
Xalapa, Ver.- Pedro Hernández Dorantes mira cabizbajo un brazo del arroyo La Pesma. Recuerda que allí, hace diez años, los niños de la comunidad Chiltoyac se bañaban durante los atardeceres y las mujeres acarreaban agua en cántaros hasta sus hogares. Hoy el líquido “no sirve pa’ nada”; en el cauce del río desemboca plomo, mercurio y excremento, proveniente del basurero El Tronconal.
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El hombre de aproximadamente 55 años, ha atestiguado como el tono cristalino del arroyo ha cambiado por un aspecto viscoso, como si por allí corrieran litros de refresco de cola. El aroma a desperdicio solo es agradable para zopilotes que merodean la parte trasera del relleno sanitario de Xalapa, Veracruz.
Todos los días, Pedro recorre a pie unos 12 kilómetros, desde Chiltoyac hasta la comunidad de El Tronconal, donde se encuentra la entrada principal del basurero a cargo de la empresa Proactiva Medio Ambiente MMA, S.A. DE C.V., señalada por el alcalde electo, Hipólito Rodríguez Herrero, como “un daño al entorno ambiental y a las finanzas públicas de la capital”.
En las escuelas de El Tronconal, Pedro vende agua con sabor a maracuyá, fruta que él mismo cosecha en una de sus parcelas. “Ni de broma”, contesta entre carcajadas cuando se le pregunta por la procedencia del líquido que vende en envases de litro.
“Del arroyo antes sí agarrábamos agua para lavar los trastes; la hervíamos y servía para beberla. Ahora ya no”, explica el campesino mientras este martes 08 de agosto guía a unos visitantes hasta el sitio donde desembocan lixiviados -contaminantes- que produce Proactiva MMA, negocio ligado al ex alcalde Reynaldo Escobar Pérez (2000 – 2004), también ex procurador general de justicia, en el gobierno de Javier Duarte.
El foco de contaminación se encuentra debajo del Puente Basurero, en una pendiente anexa al libramiento Xalapa – Veracruz; allí se esconde un boquete entre la maleza, donde convergen nacimientos de agua, provenientes de montañas aledañas.
Pedro se acomoda en una piedra y traslada su memoria al año 2001, cuando Escobar Pérez era alcalde de Xalapa y un centenar de pobladores se manifestaron en contra del basurero municipal. Camionetas y gente a pie, encabezados por la estatua del Señor de Chiltoyac -imagen venerada en la comunidad-, protestaron contra el proyecto privado que atentaba contra la pureza del líquido aprovechado por unos 3 mil habitantes.
“Al señor se lo ocurrió poner el basurero allá arriba; echamos bulla, pero él se ‘atercó' y nos echó la policía de Alejandro Montano -entonces Secretario de Seguridad Pública-, golpearon a nuestras mujeres con sus garrotes”, recuerda Pedro.
En el año de 2001, bajo el gobierno de Reynaldo Escobar, la empresa entonces llamada Mexicana del Medio Ambiente ganó la licitación del relleno sanitario por un contrato anual de 24 millones de pesos, lo equivalente a las aportaciones que reciben en el mismo periodo de tiempo 38 municipios veracruzanos: Acajete, Acatlán, Aquila, Jalcomulco, Jamapa, Miahuatlán, por mencionar algunos.
La polución en el arroyo La Pesma mostrada desde su origen por don Pedro, también es traducida por Fabricio Capistrán Hernández, biólogo egresado de la Universidad Veracruzana (UV) que fue entrevistado vía telefónica.
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De acuerdo con el especialista, el color y aspecto del riachuelo es producido por lixiviados: líquido resultante de la percolación del agua a través de la basura, que contiene fracciones de elementos químicos.
Dichos contaminantes provienen de la parte trasera del relleno El Tronconal, espacio que fue clausurado hace diez años y que, desde entonces, aseguran lugareños y activistas se ha convertido en un foco de contaminación, con afectaciones en un radio de 10 kilómetros.
El Arroyo La Pesma, tiradero de residuos químicos
Ambientalistas de El Tronconal -que solicitan el anonimato- facilitaron fotografías a este medio donde se aprecian vehículos de Proactiva MMA vertiendo presuntos desechos químicos en el arroyo La Pesma, a unos 500 metros de las instalaciones.
“Es una práctica habitual para esta empresa (verter lixiviados al arroyo). Sobre el puente que se muestra en las fotografías, también sus trabajadores lavan sus pipas y nadie les dice nada”, externan los defensores ambientales.
De acuerdo con el biólogo Capistrán Hernández, contrario a la práctica de Proactiva, lo recomendable para deshacerse de lixiviados es mediante procesos químicos o térmicos, como es la evaporación. Métodos que, reconoce, implican costos extras a cualquier compañía.
Con base en la Norma Oficial Mexicana 083, de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), desde 2003 las empresas privadas dedicadas a los rellenos sanitarios están obligadas a rendir dictámenes de conformidad para demostrar que sus servicios no sobrepasan lineamientos sanitarios.
Dichos informes, de acuerdo con los activistas entrevistados, no han sido exigidos por el Ayuntamiento de Xalapa, y pese a las inconformidades manifiestas por ellos, tampoco han sido supervisadas por la Secretaría del Medio Ambiente de Veracruz. “SEDEMA no vigila y el ayuntamiento se tapa los ojos”, opinan los ambientalistas.
Fabricio Capistrán Hernández, explicó que las aguas contaminadas por lixiviados generan 20 o 30 veces más contaminantes que las aguas residuales -aguas negras- además de contener elementos químicos como lo son el plomo y el mercurio.
Las consecuencias inmediatas para la gente que tiene contacto con este tipo de reactivos son enfermedades gastrointestinales. “Después de cinco o diez años viene la intoxicación y claro que pude haber muertes”, compartió el biólogo.
Vivir entre basura
Otra de las afectadas por la polución que genera el relleno sanitario de Xalapa es la señora Amanda Galindo. Su vivienda de madera y techo de lámina está ubicada en la colonia El Tronconal, frente a la entrada de las instalaciones privadas.
La mujer de unos 50 años, comparte mientras se sacude las moscas de los brazos y de la boca, que desde hace ocho años no puede disponer del agua de un pozo ubicado en la parte trasera de su patio.
“Este pozo lo ocupaba la familia desde hace ocho años para lavar trates, ropa o para bañarnos, pero dígame si se puede utilizar así como está”, comparte Amanda mientras señala en el fondo un líquido verdusco, donde yacen criaderos de moscas.
La mujer asegura que los insectos se vuelven un riesgo para tres de sus nietas que juegan a las atrapadas entre botellas de plástico y cajas de cartón. “Aquí se puede reproducir el mosco del Dengue y son ellas las que nos preocupan”, comparte.
Antes de despedirse, Amanda presenta a su perra Canela, más que una mascota, asegura, se ha vuelto indispensable en la familia pues es la encargada de cazar ratas que se anidan entre pilares de basura, en las inmediaciones del registro sanitario.
El pasado 31 de julio de 2017, diputados del PAN, PRI y del grupo legislativo Juntos por Veracruz aprobaron la recontratación de la empresa Proactiva MMA, que fue respaldada en primera instancia por el cabildo de Xalapa. La industria operará hasta el año de 2033.
Sobre esta decisión del congreso de Veracruz, el alcalde electo de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero, manifestó su inconformidad y presentó una solicitud de amparo para que el acuerdo diera marcha atrás. Sin embargo el recurso fue desechado el 08 de agosto de 2017 por el Juzgado Decimoquinto de Distrito en el Estado de Veracruz del Poder Judicial de la Federación.
El abanderado de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), aseguró que no descarta denunciar por la vía penal los presuntos daños ecológicos provocados por Proactiva, “estoy buscando la manera de fincar responsabilidades, porque detrás de este proceso hay responsables”, advirtió.
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